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Dos meses después.

[Anna]

Siempre tuve un respeto por los artistas, pero no entendía porque a aquellas personas les tocaban situaciones para describir mi vida como si yo fuese la protagonista de una novela, un libro o del video musical de la canción.

Charlie Puth sabía cual era la situación entre Namjoon y yo. Eso quería creer.

Ya no hablamos como solíamos hacerlo.

Ya no sentíamos la mutua devoción el uno al otro. Yo no quería saber de Erina, cómo el la besaba, como era su forma de amarla. Si ella lo hacía como yo.

Aunque quería alejarme del purgatorio en el cual se había convertido la vida con Nam, no podía escapar, aun menos a dos semanas del cumpleaños numero tres de Ali.

Jin estaba logrando su cometido. Poco a poco. Ahora el Tío Jin, estaba presente todos los días, hasta la recogía tres días de la guardería y la traía a casa para después pasar un par de horas con ella. Estaba esmerándose tanto, y volvía a sentirme feliz si él hacía las cosas que había prometido. Se notaba el esfuerzo que le estaba tomando, la frustración, y a veces la tristeza de no conseguirlo con la rapidez que quizás él quisiese.

-Este año no me disfrazaré de nada- Nam habló por primera vez en la mañana.

-Esta bien. No sería necesario de todos modos. Dudo que Ladybug encaje contigo.

Se rió de forma sincera.

-Mami- una descalza y somnolienta  Ali habló desde el pasillo-Usaba su pijama que Nam le habia comprado hace dos días y que se rehusaba a quitarse- Quiero churros.

Desvíe mi vista hasta donde Nam reposaba con una sonrisa divertida.

-Namjoon- traté de sonar seria pero toda la situación me parecía tab ridícula que me daba risa- No la seguirás llevando a la casa de Yoongi para que venga con estas ideas.

Solo rió y negó  con la cabeza.

-Papi, quiero un yoyo de ladybug.

Y así empezaban los chantajes emocionalesque mi hija hacía para conseguir todo lo quería por parte de Nam. Y ahora de SeokJin.

* * *

Las bolsas estaban pesadas. Máscaras, sombreritos, y toda clase de cotillónhabian ocupado el lugar de las compras hoy.

Jin traía muchas de las bolsas y aun así tenía una gran sonrisa.

Me estaba acostumbrando a su cercanía.

Y a la creciente lejanía de Namjoon.

Al girar la llave de la puerta y entrar al departamento llevamos la gran mayoría de cosas a la cocina.

-Puedo ir al paseo de Ali esta semana, estoy libre el dia de la actividad.

-Esta bien. Las mamás estarán aún más encantadas si tu vas- era agradable volver a ser amigos, o lo que sea que eramos ahora. Confiaba en él.

Sus ojos brillaron y negó con la cabeza. Se aproximó dejando olvidada toda distancia entre nosotros. Se le estaba haciendo una costumbre eso de invadir mi espacio personal para demostrarmecon algo de contacto físico, totalmente delicado y hasta puro.

Era una estúpida por no poner límites. Pero otra vez él me hacía sentir de esta forma. Cortejada. Hermosa.  Hizo que todo lo que aquella adolescente siempre soñó con sentir.

daddy [k.n.j]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora