Mi Mate, Mi hombre. [EDITANDO]

•Capítulo 45•

Pov's Demian

Han sentido esa presión en el pecho que puede llegar al punto en que no los deja vivir? Ese sentimiento que los hace sentir inútil ante una situación,  que te come la cabeza sin dejar que pienses con calma, con sentido común?. Pero a quién mierda necesita sentido común cuando la madre de mi hijo esta desaparecida?. Cuándo sabes que un neurótico la tiene?. Cuándo la mujer que amas no esta contigo?. No poder sentir su calor, su piel, ese aroma y carácter que emanan de ella.

Yo pienso que nadie, o bueno puede que yo sea el único.

Casi no puedo respirar o dejar mi mente en blanco cuando lo único que recuerdo es a ella. Mi cuerpo prácticamente es de suyo, me recrimina por no sentir su cercanía. La casa hace que en cada lado que mire piense en todo lo que hemos vivido hasta ahora, mostrando imágenes en cámara lenta. Nuestro hijo es su vivo recuerdo, lo observo y hace que recuerde en que no la tengo. Siento volverme loco a cada segundo que pasa.

No dejo de preguntarme

¿Y si se encuentra mal?

¿Se estará alimentando como es?

Amor ¿dónde estas?

Estas enloqueciendo

Ya lo sé

Salgo de mis pensamientos al escuchar la voz de Jane.

-Demian. Liam ya esta bien y quiere hablar contigo-me pongo de pie de un salto.

-Vamos-camino a la puerta.

-Y Ezla?-pregunta detrás de mí.

-Luci lo esta cuidando-respondo si más.

-No sabía que ya había llegado-bajamos las escaleras rápidamente.

-Llego hoy temprano-salgo de la casa y me subo al auto, Jane hace lo mismo.

Llegamos a casa de Liam, bajamos del auto y entramos después de que una de sus hija abriera la puerta; no me acuerdo muy bien el nombre de la niña. Jane me indica por donde ir y así lo hago hasta llegar a una puerta de madera oscura.

-Te dejaré para que hables a solas con él-dice Jane mientras da unos suaves golpes a la madera.

-Gracias-tomo el pomo de la puerta y abro no sin antes haber escuchado la voz de Liam indicando que pasaran.

-Demian-saluda él. Me quedo un poco sorprendo por el hecho de que se encuentra mucho mejor a cuando llego.

-Me alegra saber que ya estas bien-digo caminando hasta tomar asiento frente a la cama donde él se encuentra recostado.

-No hablemos de mí. Quiero encontrar a Harmony-mi corazón da un vuelco al escuchar el nombre de mi mujer.

La mujer que no tienes

Maldita conciencia que quiere volverme loco.

-También yo, ya me cansé de que Jane y Luci me digan que me espere a que la misma manada la encuentre; movilice a mi gente y sé que si estoy al tanto de todo podre estar tranquilo.

-Tienes todo el derecho de hacerlo, ella es una de tus prioridades-hace una pausa-yo haría lo mismo. Tienes mi apoyo-me pongo de pie sin dejar de observarlo.

-Fue un gusto verte Liam. Tengo algunas cosas que resolver-él asiente y antes de abrir la puerta le digo-te mantendré al tanto-y sin más salgo de la habitación serrando la puerta tras de mí.

(...)

-Ya mi amor-susurro a Ezla que no para de llorar en mis brazos-mami estará pronto con nosotros-el pequeño se calma un poco logrando así que pueda relajarme yo. No me gusta verlo llorar y más cuando sé que es porque extraña el calor de Harmony.

Tomo asiento en el sillón de mi habitación, mientras me acodo con Ezla en mis brazos escucho el sonido de mi celular; lo saco del bolsillo delantero de mi jeans y contesto:

-Diga?

-Amigo-escucho la voz de Andruw y me pongo alerta por si tiene nuevas noticias.

-Alguna noticia?-respondo de inmediato

-Todavía no-hace una pausa

Joder! Dónde estas nena?!

Me siento tan impotente sin saber nada de ella, sin poder traerla rápido conmigo.

>>te llamo para informarte que estoy saliendo para Munich, creo poder hacer más de ahí que de aquí.

-Mejor-suelto acelerado-así podre ayudarte en lo que necesites-culmino ya más tranquilo.

-Voy para la dirección que me diste-pienso algo confundido hasta que recuerdo que le había mandado mi dirección en un mensaje-ya nos vemos, amigo y vas a ver que la vamos a encontrar-dice con un poco de ánimo.

-Eso espero-murmuro.

(...)

Escucho el llanto de mi bebé desde la biblioteca, ya ni recuerdo hace cuanto tiempo estoy encerrado aquí. Necesitaba estar solo un rato y así poder despejar un poco mi cabeza pero como era de esperarse fracase; me siento tan jodidamente mal, necesito a Harmony aquí conmigo, poder sentirla junto a mí,  hacerla mi mujer...solo la necesito.

Me levanto perezosamente de la silla perdiendo el equilibrio, el alcohol que ingresó a mi sistema no esta ayudando mucho.

Camino por el pasillo hasta llegar a la habitación de mi hijo, puede escuchar perfectamente su llanto; eso hace que me sienta fatal.

-Cariño-digo llegado hasta él-papi ya esta aquí-lo tomo y me quedo mirando sus grandes ojos azules los cuales se encuentran empañados por las lágrimas.

-Oh ya estas aquí-me volteo encontrando a Luci a unos metros de mí.

-La extraña-digo apretando el cuerpo de Ezla con mi pecho; sintiendo su calorcito de bebé

-No será por mucho tiempo.

No puedo creer como esta mujer este tan tranquila, no la he visto mal ni un segundo. Su rostro muestra seguridad cada vez que dice que Harmony volverá y aveces me dejo llevar por sus palabras para poder sentir un momento de tranquilidad.

-Porqué estas tan segura?-pregunto acariciando la cebezita del bebé el cual ya se encuentra ya calmado.

-Harmony es la mujer más fuerte que conozco. Ella los ama y puedes estar seguro que no permitirá que la aparten de sus hombrecitos-sonríe al igual que yo; ese apodo es el que siempre utiliza para referirse a Ezla y a mí-voy por el biberón del pequeñito-dice cambiando de tema.

-Gracias-lo digo sin saber porque en específico-por todo, por estar siempre con ella-de sus labios sale una pequeña sonrisa

-Esa niña es mi vida-responde para después irse serrando la puerta tras de ella dejándome de pie con Ezla en mis brazos.

-Bueno, ahora tu y yo-toco su pequeña nariz-vamos a darte una ducha y luego tu biberón.

Mi hijo es lo único que me pone de buen humor en este momento por el cual estoy pasando.

Esa mujer me regaló lo mejor de mi vida. Ella y Ezla son lo mejor que tengo, no me rendiré en traerla conmigo así se me vaya la vida en ello.