Can be the same love story?

¿Salir?

Elsa

-¿Olaf?

Hemos jugado a las escondidas milones de veces en esta torre, conozco cada escondite en el que Olaf podría entrar y solía ganar este juego. Olaf era mi pequeño muñeco de nieve que amaba los abrazos, y lo hice una noche de Diciembre cuando estaba de muy buen humor. Fue sorprendente la forma en la que tomó vida y dejo de ser una simple escultura de nieve. Esta vez, tengo certeza de que esta encima del armario. Abrí el armario.

-AJÁ!- Dije cuando las puertas del armario azotaron el viento. Aunque como ya sabía, Olaf no estaba allí dentro. Sin mirarlo, sentí su sonrisa de satisfacción seguida por un suspiro de alivio. Con el pie tome la pequeña silla de madera que estaba cerca y subí sigilosamente en ella, para que cuando viera encima...

-¡Te encontré!-Le dije con aire victorioso- Eso hace... 22 para mi. ¿Te parece 22 de 45?

La mirada de Olaf me decía que no quería jugar más, ya sea por aburrimiento o porque gané de nuevo.

-Bien, ¿Qué quieres hacer?- Le dije rindiendome.

-Salgamos-. Dijo mientras su pequeña mano de madera señalaba la ventana abierta.

-Em, no. Sabes que no podemos y que estamos muy bien aquí dentro.

-Siempre hacemos lo mismo Elsa, no seas aburrida. Además Hans no esta...

Lo miré divertida, sus argumentos no iban a convencerme... aunque... he querido salir en múltiples ocasiones. Pronto cumpliré 18 y honestamente estar encerrada en esta torre ya no es muy divertido. Los últimos años (desde que tengo 13) mi padre me dice cosas diferentes, en las que incluye que el mundo exterior es peligroso y que la gente querria usar mi poder y explotar mis habilidades, aunque para mi, tantas veces que lo ha dicho, es real. Las paredes estan llenas y cada tarde lucho por encontrar un espacio para pintar. Es difícil. Mientras tanto, he decidido hacer algunas de las actividades que suelen mantenerme ocupada, tales como: barrer, cada esquina y bajo las escaleras; trapear los mismos sitios; encerar; dibujar; leer; jugar con el hielo... entre otras actividades que me han mantenido ocupada todos los años, y todos los días. Tenía sentido que mis paredes estuvieran muy llenas. Habían espacios en el techo, y solía subirme con buenas montañas de nieve para pintar.

Lo que podía hacer solo con mis manos, ya no me asustaba. No lo controlo del todo bien, pero hago un esfuerzo. Suelo caer hacía atrás en algunas de las altas torres de nieve, por lo que el techo aún está algo vacío. No peleó con mi padre, puede ser un hombre muy bipolar.

Pero, hoy, finalmente las cosas van a cambiar. Cumpliré 18 y tengo la esperanza de que saldré de la torre si uso las palabras correctas para pedir el permiso a mi padre.

Saldré de la torre.

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Hola. Espero les este gustando, y que sigan votando y comentando.

Me gustaría mucho que lo hicieran ya que eso me motiva a seguir. Si tienen alguna pregunta estoy dispuesta a contestarla, pueden escribir en mi tablero o en mensaje privado si lo prefieren.

No olviden que escribo otras historias que me gustaría mucho que leyeran.

Les mando un beso enorme y sigan disfrutando la lectura.