Ryan.

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Dejo los lineamientos de siempre.

Aclaraciones:

Narración.

— Diálogo —

"Pensamientos".

Advertencias:

OC.

Género: Romance | Drama | Humor | Erotismo.

Clasificación: T | M.

Disclaimer: el juego y sus personajes no me pertenece a mí, sino a ®Claire Zamora.

Nota de Autor:

Sí, sí, sí... Sé que dije que actualizaría cada día, pero por motivos de fuerza mayor no pude hacerlo el día de ayer, así que me he retrasado un día. Además, este personaje no es precisamente de mi agrado, se me ha complicado un poco escribirlo, he borrado y reescrito varias veces... Así que no sé como me habrá quedado en realidad, a ver que le parece a la persona que lo pidió. 

Nena, espero que lo disfrutes y me digas que te parece. 

Sin más me retiro, no sin antes pedirles que dejen sus comentarios, recuerden que eso nutre y motiva a un escritor. No solo lean, comenten, porque ahí es donde nosotros sabemos si lo hacemos bien o mal, si fallamos o si nos falta. Así es como aprendemos y mejoramos. Ahora si más, me retiro, que lo disfruten. 

Momento II.

.

‹‹Tú eres una de esas oportunidades que la vida no me daría dos veces››.

.

OPORTUNIDAD.

Lo vio llegar con una castaña colgada del brazo, que presumía ser su asistente personal. Por el brillo de sus ojos y la mirada hambrienta, dudaba mucho que fuera solo un contacto profesional. Sonrió un momento con tristeza, él nunca estaba solo, siempre había una belleza a su lado colgándole del brazo.

Negó con la cabeza, no tenía caso seguir pensando en ello.

— Me disculpas, tengo una llamada que hacer — dijo al hombre con el que hablaba, antes de que Ryan y su acompañante entraran.

El tipo asintió y le regaló una sonrisa galante, ella la correspondió con una ligera. No coquetearía con ese hombre, se notaba a leguas que buscaba un ligue y no sería su aventura esa noche, por mucho que su mejor amigo necesitara de su encanto para vender uno de sus cuadros.

Dejo la copa de champagne en una de las mesas cercanas y caminó por un iluminado y solitario pasillo, hasta llegar a una de las oficinas de la galería. La habitación era elegante y espaciosa, decorada con sobriedad. Fijo su mirada oscura en el teléfono inalámbrico antes de tomarlo y marcar.

— Buenas tardes, empresas Grow, ¿con quién tengo el gusto? — contestó una voz femenina al otro lado de la línea en idioma ruso.

— Con el señor Johan Strauss, por favor — contestó en la misma lengua, la secretaria preguntó "de parte de quién" —. Anel Donahue, espera mi llamada — añadió.

— Espere un segundo.

Mientras escuchaba la melodía en la línea de espera, Anel se desplazó hasta el escritorio y se recostó relajada al filo de la madera, de cara a un gran ventanal que daba hacia un vasto y verde jardín lleno de todo tipo de flores coloridas. Las sombras bañaban la profundidad de los árboles y las luces artificiales le daban un aire especial a la vegetación, especialmente a las rosas blancas.

Momentos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora