Confusión

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Adrien salía a toda prisa de su casa colocándose el saco mientras corría y hacia su auto.

- A todas las unidades cercanas al Museo del Louvre, diríjase de inmediato a ese punto. Órdenes del Sargento Agreste.

A toda toda velocidad aceleró su auto para llegar lo antes posible al lugar del robo.

La teoría de su hermano sobre que la pintura aún seguía en el museo lo obligó a regresar a la escena del crimen de inmediato.

- ¿ Como no lo pensé, dónde o como pudieron esconderla?

Al girar en una esquina se topó de lleno con una calle saturada de autos.

-¿ Que? ¿ Porque? N... No importa

Giró el volante buscando otro camino pero de nuevo el paso estaba obstruido, los semaforos no funcionaban y todo parecía conspirar en su contra. No tuvo más opcion que estacionarse y caminar hasta el museo, resultó que en el auditorio Louvré una obra de teatro se presentaría esa noche.

- ¡MALDITA SEA, COMO ES POSIBLE QUE TRAS LO OCURRIDO NO CANCELARÁN EL EVENTO! .

Cuando por fin llegó al museo se dirigió rápidamente a la zona donde desapareció aquel lienzo y dio instrucciones a los ahí presentes.

- Es posible que la pintura siga aquí. Busquen cualquier indicio, revisen cada milímetro y llamen al especialista.

Cerca de una hora había transcurrido cuando llegó un joven de apariencia relajada.

- Buenas noches Sargento, llegó su especialista en robo de arte. ¿En que le puedo servir?

El rubio lo miró de pies a cabeza, el joven para nada tenía facha de profesional, un joven de máximo 19 años, apenas perceptible, de corte cuadrado, gafas y pantalones con tirantes .

- Buenas... Noches, ¿ cual es su nombre?

Preguntó mostrando cierto repudio

El chico cambió su cara sonriente por un gesto serio.

- Lamento no ser lo que esperaba quizá quiera a alguien blanco ¿No?

Dijo tras la desagradable reacción del Sargento.

- Disculpe esque, creí que enviarían a alguien mayor como hace unos días.

- Si, lo mismo pensé yo cuando me hablaron de un supuesto Sargento.
Soy Max Kantè.
A sus ór-de-nes, el sujeto a quien enviaron antes, está en otro caso de robo así que aquí me tiene.

- Am... Lamento mi reacción, verá, esto es...

- Se de que se trata, recibí su reporte así como los videos de las cámaras de seguridad y lo de su teoría sobre el paradero de él lienzo así que con permiso empezaré a trabajar.

Aquel joven alejó a todos los guardias de la sala, se colocó un overol blanco y con una maleta llena de herramientas se dio a la tarea de escudriñar cada centímetro del área.

- Muy bien todos ustedes tracen un perímetro de 300 metros y que nadie pase. Cuando digo nadie es nadie ¡¡¿ENTENDIDO?!!

El estresado rubio se apartó del área y salió para fumar un poco. Sentía una terrible presión y estrés que necesitaba liberar.

Al salir, la multitud se había disipado quedando unas cuantas personas que llegaban tarde al evento del auditorio.
Entre ellas pudo ver una cara conocida.

- Ella es...

Se trataba de aquella chica huraña de la preparatoria a la que fue unos días antes. Ella parecía esperar a alguien pues miraba a varias direcciones y después checaba su reloj. El rubio la observó por unos instantes y sintió el impulso de acercarse a ella.

Salvajes Where stories live. Discover now