Nuestra Pequeña Familia. ¨[kamitani x Ryuichi]¨

「14」Sorry for my silence :

Era una nueva mañana, Kamitani se levantaba más animado que nunca, estaba decidido recuperar a Ryuichi a costa de todos, nadie los separaría. Rogaba porque el omega siguiera sintiendo lo mismo por él, que lo haya esperado, que no lo haya olvidado.

Mientras tanto Ryuichi no sabía qué hacer, le contó lo que pasó a Yuki pero ella le dijo que lo dejara, que ya sufrió suficiente; quería salir a buscar a el beisbolista y confesarse , no sabía qué pensar.

La tarde pasó como de costumbre, Kamitani estaba listo para hablar con Ryuichi con respecto a sus sentimientos, de repente le llegó aquel olor dulce tan particular « el celo » el alfa salió corriendo por donde provenía el olor y encontró una escena horrible.

El castaño, su castaño era cargado por un beta pelirrojo; se sentía celoso pero no podía arrebatarselo de los brazos porque ahí estaba otra beta de cabellos ceniza, esos dos no lo dejaban acercarse al omega; solo pudo observar como se lo llevaban.

Después de unos minutos los supresores hicieron efecto en el omega, el cual estaba aturdido en un lugar completamente blanco, después de unos segundos observó a un pelirrojo el cual le sonrió

— ¿Estas bien? —pronunció el pelirrojo mientras acomodaba el cabello del menor.

— Sí , ¿dónde está Yuki? —pregunto el castaño un tanto aturdido. 

— Fue al salón por tus cosas, quiero ... hablar contigo —estaba bastante nervioso, tenía sentimientos encontrados. — Quiero decirte que ... —trato de que continuara la oración para confesarse a el omega. 

— ¿Que? —Ryuichi estaba confundido por la manera de actuar en su amigo.

— ¡Que yo te amo! Tú me gustas, de verdad quiero protegerte de todos y cerrar las heridas de tu corazón —grito abochornado, cubriéndose el rostro con las manos.

— Yo no sé qué decir —no esperaba tal declaración, estaba aturdido. 

— Solo te pido una oportunidad —el beta se arrodillo frente a él a modo de súplica.

—Párate Inui, está bien, te la daré pero levántate —Ryuichi estaba avergonzado, tomaba a Inui por el brazo para que se levantara. Inui merecía una oportunidad, lo había ayudado mucho y no habría de negarse a enamorarse de una persona tan fantástica como el pelirrojo. 

En otro lado un alfa se alteró aún más al ver llegar a una beta completamente sola, no quería pensar e imaginar qué estaría haciendo su omega.

— ¿Donde está Ryuichi? —cuestiono sumamente molesto a la beta, la cual se intimido por el aura que desprendía el alfa.

— No te lo voy a decir —se mantuvo firme, no volvería a cometer el error de ayudarlo con Ryuichi.

El alfa salió camino a la enfermería, era obvio si estaba en celo necesitaba supresores corrió por los pasillos, con una beta detrás, no quería que lastimara a Ryuichi. El recorrido era muy largo para su torturada mente, solo quería comprobar que sus pensamientos no eran ciertos.

— Ryuichi, yo te amo —el pelirrojo beso los labios del omega el cual se sorprendió, pero no sintió nada; era como un simple rose.

Kamitani estaba devastado porque su omega se encontraba con el beta, lo estaba besando definitivamente lo había olvidado, la beta de cabellos ceniza se sintió mal por Kamitani pero todo fue su culpa, lo tuvo a sus pies y lo dejó ir por una beta que solo lo quería por conveniencia.

— Kamitani —llamó la beta de cabellos cenizos.

— Hmp —el pelinegro comenzó a retirarse, quería olvidar todo y a todos, pensaba en cómo recuperar a la única persona que le importaba.

— Sé que es egoísta pero... por favor no interfieras entre Ryuichi y Inui, Ryuichi ya sufrió mucho por ti; déjalo ser feliz tú perdiste tu oportunidad, sólo déjalo ir como él te dejó ir a ti —Yuki quería ver a Ryuichi sonreír, tenía que olvidar al alfa y no quería que lo volvieran a lastimar, en pocas semanas le tomó un gran aprecio al omega.

— ¿Me pides que lo deje ir?¿que no me acerque a él? —Kamitani lucía bastante afectado. — ¿Qué crees que hice? Lo deje ir, ¡lo intente dejar atrás! Y no pude, él regresa a mi vida a mis pensamientos, si supiera como dejarlo lo haría; me pides olvidarle cuando tú no sabes nada —gritó intimidando a la fémina, su pecho dolía, no podía respirar.— No te preocupes, él ya me dejó claro que me olvido, que él no siente lo mismo por mi.

— Pues si ya lo sabes no lo busques más, el ya es feliz con Inui, tu ya no eres parte de su vida, de su familia —le contestó la beta; ella no quería decirlo porque no era cierto, pero era la única manera de poder sacar a Ryuichi de la vida del alfa y evitarle más daño a ambos.

— Solo dile que siento no haberme dado cuenta de sus sentimiento, que me perdone por dejarlo ir, y que lamento haber perdido una oportunidad tan valiosa de estar a su lado —Yuki  solo pudo observar cómo Kamitani se fue perdiendo a través del pasillo.

-Yuki, ¿qué pasa?¿porque tardaste tanto? —preguntó el omega a la beta que acababa de entrar un poco triste.

—No es nada, solo pase al baño —sonrió acercándose a sus amigos, ojala la perdonara por no decirle nada de lo hablado con Kamitani, pero era por su bien.