Criando A Mi Novio

08

            Pasaron tres días y él no había vuelto a cambiar, y de alguna forma parecía que volvíamos a acercarnos un poco nuevamente, tal vez porque lo hacía enfadar rompiendo sus esquemas y rutinas, sacándolo de sus continuos hábitos, buscaba distraerlo de una u otra forma; era como en el principio, cuando apenas nos estábamos conociendo.

Lo convencí de que viéramos una película y simplemente buscamos en el tv cable alguna que estuviera recién empezando, esta iba por la mitad cuando en medio de una escena de la misma repitió uno de los diálogos y se perdió nuevamente.

—Te obedeceré... desde ahora estaré enamorado de ti... —dijo mirando al vacío, y luego comenzó a quitarse la ropa y se quedó de pie desnudo y quieto.

Lo quedé mirando perplejo... ¿Qué rayos había sido eso? Traté de hacerlo reaccionar, pero fue inútil, era como si estuviera recordando algo o reviviendo algo más en su mente; pero esto era más escalofriante que el se comportara como un niño, pues parecía que alguien controlaba sus actos.

Se recostó estirado en el sillón y comenzó a masturbarse, sin mostrar expresión alguna en el rostro, luego se sentó y abrió la boca y se quedó así un rato, mientras yo lo observaba completamente atónito. Poco después se acomodó en cuatro patas sobre el sofá, y un instante después estaba sollozando silenciosamente, manteniendo la postura, perdido en su mente, para finalmente decir: "No recordaré nada de esto", y se desplomó inconsciente.

Lo vestí como pude y lo acomodé en el sofá nuevamente para que estuviera más cómodo, al mismo tiempo que divagaba sobre lo que él había hecho... ¿Eran recuerdos? ¿O Alguna fantasía? ¿Lo habría vivido de niño o siendo más grande?... ¿Había sido violado? Mi cabeza se llenó de conjeturas. Luego simplemente vi pasar los minutos preguntándome qué Loy era el que iba a aparecer ahora.

Esta vez pasó más de una hora y él no volvía en sí; yo ya estaba con los nervios de puntas.

Dos horas... Tres horas... pensé en pedir la ambulancia, pero Loy tenía la apariencia de dormir profundamente... ¿Tal vez no estaba desmayado? ¿Estaba dormido?

Al final opté por tomarlo en brazos y llevarlo a la cama, lo cubrí con las mantas y me recosté a su lado, lo abracé y le hice cariño en su rostro, se veía tan sereno así.

Al poco rato reaccionó, se desperezó en la cama y volteando hacia mí me miró extrañado con una graciosa sonrisa.

—¿Dónde estamos Brandon? No sé porqué me siento tan desorientado... —dijo y trató de levantarse.

—¿Estás bien Loy? Es mejor que te quedes en la cama; además, ya es de noche.

—¿Es un hotel? ¿No recuerdo cuando me trajiste aquí?... Pero si es de noche debería regresar a casa; mamá ya debe estar preguntándose por mí; apuesto a que tengo más de algún mensaje de ella en el teléfono —comentó sonriendo, buscando el celular con la mirada.

—¿Cuántos años tienes Loy? —pregunté temeroso de saber su respuesta, aunque intuía qué iba a decirme.

—Pero si ya lo sabes; estuviste en mi cumpleaños hace poco; tengo ahora la misma edad que tú: 17. ¿Por qué me estás haciendo esa preg...? —iba a decir y guardó silencio de pronto observándome con atención—  ¿Q-qué te pasó? ¿Porqué luces así? ¿En qué momento creciste tanto?

—Ay, Loy...  —suspiré—.  Creo que estás confundido de nuevo... ahora tienes 21 años y vivimos juntos.

—¿Cómo? Sabes que odio las bromas, Brandon; sé que te gusta molestarme, pero creo que esta vez te estás pasando de la raya...