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Salimos del departamento de Paolo hasta nuestro hogar, y Loy se mantuvo inexpresivo y en silencio todo el camino.

Apenas llegamos lo hice sentar en el sofá de la sala y me acomodé frente a él, le hice cariño con ternura y le pedí que me contara algunos recuerdos.

—Loy... ¿Sabes quién soy, verdad?

—Lo sé... eres mi novio —respondió y yo suspiré aliviado.

—Quiero que recuerdes todo. ¿Puedes hablarme de cuando eras niño y vivías en casa de tu padre? —le pedí.

—No lo recuerdo... "Sellaremos esta parte de tu memoria"... —dijo de pronto empezando a pestañear rápido nuevamente.

—¿Quién dijo eso? —quise saber.

—El doctor...

—¿Qué edad tenías cuando dijo eso?

—Cinco años.

—¿Sabes cómo se llama el doctor?

—No sé su nombre, pero yo le digo doctor sueño.

—¿Por qué lo llamas así?

—Porque me hace dormir...

Pensé que esta vez sí podría hallar respuestas; estando en este estado Loy sí se recordaba de algunas cosas, aunque por lo visto no de todas, pero tenía que intentar descubrir lo más que pudiera.

—¿Recuerdas cómo eran las sesiones con ese doctor? ¿Puedes contarme lo que hacían o lo que te decía? —pregunté con algo de temor de saber.

—Creo que repito frases —musitó inseguro haciendo gestos de intentar recordar—  y olvido cosas...  —agregó poniendo cara temerosa, para luego quejarse adolorido y tomarse la cabeza con ambas manos y yo me asusté mucho de verlo así.

—¿Loy? ¿Estás bien?

—Me duele... No debo recordar...  —dijo y empezó a pestañear rápido de nuevo—  "Esta es la última vez que nos vemos  —se irguió y empezó a decir con rostro inexpresivo—,  serás el niño perfecto; moldeable al gusto de quien te cuide; aunque también podrías ser un arma o cualquier cosa según quien te utilice; espero que siempre estés en buenas manos, y lamento arrebatarte tus anhelos infantiles, aunque no lo notarás siquiera..."   "...Señora Leonor, su hijo está listo; los cambios serán perdurables en el tiempo; sólo trate de no darle el control sobre él a otras personas...  si quiere hacer algún cambio en él ya sabe que palabras usar, y si quiere que olvide algo sólo use la programación que le di, y por favor; trate de darle una buena vida... no lo utilice como un objeto."  "Gracias doctor estoy segura que será un hijo ejemplar; el que mi padre espera que sea."  —Loy terminó de hablar y se desmayó sin más.

Ese recuerdo que él tuvo de las palabras del médico y de su madre, me confirmaron lo que ya creía; habían palabras que activaban los cambios y probablemente palabras que lo hacían olvidar, pero aún no sabía cuáles eran esas palabras.

Acomodé a Loy en el sofá y le tomé el pulso y la respiración para asegurarme que fueran normales. Y me dediqué a buscar el nombre del conferencista que dio la charla que promovió todo lo que acontecía ahora; pues fue en esa ocasión en dónde de alguna forma Paolo logró que Loy lo obedeciera, por lo que tenía que ser algo que aquel psicolingüista dijera en su conferencia la que uso como frase, y que tal vez había estado provocando todos los cambios y regresiones de Loy... necesitaba hablar con ese hombre.

Pasaron unos quince minutos cuando Loy reaccionó, se sobó la cabeza y me miró sonriendo.

—He tenido sueños muy extraños...  —me dijo.

Criando A Mi NovioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora