Hermanos Rosemberguer

5K 274 31
                                    

I

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

I

Nueva Orleans XVIII

Las más oscuras historias y leyendas ocurren aquí, en Nueva Orleans. En cada esquina encontrarás una fábula distinta, lo sobrenatural es algo que no sorprende del todo a los residentes pero asombra de más a cualquier visitante. El vudú, las brujas, los fantasmas, la magia negra y en especial los vampiros...


En las aguas del río Mississippi, a pocas horas de que el sol se oculte llega al puerto un gran barco europero, cargado de esclavos, joyas, oro y varios inmuebles.
Los habitantes miran curiosos, la excentricidad y los lujos que desembarcan no puede ser nada más y nada menos que de alguna familia adinerada o de la realesa. Varios baúles llenos de ornamentación y pequeños diamantes guardan las pertenencias más delicadas. Sin duda aquello fue un lujoso espectáculo de entrada.

Arrastrado por tres caballos negros espera el carruaje y el jinete que llevará a los señores que acaban de desembarcar. Los hermanos Rosemberguer, son dos jóvenes adinerados de piel tan pálida como la nieve limpia, sus ropas eran chaquetas de dandy, corbatines de seda, suaves abrigos grises, guantes y capas negras y pese a sus diferentes aspectos y de no llevar la misma sangre han estado juntos por muchos años.

El primero en subir al carruaje es Sasuke Rosemberguer, un caballero muy aficionado a las damas, visto con frecuencia con alguna hermosa mujer del brazo. Su aspecto encantaba a cualquier ser, su pálida piel contrasta al muy oscuro de sus ojos y cabello largo atado con una coleta baja.
El hombre que lo acompañaba, era Naruto Rosemberguer, sus cabellos rubios y ojos potentes de tonos azules daban algo de color a sus atuendos. Llevaba siempre un libro en sus manos, la lectura lo apasionaba, podía leer horas hasta que el llegue el alba, siempre contando alguna historia, de sirenas, duendes y minotauros. Su forma de ver la vida era incluso desconocida para si mismo, un día podía verse alegre y otros silencioso y solitario.

-Estupenda vista ¿no crees? - exclamó Sasuke abriendo a la par las colosales y espesas cortinas de la gran sala de lo que era ahora su nuevo hogar.

Naruto sólo lo escuchó pero no respondió a su pregunta retórica, acomodaba una pila de libros que esperaba no se hayan estropeado con el viaje.

-¿Qué esperas para responder? - volvió a exclamar Sasuke con poca paciencia a la mucama esclava que pasaba ordenando las cosas como los demás empleados - Ya que Naruto se limita a sus fantasías encerradas en las gruesas pastas de sus libros

-Es una vista hermosa señor - respondió la muchacha intimidada sin mirarlo a los ojos

-Qué aburrida, vete ya - ordenó señalando con el índice la puerta mientras caminaba a donde estaba Naruto -¿Vas a seguir enfadado?

-Venir hasta aquí fue tu idea, deberías estar más que complacido con ello y no molestarte porque no respondo a tus preguntas Sasuke - respondió el rubio mientras se sentaba en el sofá de seda por fin a descansar.

Sasuke sentía tal pasión por Shakespeare, aunque a menudo dormitaba en las óperas y se despertaba justo a tiempo para invitar a alguna dama encantadora a una cena tardía durante la cual usaría toda su habilidad para conseguir que ella se enamorara locamente de él y luego la despachaba violentamente al cielo o al infierno.

-No hay que asentarse en un mismo lugar, bien lo sabes ¿te imaginas vivir toda una eternidad en el mismo sitio? Una y otra vez, sólo viendo los días pasar, habiendo tanto mundo por conocer y explorar, rayos creo que ya estoy empezando a sentirme hambriento.

Sasuke se sentó frente a su hermano y tomó una de las copas de vino vacia que reposaba sobre el taburete, si no comía su piel perdía aún más color y sus ganas de ir a casar incrementaban

-Hay muchas nuevas jovencillas aquí, ve y disfruta de alguna

-Lo dices como si no quisieras hacerlo tu también, que pesada actitud traes hoy para variar.

No podían olvidar lo que realmente eran, depredadores, asesinos. A Sasuke le fascinaban las mujeres adineradas, decía que eran las más puras y limpias, le gustaba mantener una buena platica antes, conocerlas y besarlas a tal punto que ellas lo deseen, decía que así el sabor de su sangre era más dulce.

-Se te da fácil - contestó Naruto

-No planearas beber sangre de algún animal, estás demente

-Iré a mi ritmo - sonrió, sus ojos azules se clavaron en los suyos como diciendo "espera y veras"

Los vampiros sólo se limitaban a beber sangre, sangre fresca de seres vivientes. Pronto la cocina de la mansión se llenaría de polvo. Los empleados sólo tenían permitido ingresar cuando ellos daban la orden, lo que eran en realidad nadie lo sabía, sus esclavos podrían sospecharlo pero el miedo que causaban sus presencias los hacían detenerse y continuar sólo con sus labores.

-Saldré, solo espera aquí - el pelinegro se puso de pie, acomodó su capa junto con sus guantes y se perdió en la oscuridad de la noche.

La luna siempre era testigo de sus actos, mirando silenciosa y discreta. Sasuke en realidad no tendría que buscar presas, ya que ellas se lanzaban a él coquetas y dispuestas.
Nueva Orleans era habitado por muchas damas adineradas y de buena familia, pero aquella noche Sasuke llevó a dos hermosas prostitutas a casa.
El corsé entallaban sus cinturas, reían juguetonas mostrando sus encantos, mientras los tacones de sus botas marcaban el paso.
En la ya vacía sala de su mansión, sobre el sofá una de las mujeres no dejaba de besar impaciente Sasuke por donde sea que aterricen sus labios, mientras que la otra mujer sólo reía y bebía el vino tinto de su copa.

-¿Acaso podrás con las dos? - se burlaba la más coqueta.

Sasuke la tomó de la cintura y bajó su vestido, desnudando su pecho y empezó a besarla con tan sensualidad, ella correspondía gustosa, mientras que la otra se limitaba a seguir bebiendo sin prestar mucha atención. Su piel era suave y no dudó mostrar sus colmillos y enterrarlos en ella, un pequeño grito de dolor brotó de sus entrañas, el cual Sasuke cubrió con una de sus manos. La respiración de la mujer se acortaba a medida que él bebía. La vida volvía a su piel, era lo que necesitaba, deseoso la bebió tanto como pudo hasta que el corazón de la mujer dejó de latir.

La sangre manchaba sus dientes y se regaba con su barbilla. La otra mujer volteó, y allí la vio, con los ojos abiertos como platos, el cuello ensangrentado, inerte. No dudó en gritar del horror, Sasuke la veía tranquilo y sin prisas, incluso parecía que sonreía. La mujer corrió hasta la puerta en un vano intento de escapar. Al no tener éxito su desespero incrementaba y sus gritos rompían la calma pidiendo socorro.
Naruto bajaba la escalera para encontrarse con tal escena, no era la primera vez, estaba más que acostumbrado. Más sin embargo preguntó que sucedía. La ansiosa mujer corrió donde él en ayuda. Posó ambas manos en el pecho del hombre que ahora tenía en frente, sus ojos azules la miraban inquietos, y como un depredador la apegó a su cuerpo y mordió su cuello; bebió tan rápido como pudo fingiendo que no la oía sufrir y pedir misericordia, hasta que también murió.

-Qué escandalosa - bufó Naruto caminando hasta donde estaba Sasuke que presenció con placer todo el espectáculo, mientras la mujer caía muerta sobre la alfombra.

-Pero muy costosas - respondía Sasuke mientras con sus colmillos mordía el brazo de la mujer que tenía a sus lado y llenaba la copa con la sangre que esta derramaba -No niegues que te divertiste, estamos en Nueva Orleans Naruto, esta fue nuestra bienvenida.















. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Aquí yo con otra nueva historia aprovechando de que sigo en vacaciones de la universidad. Espero sea de su agrado. Es una historia como Royals, poco convencional y sangrienta para cambiar a nuevos mundos y no siempre leer de lo mismo.
Saludos y besos ♥

Emperatriz / NaruHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora