Capítulo 4: ¿Pesadilla?

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*Amy en la multimedia*

Me sobresalté al escuchar la voz y casi grito del susto, cuando volteé vi a Erlik recostado en la pared viendo mi ridículo acto.

_Lo sé, pero a veces es necesario._ le dije mientras me cruzaba de brazos.

Estaban hablando de mí, así que se vale espiar.

_Como quieras niña._me dijo mientras se dirigía a su habitación que quedaba al final del pasillo.

Yo solo fruncí el ceño mientras pensé, «¿Niña?» Que demonios le sucede?

_ Insisto, ¿Cuál es tu problema?_ dije haciendo que se volteara para encararme.

_ Ninguno._ dijo acercándose.

_ Tiene que haber una razón para que me aparezcas hasta en la maldita sopa.¿Por qué estás siguiendome?

_ No lo hago._ respondió quedando justo frente a mi.

_ ¿Me estás acosando?_

Sonrió de lado y luego me vio a los ojos.

No... ¡No! Conmigo no imbecil.

_ Te voy a matar._ le dije severa.

Él solo reía... Maldita sea, ¿Es que para él todo era un maldito chiste o qué?

_ Maldición._ dije dando un paso hacia atrás... el desgraciado se había acercado demasiado.

_ ¿Qué? ¿Te pusiste nerviosa?_ dijo aun sonriendo.

Si, a este maldito todo le hacia gracia.

_ No... Y ¿Sabes qué? Me importan tres hectáreas de mierda lo que planees conmigo... No te daré el gusto... Solo déjame en paz._ aclaré.

Evidentemente, algo raro pasaba.

Sin darle tantas vueltas a ese asunto caminé hacia mi habitación, y me tumbé en la gran cama que estaba tan suave y me quedé profundamente dormida.

***

_Vanessa, Vanessa, debes estar preparada para lo que viene._ alguien susurraba con frialdad y misterio.

Abrí los ojos, y me encontraba en una habitación oscura, y al parecer, si, estaba en mi habitación en casa de Valentina, me había quedado dormida, pude ver como aún era de noche y hacia un poco de viento, decidí levantarme de la cama, pero cuando me dispuse a hacerlo, escuché un aleteo proveniente del​ clóset donde la luz de la luna no llegaba, pude ver como una mariposa negra aparecía volando en mi cuarto y se posaba a los pies de la cama con sus alas hacia arriba moviéndolas suavemente, luego escucho otro aleteo, y otro y otro y otro, me asusto al ver el montón de mariposas que salen de la oscuridad e invaden mi espacio, intento espantarlas pero es imposible.

Estoy luchando con las mariposas pero hay algo que no me permite salir de mi cama y correr, escucho las puertas del clóset abrirse, mi corazón late a mil por hora, veo fijamente la oscuridad que está frente a mis ojos y veo aparecer la silueta de algo que se asemeja a un encapuchado, las mariposas no dejan de volar por toda la habitación, no puedo más y comienzo a llorar, el miedo me invade cuando escucho su respiración agitada, para luego decirme algo que me hiela la sangre.

_La venganza es más dulce, si la muerte es mi aliada._ susurró, y luego pude ver su sonrisa macabra esconderse en la oscuridad.

***

_¡Vanessa, abre la puerta! ¿Que te pasa? Vanessa!._ gritaban Amy y Jace, golpeando fuertemente la puerta, me levanté de golpe con los ojos abiertos de par en par, llorosos y la respiración agitada, con una taquicardia impresionante.

Una Venganza Mortal (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora