「7」¿Friendship or love? ♡ :

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Era viernes en la mañana, un rubio estaba desesperado; necesitaba a su amigo, su olor, necesitaba todo de él; tenían desde el martes sin verse ya que el omega se enfermo y no asistió a clases, no dejo que lo visitara al entrar percibió un olor tan particular pero era un poco más fuerte, el rubio corrió encontrándose con el chico de aspecto serio acomodando sus cosas ¿porque su olor impregnaba el ambiente? « el celo » fue lo único que se le vino a la mente.

— Nezu, ¿no estabas enfermo? —trato de conseguir información, ¿tenían confianza no?

— Sí, pero ya se me pasó —contestó con desgane.

— ¿Entonces porque hueles tan bien? —lo abrazo enterrando su rostro entre el cuello y hombro del pelinegro.

— Suéltame —, intentó zafarse del agarre pero no podía.— ¿Que quieres Yagi? —preguntó el omega, sabía que no dejaría de fastidiarlo hasta que contestara las preguntas que tenía el rubio.

— Tuviste tu celo? —comenzó a dar leves besos en el cuello del omega.

— Sí , no hagas eso —empujo el rostro del alfa, no era que no le gustaran los besos de Yagi, lo que no le gustaba era que lo hacía en público.

— ¿Porque? —a pesar de ser apartado volvió a repartir besos en el cuello del contrario.

— No estamos solos —pronunció casi en susurro.

— No me importa, eres mío —lo abrazó de forma posesiva.— Quiero que todos lo sepan. 

— Basta Yagi, si el profesor nos ve así nos va a regañar —reprendió el omega.

— Bueno, ¿al rato puedo ir a tu casa? —rogo con la mirada, ciertamente emocionado.

— Está bien, ya suéltame —Yagi soltó a su amigo y se fue a su lugar puesto que las clases darían inicio.

— Esperare con ansias — profirió, rizando las comisuras de sus labios en una sonrisa.  

Las clases transcurrieron con normalidad, a un alfa se le hacían eternas las clases, solo quería oír el sonido de la campana anunciando el fin de su tortura. Al concluir las horas de clases el rubio guardó sus cosas rápidamente y prácticamente arrastró al pelinegro con él para irse lo antes posible. Al llegar a la casa del omega el rubio se abalanzó sobre los labios de su amigo el cual le dio un golpe.

— Todavía no entramos, tonto —espetó molesto mientras abría la puerta dejaba pasar al alfa.

— Perdón Nezu —se disculpó en puchero, sobando la zona dañada.— No entiendo porque no quieres que te bese frente a los otros, ¿acaso no me quieres, no me amas? A lo mejor no soy suficiente para ti —la expresión de tristeza en su rostro era palpable.

— No es eso Yagi —le dio un leve beso en los labios, — sabes cómo es la gente y si no estoy marcado por ti empiezan con rumores negativos o palabras ofensivas y yo no quiero eso.

— Pero yo sí te quiero marcar —abrazo al omega, hundiendo su rostro entre su hombro, aspirando su aroma.

— Lo sé, pero no estoy listo para eso, la marca es un tema delicado— correspondió el abrazo, necesitado de cariño por parte de su chico.

— Está bien, esperaré el tiempo que necesites, solo porque te amo y no quiero lastimarte —le dio un beso en la coronilla, repartiendo caricias sin morbo alguno por el cuerpo del morocho.

Su amor era desde que se conocieron de pequeños, él nunca lastimaría a Nezu, lo amaba desde que lo vio y jamás se perdonaría hacerle daño. Prometió cuidarlo y lo haría por siempre, era su vida.

Nuestra Pequeña Familia. ¨[kamitani x Ryuichi]¨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora