d i e c i s é i s

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-¿Sólo un poco?-. Ahora si le arrebate mis manos de las suyas.

-Pero puedo explicarlo, ¿Si?

-Bien, te escucho-. Cruce mis brazos.

Está un poco indeciso en darme una explicación, asi que opté por ir a mi casa. Me di la vuelta hacia la parada del camión, pero Martín me gritaba que lo esperará.

- Espera Nadia.

Decidí por ignorarlo, en eso Zac le dio un beso en la mejilla a su amiga y luego la abrazo por un largo tiempo por eso no vi a Martín que estaba ahora a mi lado.

- Te gusta, ¿Verdad?

Lo miré y negué con la cabeza, pero me ignoro y me cargo como un saco de papas.

- ¡Bajame, Martín!, !Martín!-. Cada vez gritaba más fuerte.

Por fin me bajo cuando estábamos en el teatro.

- Quiero que me ayudes con unas fotos para teatro-. Lo miré un poco rara.- Si, estoy en teatro y no soy el único, mis demás amigos también están, pero les daba pena preguntar-. Se rasco la cabeza, no se ve mal.

-No te obligaron a preguntarme ¿o si?

-No, fue por decisión propia.

Eso me impresionó, y mucho, que sea un cuatro y que este en teatro. Me cae bien.

-De acuerdo, te ayudaré.

- ¿En serio?, gracias, gracias, gracias-. Me abrazo muy fuerte y se sentía tan bien.

- ¿Nadia?, ¿Que haces aqui?, ¿Y por que estabas a solas con Martín y a oscuras?-. Si, esa voz era diferente, y sólo estábamos Martín y yo en el teatro, así que la voz podía ser de una sola persona.

Adiós, Chico Que Nunca ConocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora