Entré en casa de mi hermano bufando como si de un tren se tratase. Realmente parecía una niña pequeña con mis manos echa puños a cada lado de mi cintura. Llamé a la puerta y de está salió mi estúpido hermano Liam con su móvil en la mano e indicándome con su mano que pasara. Ni siquiera se dió cuenta de que no quería estar allí. Rodé los ojos y entré en el apartamento.
Mi cara de enfado, pasó a ser una cara de repugno ante ese muy-asqueroso-y-sucio-apartamento. Nada comparado con la gran mansión de mis padres. Si, vivo en una mansión gigante, pero eso no quiere decir que lo tenga todo (o casi todo).
Tengo que trabajar para ganarme el dinero, como todo el mundo, aunque debo reconocer que ser la hija del juez mas famoso de New York es una ventaja. Seguí adentrándome en ese muy-asqueroso-y-sucio-apartamento (así lo he bautizado), hasta que mis piés tocaron algo que me llamó la atención. Bajé mi mirada y mi cara de asco se volvió a horror.
-¡Liam! -Grité y, fue tan grande el susto de mi hermano, que su teléfono cayó al suelo.
-¿Qué? -Gritó desde la cocina muy animado.
-Ven aquí ahora mismo, pedazo de guarro. -Liam se acercó a mi limpiando sus sucias manos en un viejo trapo aun mas sucio. Hice una mueca de asco y luego señalé el preservativo usado que se encontraba bajo mi pié. Liam rió y no le dió importancia, cuando se dio la vuelta volví a gritar su nombre y el se giró irritado.
-¿Qué? -Volvió a decir rodando los ojos.
-Mientras vivas bajo el mismo techo que yo, tu apartamento de mierda no será un basurero, ¿de acuerdo?
-No. -Se encogió de hombros y se giró. Mi boca se abrió en forma de "O" y Liam rió por lo bajo.
-No vuelvas a reírte o te juro que..-Me interrumpió algo malhumorado.
-Mira, Alisson -Me sorprendió que me llamara por mi nombre, él siempre me llamaba "hermanita", "enana" o simplemente "Ali", pero no Alisson. Eso demostró que estaba cabreado.- Este es mi apartamento, es obvio que eso no debería estar ahí, al igual que tú. -Dijo señalándome. -Tampoco deberías estar aquí. Si quieres todo limpio, lo limpiarás tú.
-No, perdona. -Dije ofendida. -Este apartamento es de los dos, por algo lo ha pagado papá.
-No, perdona. -Dijo imitando mi tono. -Este apartamento es mío, tú. -me volvió a señalar. -Te has acoplado. -Mi boca no podía abrirse mas por la sorpresa. Liam hizo un gesto de desentendimiento con las manos y rodó los ojos. -Por cierto, esta noche vendrá un amigo, si no te importa.. -Abrí la boca para protestar y me interrumpió. -Si te importa, me da igual, va a venir de todos modos.
¿Se puede ser mas idiota? Dios, odio a mi hermano. Odio a mis padres para hacerme venir. Odio al pesado que me rompió el móvil. Odio a Mich por no llamarme.
Dios, ¿Qué haré ahora sin móvil? Lo había olvidado..
-Liam.. -Dije al observar como se iba. Él volvió la vista a mi y asentió dándome la palabra. -¿Me prestas tu móvil? -Frunció el ceño a modo de explicación y yo puse cara de pocos amigos para que cediera. Se encogió de hombros y me lo tendió.
Corrí hasta la que supongo que sería mi nueva habitación. Claramente, no me equivoqué. Todas mis cosas, mis muebles.. Toda mi habitación ha sido trasladada hasta este mugriento apartamento. Suspiré conteniendo mis ganas de llorar ante el bajón de mi rendimiento mediante mi calidad de vida y me senté en mi cama ahora mas pegada a todas las paredes por esta diminuta habitación.
Marqué el número de Mich, la que al segundo contestó.
-¿Liam?- Su voz sonaba esperanzada y, al ser su mejor amiga, noté como su sonrisa se ensanchaba al otro lado del teléfono.
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Don't judge me *COMPLETA*
RomanceSer la hija de un juez no es que sea de su agrado, pero nunca le molestó como para que fuese un problema. Ese problema llega cuando, por casualidad, su camino se cruza con el de Tayler, un joven de la calle, también conocido como delincuente. Casi...