Nuestra Pequeña Familia. ¨[kamitani x Ryuichi]¨

「1」News of a Life: α ♡ Ω

Hoy sería un día importante, decisivo para los alumnos de tercer año en la academia Morimiya; muchos encontraban angustiados sobre lo que podría salirles, mientras otros tantos estaban seguros de lo que eran, ¿de qué estamos hablando? Del examen médico para saber la gama a la que pertenecían. La sociedad se divide en tres géneros los alfa, los beta y los omega. Tienen unas diferencias muy particulares, sobre todo entre alfas y omega, los dos extremos de la jerarquía.

Mientras todos estaban ansiosos de los resultados, un castaño divagaba en sus pensamientos que no paraban de rondar alrededor de su compañero en el club de niñeras, Kamitani Hayato el chico era guapo y fuerte aunque no tenía mucho carisma con los niños; una pequeña risa no pudo evitar escapar de sus labios al recordar aquellos momentos donde estaba con él, no sabía pero no quería que Kamitani viera a otros; quería los ojos del joven beisbolista viéndolo en todo momento al ver que solo pensaba en el chico de pelo negro, el color se subió a sus mejillas ; al recordar una vez que sintió celos  de ver que Kamitani le daba un beso en la mejilla a Taka, recordaba que todo el día estuvo enojado con el pequeño.

Nuestro pequeño castaño salió de sus pensamientos al oír su nombre, ya estaban entregando los resultados de su prueba; le dieron un sobre y le dijeron que fuera a el salón de arte, asintió a las indicaciones y se retiró al salón susodicho « ¿que habrá pasado? » era la única incógnita en su mente; al llegar vio algunas chicas y chicos, no eran muchos, encontró a alguien conocido.

— ¡Nezu! —habló animadamente.

—Mmm ...—, volteo el chico de peli negro que no se notaban sus ojos a través de su flequillo. —¿Hola?

— ¿Sabes porque nos trajeron aquí? —cuestiono, a lo que el chico de cabellos negros lo observó sorprendido.

— ¿No abriste tu sobre? —articulo su pregunta con inusitada curiosidad.

— No —, el castaño abrió el sobre donde venían los análisis y en letras rojas al final de la hoja venia un "OMEGA",  una sonrisa surco sus labios reflejando la felicidad que embargaba su pecho.

Ese resultado significaba que él y Kamitani podían tener una relación, el castaño soñaba en formar una familia con su compañero de club y el solo quería ser un omega o un beta y que Kamitani fuera su destinado, aunque fuera absurdo él creía en las parejas destinas, quería tener ese lazo con Kamitani.

— Aun no entiendo qué tiene esto que ver —confesó inocente. 

Su compañero se golpeó con la palma de su mano en la frente, para luego suspirar y volver a su posición normal. — Bueno estamos aquí para que nos digan las medidas que tenemos que tomar ahora que sabemos que somos omegas —intentó explicar.

— Oh —musitó, — ¿no se supone que lo único diferente es que podemos tener hijos? —, pronunció encogiéndose de hombros.

— ¿Acaso no sabes nada del ciclo del celo? —al ver el rostro confuso de su acompañante soltó otro suspiro para comenzar a relatar lo poco que sabía del tema, — pues los omegas tenemos un ciclo de celo, tenemos que tomar supresores, nos harán otro examen en privado para saber que dosis de supresores debemos tomar.

— Entiendo —los dos jóvenes pararon su conversación al ver que llego el encargado y comenzó a hablar.

Solo les explico algunas cosas como del celo, la marca que dejaban los alfas así como el manejo de las feromonas;  les brindaron un collar para evitar que los marcaran el cual debían traer todo el día, todos los días.  Nadie le sacaba la sonrisa del rostro al castaño, esperaba que fuera la hora del descanso para ver a Kamitani. Luego de un rato mas de recomendaciones, les hicieron otro examen para saber la cantidad de supresores y cómo aplicarlos.

Al llegar el descanso se dirigió a la guardería, presuroso; acompañado de Nezu ya que este le dijo que Yagi estaría allí acosando niños por lo cual apresuraron el paso cuando entraron encontraron a Yagi con un derrame nasal al ver a los pequeños bailando pedito pedito pon pom.

Nezu le limpio la sangre y lo ayudó a controlar su derrame, Usaida le dijo al pequeño castaño que Kamitani no asistiría ese día ya que tenía un trabajo en el club de beisbol, eso desanimó al joven pero siguió con su trabajo como un día más, claro, con la ayuda de un pedófilo y el amigo de este evitando que muriera desangrado por la nariz.