°40°

5.1K 362 6
                                    

Un mes después

   Despierto sintiendo un fuerte dolor en mi abdomen baja, se siente horrible, es insoportable. Remuevo el hombre de Demian haciendo que de despierte, abre los ojos tardando en enfocarme.

—¿Qué pasa?—Sus ojos muestran preocupación al oírme soltar un gritito de dolor.

—Ya viene—Dejo una mis manos en mi vientre bajo.

   Sus ojos salen de orbita al escuchar mis mencionadas palabras.

—¡Haz algo, Demian—Grito apretando los dientes fuertemente.

—Tranquila, amor—Sale de la cama poniéndose de pie, se acerca al sofá tomando el bolso, que se encuentra preparado para cuando llegara el día, y se lo cruza en la espalda —Ven—Me hace salir de las frazadas y coloca un brazo debajo de mis rodillas y el otro en mi espalda—. Sujeta fuerte mis hombros—Pide y así lo hago.

(...)

—Ahhh. Siento morir—Aprieto fuerte la mano de Demian.

   Ya llevamos una hora en la clínica del doctor Casper.  ¡Una puta hora!

    Demian condujo como un loco hasta aquí mientras yo no paraba de gritarle mientras le escribía mensajes a Jane intentando comunicarle que voy a dar a luz, hasta que contestó indicando que ya venía para acá.

     En este momento no puedo decir que este disfrutando, sin embargo,  una parte de mi se siente emocionada y ansiosa por la llegada de mi cachorro. Nunca me imagine encontrarme en estas condiciones, a solo unos minutos de ser mamá. Cuanto me gustaría que mis padres estuvieran aquí, o al menos, los padres de Demian que de seguro deben de estar volviéndose locos esperando noticias o viniendo hasta aquí.

—Me duele demasiado. Necesito sacar este bebe de mí—Digo con dificultad. Casper se mueve a todos lados arreglando todo para el momento del parto.

—Solo te faltan dos centímetros,  Harmony, tu puedes con esto—Me anima una de las enfermeras.

—Así es, amor, tu puedes—Me da ánimos, Demian.

—Yo puedo—Sonrío asintiendo.

—Tu puedes—Deja un beso en mi frente, sudada.

—Yo puedo—Grito al sentir llegar una contracción.

—Vas a poder, dulzura—Alienta mi hombre, al que no quiero golpear en este momento por hacerme pasar este dolor.

—No voy a poder—Lloro fuerte, sintiendo como mis mejillas se mojan por las lágrimas que salen de mis ojos sin césar—  ¡No voy a poder, Dem!.

—Amor—Coloca sus manos a ambos lado de mi rostro mientras me mira a los ojos con una expresión de súplica, amor y necesidad de tener a nuestro hijo con nosotros—, vas a poder hacerlo, tienes que traer al mundo a nuestro pequeñito—Asiento lentamente limpiando el rastro de  lágrimas—. Te amo—Deja un beso casto en mis labios—. Los amo.

—Vamos a sacar a este bebé,  Harmony.

Una horas después

    Abro mis ojos con dificultad, se sienten pesados. Intento moverme pero mi cuerpo me lo impide, pareciera que tuviera rocas sobre mí.  Término de abrir los ojos al caer en cuenta de que hace unas horas tuve a mi bebé, eso hace que me sienta feliz.

Necesito verlo.

—Harmony—Volteo, a la puerta,  encontrando a Demian de pie recargado en el marco con una pequeña manta en sus brazos. Empiezo a llorar imaginando que es nuestro hijo, mientras él se acerca lentamente como si tuviera miedo de que algo se rompiera mientras lo hace. 

—¿Es él?—Pregunto bajito intentando no hacer ruido. Demian asiente mientras acerca su dedo índice al interior de la manta—¿Me dejas ver?

—No le podría prohibirle a mi hijo ver, por primera vez, a la hermosa madre que tiene—Lo deja en mis brazos.

    Es tan hermoso que no puedo reprimir mis lágrimas. Es mi bebé. Paso uno de mis dedos por su pequeño rostro sintiendo lo suave que es a mi tacto, sus labios son pequeños al igual que su nariz, puedo observar que sus ojos tienen un aspecto más grande.

—Necesito verle los ojitos—Susurro sintiendo el rostro de Demian cerca del mío, observando cada uno de mis movimientos.

—Tampoco se los he visto—Confiesa.

—¿Crees qué...—Antes de que termine mi frase me quedo pasmada al ver lo más hermoso que he visto en mi vida. Sus ojos son azules, un azul oscuro acompañado de unas pestañas espesas de tono castaño al igual que el poco cabello que tiene—. Gracias, mi amor—Digo, a Demian, sin dejar de observar a nuestro bebé.

—Joder, mi hijo es muy hermoso. Al igual que sus padres—Dice orgulloso. Rió un poco. El bebé esta pequeño,  pero puedo asegurar que se parecerá mucho a Demian.

—Hola, mi vida—Susurro cerca de su, pequeño, rostro—, mami esta aquí —. Una de sus manitas se aprieta alrededor del dedo índice de Demian. Sonríe, con sus ojos aguados. 

—Papá, también.

—Ezla Blackforh Ivanoh—Acerco a Ezla a mi pecho dejando que su oído escuche los latidos de mi corazón.

—Me gusta, se escucha muy bien—Asegura mientras pasa una mano por la manta, como si lo estuviera acariciando. Sonrío.

—Mami, es una genio, Ezla—Susurro cerca de su oído —. Te amo bebé,  eres lo mejor que tu papá ha podido darme.

—Son lo mejor que me ha pasado. Haría y lo daría todo, por ustedes, sin pensarlo—Sus brazos envuelven mi cuerpo y el de Ezla—. Los amo. 







——————
  Editando
——————

Mi Mate, Mi hombre. [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora