Lazos Rotos

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Decidí regresar a París. Mi encuentro con aquel hombre había aclarado mis dudas. Y estaba dispuesta a defender lo que realmente amaba y deseaba en mi vida. Aunque con Marcela pasaba momentos agradables , mi corazón le pertenecía a Danka. Sabia que no le iba a gustar mi decisión y como esperaba uno que otro berrinche preferí conversar sin espectadores. Así que la invite a cenar en mi casa. La pobre se emociono ya que jamás la había invitado a comer algo preparado por mi. En el fondo sentía pena por ella. No podía negar que me amaba sinceramente. Dedique la tarde a preparar algo especial, quería que por lo menos nuestra ultima cena fuera deliciosa.

Marcela llego mas hermosa que nunca. Cambio el color de su cabello y el olor de su perfume. No podía negar que verla me hacia estremecer. Ella posee una mirada fuerte y dominante.

___Cocinas fantástico amor. Ojala me invitaras mas seguido.___ dijo tomando mi mano para besarla. Luego de comer.

___Gracias__ trate de ser lo mas fría posible con ella. No sabia como empezar con mi discurso.

___¿Qué te sucede?__ te noto callada. Te sientes mal. O ya se quieres que te relaje. Dijo incorporándose  para darme un beso. El cual obviamente fue rechazado.

___ Marcela, lo nuestro llego hasta aquí___ dije de forma enérgica, mirándola a los ojos. Como tenia previsto. Se abalanzo sobre mi llorando.

___No puedes hacerme esto, sabes muy bien que me amas. Se que para ti es difícil aceptar tu realidad. Quizá sientes que es mas fácil seguir lo que te impone la sociedad. Ceinub no te dejes llevar por el que dirán. Estamos en un país abierto. Es el siglo XX.

___ Jamás me a importado el que dirán. Amo a Danka y deseo pasar mi vida con el. Y me casaré con él__ dije.

___Eres una mentirosa Ceinub. No amas a Danka. Dime desde cuando sientes tal amor. Si solo hace un mes te revolcabas conmigo. ¿El lo sabe?

Danka sabe que hace poco estabas jadeando mientras te daba placer con mi boca. El sabe como te aferras a mi cuando alcanzas el orgasmo. ¡dímelo! Marcela era una loba herida.

___Lo mio contigo fue solo sexo. Una maldita locura. Nunca dije que te amaba, ni mucho menos que lo nuestro tuviera futuro. Si de verdad me amas te pediré me dejes en paz. Respeta mi decisión. Danka es la persona que escogí a la que amo y no podrás cambiar eso.__conteste.

___¿ Es por dinero cierto?__ gritaba mientras me sujetaba con furia de los brazos.__ Si es el dinero yo puedo darte lo que deseas y lo sabes__añadió.  Me rompía el corazón escucharla. ella sufría. Me sentía como una basura. Me comporte con ella igual que mi primer novio. Nada me hacia diferente a él. Jugué con los sentimientos de una pobre mujer.

Luego de sollozar un rato. Se fue. No sin antes amenazar con matar a Danka si yo insistía en seguir con él.

Los días pasaron y el trabajo en la oficina era cada vez mas pesado. La expansión de la empresa a otros países incremento no solo el salario también las obligaciones. Danka y yo nos casamos. Fue una ceremonia sencilla sin mucha pompa. La verdad no quería recibir amargas sorpresas por parte de Marcela.

La empresa estaba próxima a celebrar su aniversario. Era la fiesta mas esperada del año por todos los colaboradores, accionistas y socios. Como era de esperarse mi jefa me encomendó la titanica labor de coordinar todo lo referente al evento. Danka viajaba mucho. Practicamente no compartíamos. Marcela lograba separarnos.

La noche antes del evento mi amado regreso de su viaje a Japón. La felicidad de tenerlo cerca imperaba en mi ser. Lo deseaba tanto. Ya estaba cansada de los mensajes pornográficos y las vídeo llamadas. Necesitaba sentir su carne y aliviar la mía. Mientras cenábamos las miradas incitantes se movían en ambas direcciones. Teníamos una especie de cortejo. Solo esperábamos el momento de estallar. Danka  al terminar su liviano bocadillo de un jalón tiro todo al piso. Me excitaba sobremanera ver su actitud sensualmente violenta. Me tomo por la cintura y me acomodo sobre la mesa. Cuanto extrañaba sus besos y caricias. Noria por sus manos y toscos dedos dentro de mi. Mientras recibía todo el amor que el era capaz de darme el timbre de la puerta sonó. Decidimos ignorarlo, pero fue imposible. Sonó una y otra vez. No quedo mas remedio que ver quien era. Cuando me asome por la mirilla. Me lleve la fastidiosa sorpresa. Era Marcela.

__Buenas Noches__ espero no interrumpir nada. He venido para hacerte entrar en razón.___

___¿Qué estas diciendo?___ pregunto Danka desconcertado.

___Disculpa hablo con Ceinub, no contigo. Dijo acercandose a mi.

___Ceinub, sabes que desde que fuiste forzada a dejarme, no he tenido paz. Pienso en ti día y noche. Te pido una vez mas que recapacites y detengas esta mentira que has construido al lado de este idiota. Podrás engañar a todos pero no a mi. Mi amor por ti es tan grande que si tu me lo pides te ayudare a desacerté de el. Solo tienes que decirlo. Ven conmigo comencemos otra vez. Tengo empresas en varios países. Elige donde quieres recomenzar.

___Que diablos te sucede. Sal de mi casa en este instante. No me obligues a sacarte a patadas___ grito Danka encolerizado. Yo no sabia que decirle. Me dolía mucho verla sufrir. Ella había sido alguien muy especial conmigo y no merecía mi trato.

Cuando pensé estaba por irse saco de su bolso una pequeña pistola y apunto a Danka. El pánico se apodero de mi. Danka estallo en odio y comenzó a gritarle toda clase de improperios a Marcela la cual se veía visiblemente perturbada.

___Solo pídelo mi amor___ susurraba Marcela una y otra vez. Entonces Danka aprovecho un descuido y se abalanzo sobre ella para quitarle el arma. Mientras forcejeaban se escaparon tres tiros. Vi como Danka se desplomaba cubierto de sangre y Marcela gritaba que huyera con ella.

Trate de sostener el cuerpo moribundo de mi amado mientras gritaba por ayuda. Afortunadamente el encargado de mantenimiento escucho y vino en nuestro auxilio. Llamo a la línea de emergencias. Mientras tanto yo apretaba la herida que tenía Danka cerca del corazón. El miedo me invadía, no quería perderle. Marcela por su parte permanecía sentada con el arma en sus manos. Estaba inmóvil, se veía muy trastornada. Cuando llego el equipo de emergencias también llegaron las unidades policiales. Se llevaron a Marcela detenida por intento de homicidio.

Los días subsiguientes fueron un calvario para mi. Tuve que dar infinidades de declaraciones. Quede ante los ojos de toda la comisaria como una arrecha que era capaz de cogerme hasta un árbol. Mis días transcurrieron entre la comandancia y el hospital. Mi amado Danka estuvo al borde de la muerte varias veces. Lo peor era que no me atrevía si quiera a rezar. Mi vida no era exactamente ejemplo de pureza. Llegue a pensar que si pedía por Danka capaz y moría de castigo.

El fiscal gano el caso y Marcela obtuvo una pena de treinta años de prisión. Me sienta tan aliviada. Danka tardo más de un mes en recuperarse. Inmediatamente salió del hospital disolvió la sociedad con Marcela y nos fuimos a a vivir a Rusia, su país natal. Por fin la suerte estaba de mi lado. Los momentos locos y amargos habían quedado en el pasado. Empecé a trabajar en una de las empresas de mi esposo. El quería que me empapara de todo lo referente a sus negocios. Mi amor por el había llegado al punto de ser infinito. Entre el trabajo, el amor y mis padres a los cuales la fortuna también les acariciaba, ya que les mandaba mensualmente dinero . No quería que siguieran pasando necesidades.

Historias de CamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora