t r e i n t a i d ó s

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Había cerrado la puerta del coche de Martín. El día de hoy como se nos habia hecho tarde, el mismo me dijo que me llevaría a mi casa y ese día no podía negarle, tenía que llegar en cuanto antes que se fuera la niñera de Perla. Tenía que cuidarla por una hora antes de que la pasarán a traer mis padres para llevarla a una fiesta de la compañera de mi mamá.

- Ven, pasa.- le dije a Martín para que se acercará a la puerta, en ese preciso instante la niñera me entregó a Perla en mis brazos.

- Me tengo que ir, dile que lo siento mucho por no quedarme más tiempo, tengo otro asunto que atender, en serio lo siento, cuidate.- Se despidió de beso y salió corriendo a su auto que estaba en frente de mi casa.

Aún con Perla en mi brazo izquierdo y las llaves de mi casa en mi mano derecha, despedí a Estela.

- ¿Ya puedo pasar o me puedo ir?.- Dijo Martín capturando de nuevo mi atención.

- Pasa.- me hize a un lado para que pasará, hasta ese momento me di cuenta que el cargaba mi mochila, la había olvidado en su auto.

Cerré la puerta con seguro, deje las llaves en la mesa de centro y me dispuse a guardar los juguetes regados por la sala. Aún cargando a mi hermana.

- Tu casa es muy bonita.- Martín también había empezado a ayudarme a guardar los juguetes.

- Gracias, no tienes que guardar los juguetes de mi hermana.- le dije agarrando el juguete que tenía en su mano.

- Pero quiero ayudar.- se cruzó de brazos-. No importa lo que digas, voy a seguir recogiendo los juguetes de la mini Nadia.- Dijo con una sonrisa.

- No lo hagas, yo puedo sola, aparte eres mi invitado, no lo tienes que hacer.- le arrebate el otro juguete que tenía.- Y se llama Perla-.

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- De acuerdo, terminamos de hacer nuestra tarea y la bebé sé quedo dormida-. Contestó Martín guardando sus cosas en su mochila.

Cuando terminamos de recoger, hicimos un espacio para hacer la tarea en lo que llegan mis padres aparte de que Martin no me dejaría sola hasta que viera con sus ojos entrar por la puerta a mis padres. No había logrado convencerlo de que se fuera. Aparte jugó un rato con Perla.

- Si, se quedó dormida cuando la cambiaba de pañal, aparte de que se tomo toda su leche.- dije para guardar mis cosas.

- Es muy linda, tenía tiempo que no veía a un bebé tan cerca.

- ¿No tienes hermanos?.- le pregunté acercándose a el. Desde lejos se veía que quería cargar a Perla.

- Si, uno menor, nos llevamos por 6 años, desde ahí a nadie más.- le acerqué a Perla para que la cargará un rato, aparte de que ya se me había entumido mis brazos de tanto cargarla-. No la voy a cargar, ¿Y si la tiro?-. Me miro preocupado.

- Tu puedes, aparte ya me cansé, ayúdame un poco, ¿Si?.- de mala gana asintió y cargo a Perla con mucho cuidado-. Así está bien.

Duró así un rato hasta que empezó a llorar la bebe y me la devolvió con miedo.

- ¿Que le hice para que llorara?.- me miro preocupado.- Hice llorar una bebé, no es justo-.

- No le hiciste nada, sólo tuvo una pesadilla.- dije mesiendo a Perla en mis brazos.- Eso pasa algunas veces-.

Era algo extraño de mirar a Martín preocupado, el no era así, pero no se veía mal.

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⏰ Última actualización: Oct 28, 2018 ⏰

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Adiós, Chico Que Nunca ConocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora