Confrontaciones inevitables

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Tiene que ser una broma... si, una broma de mal gusto.

Esa frase se repetía con creces en los pensamientos de la joven que comenzaba a presentar indicios de despertar, solamente rogaba a cualquiera de las deidades que controlaban este mundo que lo escrito en esa hoja de papel fuera falso. Pero debido a la persona que se lo había enseñado, sabía que no había forma en que lo fuera. Después de todo, quien iba a imaginarse que uno de sus progenitores,  hablando de una manera más clara. Su padre, siempre estuvo a su lado cuidándola y protegiéndola.

Y no sólo eso, también existían pruebas que comprobaban su linaje, no era ni un humano ni un vampiro, era un híbrido. Por tal razón era de esperarse que la base de su alimentación fuera comida humana. Solamente que había un problema, desde que comenzaron a despertar sus poderes y las marcas que comenzaban a recorrer todo su cuerpo, un inmenso anhelo por oler y probar sangre humana comenzaban a hacerse presentes. Pero claro, estaba segura que ella no era del todo un Servamp, ya que no representaba a ninguno de los pecados capitales. Aún así,  tampoco tenía la certeza de llamarse a sí misma un subclase. Porque primero, ella no fue convertida en ningún punto de su vida. Segundo, podía perfectamente congeniar con el ambiente humano, cosa que también podían conseguir los humanos transformados de la melancolía. Y tercero, no le debía obediencia a nadie, biológicamente hablando, si le obedecía a Tsubaki, era porque le tenía respeto y cariño, porque era su hermano mayor.

Si..... porque lo era o mejor dicho lo había sido.

Todas esas interrogantes que se mantenían impregnadas en su mente, una nueva cuestión se había hecho presente. ¿habrá otra persona.... como yo?

– Mikan.... Mikan.....  – poco a poco, sus sentidos comenzaban a despertar, sintiendo en primera instancia como su cuerpo estaba siendo sacudido con delicadeza  – ¿Te encuentras bien?  – fue la interrogante con la que decidió abrir sus ojos, observando con tranquilidad sus alrededores. Por los colores claros y el amoblado se dio cuenta que estaba en una habitación, en su habitación.

– Lo estoy  – fue lo único que respondió dignandose al fin a observar al dueño de aquella voz que en algún momento, había sido la responsable de rescatarle de su propio infierno  – Sakuya .... 

– Estas hecha un desastre  – comentó el peli verde con un tono de voz burlón al mismo tiempo que se disponía a tomar asiento en el borde de la cama, a su lado. Claro que, lo que decía era cierto, sus ojos estaban rojos. Seguramente se debía a que estuvo llorando en lo que llevaba de la noche, también sus ojeras. Le daban un aspecto demacrado a la adolescente.

– y no es para menos  – respondió con una expresión complicada en el rostro, puesto que al despertar. Su cerebro comenzó a recordar todo lo acontecido hasta el momento  – esto.... es real verdad  – le susurró con cierta inquietud en la voz, pero lo único que tuvo como respuesta fue el silencio, cosa que le sirvió para preguntarse si, es que Tsubaki estaba enterado de algo como eso.

Pero dicho momento de silencio, terminó quedando en el olvido cuando la puerta de la habitación fue abierta estrepitosamente mostrando a un azabache con una expresión no muy agradable en el rostro  – Sakuya, déjame un momento a solas con Mikan  – sentenció el servamp con la mirada fija en la fémina.


Genial.... Más problemas.


Fue lo que su mente pensó  en esos momentos mientras el joven simplemente observaba de reojo a la azabache tras desearle un silencioso suerte aún sabiendo que no sería la única persona en estar en problemas y con ello decidió desaparecer de la vista de los dos presentes de una vez por todas dejándolos completamente solos. Así mismo, la actitud del 8vo servamp era apasible pero desprendía mucha autoridad, suspiro derrotado mientras se acercaba a la menor hasta el punto de sentarse en el borde de la cama justo como lo había hecho minutos antes su subclase, solo que del lado contrario de la cama.


Estaba segura de lo que le diría el mayor.


Podrías decirme Mikan.... ¿Qué hacías afuera cuando te pedí que no salieras porque era peligroso? – sabía incluso para si mismo que se estaba estaba conteniendo al hablarle de esa manera porque estaba molesto, no sólo no quería que ella supiera de sus planes de guerra, aún cuando ella ya le había prometido lealtad. Sino que también debían cuidarse de las espaldas del grupo de perros del C3 – no entiendes que si hago estas cosas, las hago porque te quiero y quiero lo mejor para ti...?

– entiendo lo que dices Tsu...-nii –pronunció su nombre con un poco de dificultad, sabiendo que no era la manera correcta para dirigirse a él – pero el encierro no es la mejor solución, no como si fuera alguna especie de animal – le recriminó frunciendo el ceño – estas actuando como la mayoría de los adultos del C3..... ¡¿estás ocultandome algo no es así?! – en poco menos de unos segundos empezó a subir el tono de su voz, en estos momentos tenía muchas cosas en su cabeza, de las cuales solo quería obtener las respuestas a como diera lugar – o es que acaso el hecho de ser tu hija es tan desagradable como para no decirme la verdad? – escupió esas últimas palabras con todo el desprecio que pudo demostrar.

Tales acusaciones provocaron que el azabache se levantase de la cama antes de llegar a hacer algo de lo que después podría arrepentirse, porque no iba a permitir que hiciera tal comparación de su persona con aquellos asquerosos humanos, pero antes de volver a abrir su boca sus últimas palabras hicieron eco en su mente ..... el hecho de ser tu hija.... ¿de que demonios estaba hablando?. Esas declaraciones le dejaron estupefacto ya que no tenia ni idea de lo que estaba hablando ella. Por lo que, asimilando la situación, Mikan decide explicarle con mejores detalles lo que había ocurrido cuando había convencido a Sakuya de que salieran del hotel. Quería observar en cualquier dirección menos en donde se encontraba su padre, cosa que fue lo suficientemente  buena ya que estaba comenzando a preguntarse donde había quedado tal papel.

– y donde se supone que está dicho papel? – le preguntó a la joven con creciente desconfianza.

Aquí

Susurró la joven tras pasarle esa hoja de papel algo arrugada pero que permanecía en un estado decente y se encontraba  hasta hace unos momentos en la mesa de noche al lado izquierdo de su cama. Las palabras más  resaltantes de aquel documento eran.....


NECESIDAD DE ANIQUILACIÓN.


Ahora tenía sentido el porque era tan temida y del porque aquellas personas que llegaba a apreciar, debían acabar con su vida.

– Esto es absurdo – fue lo único que mencionó Tsubaki con la mirada nublada tras haber examinado con detenimiento aquel pedazo de papel, el cual le había ayudado a resolver algunas dudas, pero también  le había dejado con un mal sabor en la boca, por lo que decidió abandonar la habitación aún con el papel en mano – haz lo que quieras – fueron sus últimas palabras antes de abandonar por completo la habitación y que de la puerta apareciera de nueva cuenta el peli verde con una expresión de preocupación por la expresión de su novia.

Esas palabras le habían dolido en lo más profundo de su ser, quería irse de allí a como diera lugar y con ello en mente se fue en dirección a la ventana dispuesta a irse, pero fue detenida al sentir un agarre en su antebrazo, sabiendo de quien se trataba  sólo le pidió algo de espacio. Necesitaba estar sola, él  la comprendía y por ello no hizo nada en detenerle, tan solo le entregó su máscara de zorro y le hizo prometer que volvería.


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Hace poco había  tenido un sueño donde había actualizado todas mis historias, y creo que. Ya tengo la inspiración necesaria para continuar así  que nos seguiremos leyendo, muchas gracias  por la espera. Si tienen algo que acotar, con gusto me gustaría leer sus comentarios!


Hasta la próxima.

Mi-chan.

Misono y Tu ~ Thanks All Of Love † SerVamp †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora