d i e c i o c h o

16 4 0
                                    


- Es muy gracioso tu amigo-. Dijo Martín separándose de mi, para luego mirarme a los ojos-. Pero no me cae bien del todo.

Aún seguía analizando la situación en que me encontraba. Tendría que salir corriendo para alcanzar a Zac.

- ¿Por qué?-. Fue lo único que dije para luego dirigirme a la salida del teatro seguida de Martín.

-Mmm, no lo sé, no se como explicartelo-. Lo voltee a ver para que siguiera hablando-. Pero tiene algo que no me da tanta confianza-.

-Tu, ¿Hablando de confianza?, no me la creo-. Salimos del teatro para encaminarnos a la salida de la escuela-. Aparte que me iba a importar si te cae bien o no-. Martín se quedo quieto al escuchar mi respuesta, no se la esperaba.

-Tienes razón, que te iba importar mi opinión-. Sin darme cuenta habíamos llegado a su auto.- Pero bueno, sólo soy parte de los chicos más populares de la escuela -. Y ahí estaba al Martín que conocía.

- ¿Y eso tiene algo de importante?

Martín sonrió de lado, para luego mostrar ya una sonrisa con dientes.

-Si, puedo hacer que te odie toda la escuela-. Me crucé de brazos para verlo a los ojos-. O que te amen.

- Tú me vas a amar cuando te ayude con las fotografias para teatro-. Empecé a buscar el auto de Zac, lo ubique en una de las esquinas del estacionamiento-. Bueno, me tengo que ir.

-Eso ya lo veremos-. Abrió la puerta de su auto y tiro su mochila dentro de esta-. ¿Te llevó?.

Aún pensaba en cómo llegaría a alcanzar a Zac antes de que arranque su auto. Pero ahi estaba. Siguiendo la plática con Martín.

-No me subo a autos de personas desconocidas.

Martín, aún con la puerta abierta de su auto se recargo en el capo de este. Al parecer era algo normal para el dejar la puerta abierta y que nadie entre a tomar fotos de su interior.

-Ah, ¿No?-. Ahora fue su turno de cruzar sus brazos-. Y que hay de los taxistas y los conductores del transporte publico-. Ahora fue mi turno de bajar mis brazos.

Sentía que esa platica se le hacía conocida de alguna forma.

-Esa esa es otra cosa, aparte para ti es normal subir a chicas a tu auto sin conocerlas-. Agarre mi mochila por que ya estaba a centímetros del suelo-. Mejor no me respondas.

Martín seguía con la sonrisa en su cara, acaso no se cansaba de sonreír de esa manera.

-Tu sabes la respuesta perfectamente.

Vi a Zac subirse a su auto, era señal de que debía de dejar de hablar con Martín.

-Hable mucho contigo por hoy, me voy-. Vi como Zac tiraba su mochila adentro de su auto-. Nos vemos el-. No me dejo terminar.

-Martes-. Abrí la boca para decir algo, pero Martín se me adelanto-. Recuerda que me se tu horario, Adiós.

Lo mire por última vez, no me iba a poner a discutir. Y sin decir adiós. Me fui corriendo para alcanzar a Zac, que ya había encendido el auto.

Era mi momento para ser flash.

Adiós, Chico Que Nunca ConocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora