Mi Mate, Mi hombre. [EDITANDO]

°37°

     Bajando las escaleras de la casa en dirección al auto donde se encuentra Demian esperando por mí, hoy tendremos una cita con el doctor Casper para revisar como va el bebé. Como soy mitad lobo el bebé solo tardará cinco meses en nacer haciendo que a solo dos meses ya tenga el vientre abultado.

     Demian se encuentra de pie recostado en el auto, camino hasta él notando la sonrisa de sus labios al verme.

—Te ves hermosa—Dice cuando llego a su lado. Deja la palma, de su mano, en mi vientre—. Ya se nota—Bajo la mirada donde se encuentra su mano y asiento.

—Si, esta creciendo—Toma mi mano haciendo que rodee para luego ayudarme a entrar y hacerlo él.

—¿Lista?—Enciende el auto, toma mi mano y la entrelaza con la suya. 

—Andando—Arranca y salimos en dirección a la ciudad la cual solo se encuentra a quince minutos.

      Ya han pasado alrededor de ocho o nueve minutos en el camino. Demian y yo hemos estado hablando de lo que necesitamos para el bebé. Se le ve tan emocionado y ansioso. Este bebé es nuestra bendición, lo cuidaremos y protegeremos siempre. 

    El día esta hermoso con un resplandeciente sol el cual es tapado por unas nubes, sin embargo, sigue teniendo un brillo leve y tranquilo. 

—¿Qué quieres que sea nuestro bebé?—Escucho su voz, volteo encontrando su rostro de perfil, con sus ojos puestos en la carretera.

—La verdad—Me quedo observando su perfil por unos segundos y después termino mi respuesta—, quisiera que fuera niño—Sonrío al pensar en un bebé con las características de Demian y de solo pensarlo muero de ternura.

—¿Porqué?—Pregunta con curiosidad.

—Para que sea como tú—Las comisuras de sus labios se elevan en una sonrisa.

—Al contrario de ti, yo quiero una niña. Una como tú, así de hermosa,  pero también de fuerte—Eso hace que me sonroje un poco—. Aunque, igual estaría feliz de el sexo que sea. Ya soy feliz sabiendo que es nuestro.

—Pienso lo mismo, no me importa si es niña o niño solo quiero que se encuentre bien—Digo mientras miro por la ventana. Siento una pequeña presión en la mano departe de él haciendo que voltee encontrando sus hermosos ojos puestos en mí. Le sonrío.

(...)

    Hemos llegado al estacionamiento de la clínica,  Demian me ayuda a bajar del auto para después dirigirnos al interior del lugar, sin dejar nuestras manos unidas.

—Buen día—Saluda él a la mujer que se encuentra en la recepción. Nos devuelve el saludo.

—Tenemos una cita con el doctor Zinmerman.

—Pueden esperar allí—Nos índica. Asentimos y entramos a la sala de espera. Las paredes están pintadas en azul cielo adornadas con fotos, hermosas, de bebes y mujeres embarazadas. Los sofás son de color blanco junto con unos cojines naranjas.

—Cariño, sientante que no me gusta que estés mucho de pie—Dice al darse cuenta que no me he sentado aun. Camino hacia él y tomo asiento a su lado—. ¿Todo bien? ¿Quieres agua? ¿Zumo? ¿Algo más?—Niego,  sonriendo por su atención.

—Tranquilo, mi amor, estoy bien—Asiente para luego ponerse de pie y empieza a caminar en círculos, por la habitación, viéndose algo inquieto.

—Vas a hacer un hoyo en el piso—Digo, tomando mi celular de mi bolso.

—Estoy algo nervioso—Confiesa, sin dejar de moverse de un lado a otro.

—Más bien diría que mucho—No despego los ojos de la pantalla del celular mientras le escribo un mensaje a Jane.

—Al contrario de ti que estas muy calmada—Levanto mis ojos hacia su rostro. Es tan bello. Jodidas hormonas que no me dejan vivir.

—Lo estoy y mucho.

—Ya pueden pasar, el doctor los espera—Interrumpe la mujer de la recepción, le doy una sonrisa en agradecimiento para después ponerme de pie y entrelazar la mano de Demian con la mía. Caminamos al lugar que nos indicó la mujer. Pasamos por una serie de puertas hasta detenernos en la indicada, toco con mis nudillos la puerta esperando que alguien responda.

—Adelante—Escuchamos desde el interior, Demian toma el pomo y abre dejándome pasar primero. 

—Buen día—Saludo sentándome frente al escritorio.

—Buen día, señores Blackforh—Nadie nos había dicho así por el hecho de que no estoy casada legalmente con Demian—¿Cómo va todo?—Pregunta observándome. 

—Aparte de las náuseas y vómitos he estado muy bien—Asiente conforme a mi respuesta.

—Eso es normal, pero ya pasará. Sabes que solo faltan tres meses...

Casper es el mate de una mujer de mi manada que hace años no vive en nuestro territorio viviendo en la ciudad con él, mi padre, que era el alfa en esos momentos, aprobó dicha decisión por ese caso sabe todo acerca de  los lobos, de eso me enteré hace gracias a Luci.

<<Vamos a hacerte un ultrasonido para chequear que todo vaya bien—Nosotros asentimos y caminamos a la camilla de la habitación la cual se encuentra a un lado de un ventanal que da vista a un parque muy lindo, a decir verdad. 

—Todo listo—Indica Demian cuando ya tengo la blusa que estoy usando enrollada, debajo de mis senos,  dejando ver mi vientre—. Es tan hermoso—Escucho su voz al observar mis kilos de más. Él y sus rarezas. 

   El doctor aplica un gel en mi vientre el cual se encuentra frío haciendo que tome fuerte la mano de Demian. 

—¿Qué pasa?—Me pregunta preocupado.

—Esta frío—Susurro tímida. Deja un beso en mi frente y acaricia mi cabello.

    Lo único que observamos Demian y yo es la pantalla es una mancha, un poco grande. Levanto la mirada encontrando sus ojos un poco aguados. Esta más sensible que yo.

—Amor, tranquilo—Susurro tomando su mano.

—Bueno—Empieza Casper—, el bebé se encuentra perfecto solo hay que seguir así y esperar el día que llegue—Suelto un suspiro. Limpio el gel para después bajar mi blusa.

—Gracias, doctor—Dice Demian ayudando a bajarme de la camilla.

—Casper—Lo corrige—. Solo cuida de ellos.

—Así lo haré, Casper 

    Nos despedimos para luego salir en busca del auto. 

—¿Qué te parece si vamos a comer?

—Si—Chillo, emocionada.

—¿Qué quieren comer mis amores?

—Comida Italiana—Digo al instante—Eso es lo que quiere tu hijo ahora.

—Vamos por esa comida—Dice, en forma graciosa haciéndome reír.

——————
  Editado
——————