•Capítulo 49•

9.5K 439 37
                                    

Dos meses después...

-¡Jane!

-Aquí estoy, aquí estoy-dice agitada mientras entra a la habitación.

Hoy es el día en que me caso legalmente con Demian, acordamos casarnos en el pequeño pueblo donde viven sus padres; es un lugar hermoso, además, en ese mismo lugar me pidió formalmente convertirme en su esposa. Hemos esperado tanto por este día que parecía no llegar nunca pero al fin, ya estamos aquí.

Jane, Luci y Margot me han ayudado y apoyado en todos los preparativos, se los he agradecido mucho, no solo por que Ezla consume gran parte de mi tiempo, además, hay una pequeña personita creciendo dentro de mi, otra vez. Tengo un “tranquilo” mes de embarazo, cosa que Demian no sabe, aun lo he mantenido en secreto, aunque, no dudo que lo sospeche ya que ha sido el que cumple con casi todos mis antojos y caprichos, como buen compañero que es lo hace sin rechistar.

>>-Esto es para ti -me tiende una caja de color negro, inmediatamente pienso en mi vestido.

-Gracias-le doy una amplia sonrisa- ¿dónde dejaste a Ezla?-pregunto mientras me despojo de la bata la cual cubre mi cuerpo para después quedar en una sexy lencería totalmente negra.

-Con polla dura-suelto una carcajada al escuchar el apodo que le tiene a Demian. Antes de seguir hablando me mira y dice - jefa, si yo fuera hombre le daría y no vegetales.

-Te pasas-digo divertida- ¿me ayudas?-tomo el vestido entre mis manos. Aun no puedo contener mi emoción al poder casarme con un vestido nada tradicional; es totalmente negro, corte de corazón, encaje, falda amplia y de un largo que cubre perfectamente mis pies dejando que la delicada tela roce, ligeramente, el piso.

-Creo que ya es hora-susurra Liam a mi lado.

Después de aproximadamente treinta minutos en los cuales terminaba de acomodar el vestido, arreglar el cabello y retocar el maquillaje, finalmente me encuentro con Liam frente a la puerta por la que saldré al jardín en el cual se realizara la ceremonia. Los padres de Demian fueron muy gentiles proponiendo  que celebráramos la boda en el jardín de su casa y nosotros complacidos aceptamos.

-Estoy nerviosa.

-Todo estará bien. Ya pasamos por esto antes-sonríe mientras acaricia el dorso de mi mano.

-Si, pero no frente a la familia y amigos de Demian-digo para después respirar pausadamente en fin de calmar mis nervios- además esto será muy legal.

-Si-suelta una risita-una mujer totalmente casada frente a la ley.

Iba a responderle pero soy interrumpida por el ruido de la puerta frente a nosotros abriéndose. Tomo un poco de aire para después alzar la mirada y encontrarme a mi  mate de pie junto a Andrew, Jane, Luci y un hombre totalmente desconocido al que catálogo como el juez que oficializará la boda.

Todo mis nervios desaparecen al toparme con un par de ojos encantadores y una sonrisa que me deja atontada. A unos metros de mi se encuentra Demian enfundado en un traje totalmente blanco con alguno que otro accesorio, por así decirlo, en negro; como la corbata, los zapatos, el reloj y por ultimo una flor incrustada en el bolsillo de su saco.

-Estas magnífica-dice al encontrarme a su lado- simplemente espectacular-
finaliza dejando un beso en el dorso de mi mano.

-Estas muy guapo-me limito a decir, el me sonríe y yo le correspondo haciendo lo mismo.

-¿Podemos comenzar?-pregunta el juez.

-Por supuesto-responde rápidamente mi mate.

-Estamos aquí para unir en matrimonio a Harmony Ivanoh y a Demian Blackforh...

Escuchamos las palabras del hombre en silencio y atentamente hasta que pregunta:

-Demian Blackforh, ¿aceptas como esposa a Harmony Ivanoh en las buenas y en las malas todos los días de tu vida?
 
-Acepto- responde sin apartar sus ojos de los mios.

-Harmony Ivanoh ¿aceptas como esposo a Demian Blackforh en las buenas y en las malas todos los días de tu vida?

-Acepto.

-Los anillos

-¡Aquí están!-Jane sale detrás de mí con una cajita en sus manos. Demian toma mi anillo y lo coloca en el inicio de mi dedo para después empezar a decir:

-Te amaré el resto de lo que quede de esta vida y en la siguiente, siempre fiel a ti. Te apoyaré y estaré contigo en las buenas, en las malas y en las pésimas, sin importan que. Amo y amaré cada una de tus sonrisas, cada mirada, cada gesto, cada palabra que venga de ti aunque sea buena o no. Eres y serás lo más importante en mi vida al igual que nuestros hijos y los que vengan. Te amo mi amor.- finaliza terminando de colocar el anillo en mi dedo.

-Bueno, me toca-digo mientras él limpia los rastro de lágrimas de mi mejilla.

-Tranquila-susurra Demian, tratando de calmarme.

-Estaré contigo siempre, en las buenas y en las que no tanto hasta lo que me quede de vida. Si volviera a nacer haría lo que fuese necesario para estar atada a ti nuevamente, agradezco a la luna por ponerte en mi camino, a ti, a mi otra mitad. Te amo y te amaré siempre, siempre fiel a nuestro amor..., gracias por darme los regalos mas hermosos que alguien pudiera darme mi amor- finalizo colocando el anillo en su dedo.

(...)

Hace unas horas me case finalmente con el amor de mi vida, con mi otra mitad, mi mate, la persona que gran parte de mi pensaba no encontrar jamás, pero me equivoque, simplemente un viaje cambio mi vida, mi forma de pensar, mi forma de sentirme, mi felicidad, mi prioridades. Él trajo consigo un huracán de sentimientos y un sin fin de emociones que nunca considere llegar a sentir. Él fue el escape perfecto y el inicio de todo.

Siento sus fuertes brazos sobre mi cintura y su rostro en mi cuello aspirando lentamente el aroma del perfume que emana de mi cabello.

-Estoy embarazada- suelto sin poder contenerlo más, necesitaba que lo supiese.

-Ya lo esperaba-susurra en mi oído- y creerme que me haces el hombre, triplemente más feliz del mundo.

-¿Triple?

-Me hiciste el hombre más feliz del mundo al entrar en mi vida, el doble al darme a Ezla y el triple al darme este chiquitin-finaliza, acariciando lentamente mi abdomen.

-Harás que llore-digo haciendo un puchero. El sonríe y aprieta mi mejilla, sin hacerme daño - pero amo que digas todo eso..., te amo-acerco mis labios a los suyos para después dejar un casto beso en ellos.

-Yo te amo más..., los amo a ti y a nuestros hijos.

-Siempre mío, mi mate, mi hombre-subo a horcajadas sobre él.

-Tuyo-dice sin despegar sus ojos de los míos-siempre, amor.




Fin.



Mi Mate, Mi hombre. [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora