Hospital
┈┄┈┈┄┈┄┄┈❀┈┄┈┈┄┄┈┄┈—Bien. Entonces, ¿a qué hora llegará todo al hotel? —le preguntó NamJoon al encargado.
Había decidido que esa sería la ultima tienda a la que entraría, y que ahora, quizás ir al parque con JiMin sería una buena idea.
—A las cinco de la tarde, señor Kim. Son muchas cosas y debemos cerciorarnos de que todo vaya en orden. —respondió el empleado, con una sonrisa.
—Esta bien. Si yo no estoy a esa hora, pida en recepción que suban todo al penthouse, los empleados del hotel se encargaran del resto. —finalizó el moreno.
El joven hizo una reverencia de confirmación, y posteriormente, NamJoon salió de la tienda, seguido de cerca por los pequeños pasos del pelinegro.
Kim había comprado muchas cosas para el menor: camisas, poleros, pantalones, vaqueros, zapatos, zapatillas, incluso lociones humectantes para ayudar a que las marcas del cuerpo de JiMin desaparecieran más rápido, y también, para que no quedasen marcas en su piel.
Pidió que llevaran todas sus compras al hotel porque no le apetecía cargar todas esas bolsas, tampoco permitiría que el pelinegro lo hiciera, eso sin mencionar que aún cuando los dos intentasen cargar todas las compras, les sería imposible porque eran demasiadas.
NamJoon no lo notó, pero exageró un poco a la hora de escoger cosas lindas que se verían bien y traerían una sonrisa al hermoso rostro de JiMin.
¿Porque quien necesitaría más de setenta camisas diferentes y al rededor de cincuenta y dos pantalones y short de tela?
Aunque tampoco reparó mucho en ello, ya que uno de sus más grandes hobbis era salir de compras, y siempre compraba más de lo necesario.
Las lociones fueron su idea y escogió sus aromas favoritos: coco y avellanas, vainilla y extracto de miel, frutos rojos y yogur, y su preferido, fresas con almendras.
• • •
NamJoon estaba mirando su reflejo en los baños del centro comercial, se sentía un poco cansado, y a la vez, un tanto fatigado, también sentía que su orgullo y fortaleza estaban un tanto rotos desde la llamada de YoonGi.
Y había entrado a los baños del centro comercial precisamente para despabilarse un poco, cosa que al parecer no estaba logrando.
Nunca pensó que sería capaz de quebrarse de esa manera, pero también sabía que algún día pasaría, ya que era inevitable. Porque existen cosas que no podía sobrellevar para siempre, y aunque lo intentara, terminaría fracasando al final.
Abrió la llave del grifo y se mojó el rostro varias veces con el agua helada, era su intento de recuperar un poco el aliento. Miraba su reflejo constantemente, queriendo encontrar una gota de alivio en él.
Verse como aquel NamJoon de hace cinco años: fuerte, orgulloso, capaz y feliz.
—Al diablo... —escupió con molestia.
Ese NamJoon ya estaba muerto.
No encontró esa fortaleza que solía tener, y resignado, se secó el rostro con la manga de su chamarra, poco correcto, pero al final, muy efectivo.
Suspiró dándole una última oportunidad a su reflejo, esperando que aquel espejo le dijera que todo estaría bien, sin embargo, éste solo parecía decirle "todo se terminó", sonaba exagerado, pero era lo único que veía. Suspiró una vez más, bajando el rostro con resentimiento, y se dispuso a salir del baño, pero el vibrar de su celular lo detuvo. Lo sacó de su chamarra y deslizó la pantalla con muy pocos ánimos.
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Help Me. 남민 [NamMin] EDITANDO
RomanceJiMin buscaba una forma de terminar con todo su sufrimiento, no podía pedir ayuda, así que simplemente se rindió. Quería suicidarse, pero lastimosamente él no era el único sobre el puente Mapo a esa hora de la madrugada.