El Renacer

622 17 0
                                    


__Sergej, Danka, ¿dónde están? Desperté asustada y sudorosa. Entonces me descubrí llena de tubos en una fría habitación de hospital.

__Doctor ha despertado__ escuche a la enfermera decir mientras el doctor me revisaba.

__ ¿Sobrevivirá?__ pregunto la sorprendida enfermera.

__Esta mujer ha vuelto a nacer__ respondió el medico mientras me levantaba el parpado y alumbraba con una pequeñísima bombilla.

Minutos después entro Danka con Sergej. Mi corazón se aceleró de la alegría. El medico toco suavemente mi hombro y me pidió no exaltarme. Note que Sergej estaba visiblemente mas alto. Pregunte cuanto tiempo me había desmayado. La enfermera contesto que llevaba dos años en coma. Que en varias ocasiones los médicos le aconsejaron a Danka desconectarme. A lo que él contestaba que si era necesario esperaría por mi toda la vida. Aunque el doctor hacia esfuerzos por calmarme, no pude contener el llanto. Mi amado Danka, el dueño de mis deseos y compañero del alma me demostró amor verdadero durante todo ese tiempo.

Mi recuperación es lenta. Pero el amor de mi hijo y mi amado incondicional me ayudan a superar esta etapa. He perdonado a Marcela. Ella fue una víctima más de la crueldad y la intolerancia de los seres humanos. Comprendí que ella vio en mi su salvación. Siento que pude hacer las cosas diferentes. Debi actuar distinto. El amor es un sentimiento puro que eleva el alma a un plano espiritual. No así la pasión y lujuria, este par nubla el pensamiento. Ciega el sentido comun y nos arrastra hasta la total perdición.

__Dimitri debes firmar los papeles de nuestra fusión a la transnacional HEOS. Mañana tendremos reunión con su presidente para ultimar detalles.__ Dije entregándole una serie de documentos. Han pasado tres años desde que nos mudamos a Rusia. La vida en este frio pais es tranquila y los negocios de Dimitri cada dia son mas fructiferos. Marcela se convirtió en un mal recuerdo. No se nada de ella desde que dejamos Francia.

__Sucede algo Ceinub__ pregunto Dimitri al verme mirando hacia el horizonte.

__Nada amor. Solo pensaba lo felices que hemos sido desde que vivimos aquí__

___Mi sensible mujercita, te amo con mi alma__ dijo lanzándome un tierno beso desde su escritorio.

Trabajaba con mi amado un par de horas al dia. No me gustaba estar lejos de mi pequeño Sergei. A el le fascinaba que cada día a mi regreso del trabajo jugara con el a los astronautas. Me las ingeniaba para crear expediciones y búsquedas del tesoro. Era fascinante ver su rostro lleno de emocion y espectativa mientras unía las pistas y trataqba de entender el mapa inventado para la ocacion.

___Como estan mis Piratas espaciales___ asi nos llamaba Dimitri. Siempre que podia salia mas temprano de la oficina. Disfrutaba pasar tiempo de calidad en familia y jugar con su hijo. La conexión entre ellos era unica. Para Sergei no habia mejor narrador de cuentos que su papá.

___Amor mañana inaugura el nuevo parque de diversiones aquí en la capital. Y Sergei esta muy entusiasmado. Dicen que tienen un area con diferentes atracciones solo para niños pequeños. ¿Qué te parecesi vamos todos?

___Ceinub sabes que los parque me producen escalofrios.__ dijo tapando su rostro en señal de broma.

Sergei apreto el rostro de su padre contra su pecho mientras le rogaba ir al nuevo parque. Como era de esperarse no pudo resistrse al pequeño encantador.

Decidimos partir en horas de la mañana. Dimitri no queria exponer a pequeño a una cantidad exagerada de personas, que posiblemente asistiran al novedoso lugar de la ciudad. Llegamos a eso de las nueve y para sorpresa nuestra ya estaba comenzando a llenarse. El área de niños fue exactamente lo prometido antes de entrar nos colocaban lentes de vision 3D. El pabellón infantil estaba lleno de figuras realistas de dinosaurios, comicas, animales de todo tipo. Tenían un simulador espacial. Entramos en una cabina de realidad virtual. Donde recreaba la luna y todo el universo. A medida caminábamos podiamos observar las estrellas fugaces, satelites y enormes naves espaciales.. Sergei no paraba de sonreír hasta el mismo Dimitri no podia disimular su asombro.

Historias de CamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora