Fuego seria la mejor descripción.
Esa sensación tan única, tan calurosa y afectuosa era algo que solo encontraba en Rick Grimes, en cada toque, cada beso e incluso cada mirada, sentía mi cuerpo desfallecer.
Una sensación que amaré hasta el fin de...
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MINI MARATÓN 2/3
- ¿Cómo fue que dieron con Negan? - cuestiona Jesús sin girar a verme, pues esta atento al camino.
- Él nos encontró luego de que nos fuimos de Alexandria - le respondo - Cuando papá se enteró de lo mío con Rick.
- Lamento que haya pasado todo eso.
- Ha sido mi culpa de todos modos - digo un tanto cabizbaja - Tal vez si no hubiese sido una cobarde mi papá y mi tío aún estarían conmigo.
- También lamento lo de tu tío.
- Negan lo lamentara - le respondo enojada, de tan sólo recordar aquella noche - Por todo.
Un silencio se hace presente en el auto, en el cual Jesús se dedica a conducir mientras por mi parte pienso en lo que haremos. Pues todo esto ha sido bastante improvisado a decir verdad, aunque me alegra saber que él está ayudándome en esto aún cuando ni siquiera lo conozco, y no fue necesario casi rogarle por hacerlo, supongo que al ver mi desesperación, aceptó acompañarme.
- De verdad te agradezco que me ayudes con esto - le digo con una leve sonrisa - Nadie en casa iba a querer hacerlo.
- No agradezcas - dice él de igual forma - No imagino lo que debes sentir al saber que esta haya encerrado.
- Es horrible - admito, mientras el solo asiente con la cabeza.
Miro los alrededores, pensando en como hacer para entrar sin que nos vean, ya que el Santuario está muy bien vigilado.
- Frena aquí - le pido al ver la estatua blanca a lo lejos - Nos escucharan llegar.
Jesús hace lo que pido, dejando el auto junto a otros que están abandonados, y dado que este esta todo sucio sera facil que piensen que tambien lo esta. Ambos bajamos del auto y seguimos andando por el bosque, Jesús sin arma alguna y yo por mi parte con un cuchillo en el muslo y una vara de metal, cortesía de Hilltop. Nos escabullimos entre los árboles hasta ver el final de estos, justo donde se asoma la enorme fábrica de los Salvadores.
Al acercarnos más, la enorme cerca llena de muertos y trabajadores vestidos igual a papá aparecen a nuestra vista, sorprendidos a Jesús.
- Esa puerta - le digo señalándole - Lleva a unos pasillos con muchas habitaciones.
- No tendremos tiempo de revisar todas - dice Jesús a mi lado.
- Había unas en especial, a las que Negan nunca dejó acercarnos - le explico.
