Una chica que ha sufrido los peores horrores en manos de un sádico hombre y tras escapar, busca iniciar una nueva vida en París.
- Nada puede ser peor que esto. Nadie volverá a lastimarnos.
Marinette y su gran amigo Nathaniel se esfuerzan por dejar...
Marinette estaba sentada en la orilla de la cama de la enfermería. Una enfermera le ayudaba a bajar la hinchazón de los golpes que había recibido y limpiaba su rostro de la sangre que el impacto liberó.
En la habitación un hombre de gran estatura, piel morena y marcas en la cara a quien Marinette ya había identificado como "Stromp" del escuadrón de Tikky, la vigilaba, afuera de la enfermería otro hombre delgado cuidaba la la entrada. Adrien llegó corriendo y entró a la habitación.
-¡MARINETTE!
La enfermera se retiró.
-¡¡¡¿En que demonios estabas pensando?!!!!
Marinette levantó la cara y sonrió, estaba herida y su ropa manchada de sangre Adrien se conmovió al verla
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-Te diré que no estaba pensando.
-¡Ese hijo de puta lo va a pagar, no hace falta que te arriesgues!
-Ya estoy aquí, tú estás aquí y supongo que tu plan sigue ¿no?
Adrien levantó la vista hacia el oficial presente.
- Oficial, puede retirarse.
-Lo siento teniente pero tengo órdenes superiores.
-¿¡Órdenes de quien!?
Preguntó Adrien encarando al enorme oficial que sonrió ladinamente.
-¡Adrien! no importa, no compliques las cosas, de cualquier modo no puedo irme, estoy detenida de formar oficial.
Adrien escaneo al gigantesco o hombre frente a él y regresó con la chica.
-Tranquila pronto todo esto terminará. Iré a verte en un rato. No hables con nadie ¿ok?
-Tranquilo teniente, estamos aquí para cuidarla
Dijo el uniformado
-Son los chicos nuevos ¿No?
El oficial asintió.
-Muy bien. Cuídela... por favor.
Adrien salió de la habitación y en el pasillo Félix lo esperaba.
- ¿Como está ?
Adrien siguió de largo y Félix se dispuso a entrar pero el oficial en la puerta lo detuvo.
-Ya vienen en camino, ella está a salvo y ustedes deben cumplir su parte. Mi compañero y yo nos encargaremos de todo lo que corresponde a ella.
Félix escuchó sin voltear a verlo y soltó la perilla para seguir a su hermano hasta su oficina
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Marinette estaba en la celda abrazando sus rodillas. Del otro lado de las rejas los dos policías la custodiaban.
