Momentos.

Ryan II.

Dejo los lineamientos de siempre.

Aclaraciones:

Narración.

— Diálogo —

"Pensamientos".

Advertencias:

OC.

Género: Romance | Drama | Humor | Erotismo.

Clasificación: T | M.

Disclaimer: el juego y sus personajes no me pertenece a mí, sino a ®Claire Zamora.

Nota de Autor:

He aquí el cuarto OS de la contienda, esta vez, le ha tocado nuevamente a Ryan Carter. Para las que han leído desde la primera publicación, el personaje y la situación derivan del número dos de este mismo tema. Sé que la dueña de este escrito me pidió algo hot, pero no pude evitar que también me saliera algo tierno al final. 

Nena, espero lo disfrutes y luego me cuentes que te pareció. 

Y recuerden,  no solo lean, comenten, porque ahí es donde nosotros sabemos si lo hacemos bien o mal, si fallamos o si nos falta. Así es como aprendemos y mejoramos. Ahora si más, me retiro, que lo disfruten.  

Momento IV.

.

‹‹Ella no decía nada. Le gustaba que él le dijera cosas, pero ella callaba. Solo sus ojos y sus manos hablaban... Y eso bastaba››.

Mario Benedetti.

.

INCITACIÓN.

Anel tomó un gran respiro antes de posarse frente a la enorme puerta de madera, golpeó dos veces.

— Pase — la voz hizo que se le acelerara el pulso.

¡Joder! No quería parecer una boba o una adolescente hormonal. Pero le ponía nerviosa la idea de llegar a su oficina a altas horas de la noche. Soltó el aire que retenía en sus pulmones, tomó la manija y entró cuadrando sus hombros.

— ¿Se puede saber para que me has llamado a estas horas de la noche? — reclamó, aparentando toda la seguridad que era posible.

Ryan estaba de pie, apoyado sobre su escritorio. Sus ojos escrutaron su cuerpo y terminaron finalmente en su rostro. Anel elevó una ceja esperando una explicación.

— Buenas noches, Anel.

La guapa morena rodó los ojos y soltó un bufido poco femenino, su humor no era propicio para las ironías acostumbradas del CEO. Anel se quedó inmóvil justo debajo del marco de la puerta.

— Me has sacado de una gala, Ryan, no esperes que esté contenta de que boicotees mi medio de sustento.

Ella intentaba que su nerviosismo no hiciera aparición, no pretendía pasar por una torpe adolescente frente a su amor de preparatoria.

— ¿Y bien?

Ryan soltó una pequeña risa, se separó del escritorio y avanzó un par de pasos hacia ella con una seguridad aplastante. Anel trató retroceder un paso, luego se dio cuenta que eso solo demostraría inseguridad y, de paso, anunciaría el poder que su presencia tenía sobre ella.