Capítulo 8

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Buenas noches. Como saben, Yamiko me dejó a cargo de sus cuentas Amor Yaoi y Wattpad para que actualizara sus historias. Y como mañana me avisaron que no debo ir a trabajar, decidí publicar este capítulo a modo de disculpas por lo que está sucediendo (si quieren saberlo, por favor diríjanse a la parte de mensajes en Wattpad que he publicado uno esta tarde con respecto a lo de Yamiko).







Intentando fallidamente mover sus brazos, Jiyong hizo fuerza al sentir sus manos esposadas sobre la cabecera de la cama. Abrió sus ojos y vio una total oscuridad.

-¿A-Amo?- sintió miedo.

Al no obtener respuesta, el pelinegro se tensó. ¿Acaso había vuelto al bar?

Pensó un momento Jiyong pero era imposible ya que conocía los negocios de Yang y sabía que cumplía con sus contratos cuando una mascota era vendida.

Al escuchar unos pasos y la cama hundirse sintiendo un cuerpo levemente frío acercarse a él, sintió aún más miedo.

-¿Amo? ¿Eres túAAAH- gritó al sentir unas calientes gotas caer en su pecho, provocándole un fuerte ardor.

Intentó forcejear y cuando pateó en dirección hacia donde la otra persona estaba, sólo sintió su tobillo ser capturado con fuerza.

-¿Sientes miedo de que no sea tu dueño el que te torture así, GD?- liberando su tobillo, sonrió de lado manteniendo la vela recta para que no se derramara más cera.

-S-Sí mmh- jadeó aliviado al saber que era Seung Hyun.

-Es bueno que seas un perro fiel y por eso, sólo te castigaré una vez más con esto-


"Además, anoche se excitó con esto"


Inclinó la vela logrando que un par de gotas de cera cayeran en la ingle de Jiyong quien se estremeció dando un gemido agudo.

-Mmh a-amo- mordió su labio inferior intentando hacer su último esfuerzo por quitarse las esposas pero le era imposible.

-No luches con eso. No pienso liberarte-

Jiyong hizo un puchero.

El peliplateado apagó la pequeña llama de la vela y la dejó sobre la mesita de luz.

-Amo- lo llamó en un susurro.

-¿Qué?- respondió de manera fría mientras se colocaba a un lado de su mascota observándolo atento.

-L-Lo quiero mmmh- jadea abriendo sus piernas.

-¿Qué es lo que quieres?-

Jiyong mordió su labio inferior, ansioso.

-Responde o me iré de aquí-

-Te quiero a ti... dentro mmh a-amo- movió sus piernas, flexionando sus rodillas para frotarlas entre ellas provocando que su miembro rozara sus muslos, excitándose más.

Seung Hyun rió tomando sus rodillas para que separara sus piernas.

-Vaya que eres una puta, eh GD- no pudo evitar lamerse sus labios al ver cómo el pene del pelinegro estaba rojizo y levemente hinchado.

Mi mascota indisciplinadaWhere stories live. Discover now