Salvajes

Derecho a guardar silencio

-¿Porque lloras mami?

-Por nada Mei, tengo algo que decirte, tu papá... Tuvo que irse muy lejos y él

- Mi papá murió, lo vi en la tv. peleaba con unos malos y lo mataron.

Mi madre acarició mi mejilla y me miró compasivamente, me envolvió con sus brazos y lloró desconsolada por un largo rato. Mi cara se hundió en su negra melena y mis pequeñas manos palmeaban su espalda. Sabía que papá había muerto pero, cuando eres tan pequeña no comprendes la profundidad de la muerte.
Mi mentalidad visualizo a papá como un ángel que subió al cielo con todo y uniforme y que ayudaría a Dios a que los malos que morían no pudieran entrar al cielo, pero mi madre lo sentía muy diferente, papá era el gran amor de su vida y sin él, ella estaba vacía.

- Pero, ya verás mi nena, que saldremos adelante. Tu y yo contra el mundo mi Mei.
........
Durante el sepulcro mi madre no pudo más y mostró el inmenso dolor que sentía, mi padre yacia en el fondo de la fosa y se lanzó abrió el ataúd y abrazó el frío cuerpo de papá. Sus lágrimas brotaban incontenibles y lloraba con gritos gemidos y sonidos ahogados.
Sus brazos lo sujetaban con fuerza pegandolo a su pecho mientras le gritaba que lo amaba.

La gente se conmovió tanto por la escena que quien pudo, se abrazo a otro y lloraron de la misma forma en que mi madre lo hizo, yo solo miré a mis padres que por última vez estarían juntos almenos en este mundo.
Frente a mi, una pareja rubia con dos niños igual, de rubios y un hombre de cabello claro pero que sonreía con satisfacción.

Los meses siguientes mamá se convirtió en lo más parecido a un zombie, no comía, no dormía, bebía demasiado y lloraba hasta quedar inconciente, varios amigos la visitaban en especial dos, ambos eran de aspecto similar la misma estatura y el mismo tipo de cabello, ambos con ojos celeste y piel blanca, pero sus facciones eran distintas uno miraba a mamá como un lobo hambriento, siempre hacia por tocar sus manos, abrazarla añadiendo una caricia maliciosa y se acercaba a su rostro, la forma como la miraba era insana y si ella le daba la espalda miraba su trasero y lamia sus labios,el otro sin embargo era gentil, con una mirada dura pero... La forma en que se acercaba a mamá era diferente. Mamá decía que esos dos eran amigos de papá y que venían para cuidar de nosotras, pero uno de ellos no me agradaba.

Una noche los gritos de mamá me despertaron ,me asusté y me oculte detrás de unos peluches que estaban en el rincón. Pude distinguir la voz de un hombre que le gritaba a mamá.

- ¡CALLATE!, Ahora dices que no pero después me pedirás más.

No vi lo que ocurría pero escuché varias cosas caer en el cuarto; mami seguia gritando -¡No!

Los gritos de mamá se convirtieron en llanto y los gritos del hombre en gemidos y jadeos. Mi cuerpo temblaba de miedo y lloraba por ser tan cobarde y no ayudar a mamá .

-Debo ayudarla

salí de mi habitación en silencio y bajé por las escaleras, mis pies descalzos sentían el suelo helado y ese frío subía por mi espalda, sentí que en cualquier momento ese hombre me atacaria por la espalda y me mataría.
En la cocina tome un cuchillo y nuevamente subí, cada escalón que pisaba aumentaba el latir de mi corazón y ese sudor frío seguia recorriendo mi cuerpo.
Los gemidos del tipo se hacían más rápidos y más fuertes y mamá lloraba cada vez más, cuando llegué a la puerta y la habrí, un último y largo gemido salió de aquel tipo que estaba de espaldas a mi y sobre mamá a quien tenía boca abajo sujetando sus brazos tras su espalda.
El hombre del cual no pude mirar su cara se recostó sobre mamá, ella seguia llorando.