Momentos.

Ryan V.

Dejo los lineamientos de siempre.

Aclaraciones:

Narración.

— Diálogo —

"Pensamientos".

Advertencias:

OC.

Género: Romance | Drama | Humor | Erotismo.

Clasificación: T | M.

Disclaimer: el juego y sus personajes no me pertenece a mí, sino a ®Claire Zamora.

Nota de Autor:

Bien, este día ha tocado el turno a Ryan nuevamente, lo he retrasado porque en definitiva mi salud me mantiene con un pie en la cama y otro en el suelo. De paso aviso que me tomaré una semana completa. Esto porque tengo varias historias que actualizar en Fanfiction.net y también estoy trabajando en el fanfic de Nicolae. Quería avisarlas de antemano. 

De ahí en más, dejo a la dueña de este corto disfrutarlo, espero te guste y haya abarcado un poco lo que deseaba de Ryan, aunque al final me ha salido tierno. Ya me lo comentarás luego. Y recuerden, no solo lean, comenten, porque además que nos ayudan a mejorar, es lo que motiva al escritor a continuar.

PD: las faltas de ortografía las corrijo luego.

Momento XX.

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‹‹El corazón de una mujer es un profundo océano de secretos››.

Anónimo.

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¿CONVERSAMOS?

Después de hacer el amor, Ryan la obligó a tomar un baño de agua caliente. Así que, atentamente, se levantó de la cama y le preparó la tina. Le dijo que le caería muy bien, destensaría sus músculos y aplacaría el dolor de su entrepierna.

Anel, incapaz de contradecirle (no por su conocimiento escaso, sino porque tenía razón), asintió levemente y dormitó un rato. Se despertó en el momento que él volvió por ella, quiso protestar por sacarla de su cómodo descanso y no colocarle ni una toalla encima. Avergonzada, escondió su rostro en el hueco de su cuello. El CEO soltó una carcajada llena de gracia que le puso la piel de gallina.

— Te he visto desnuda, esa es una imagen mental que jamás podrás borrar.

Se había jactado, ella soltó un gruñido y se dejó hacer. Cuando el agua caliente tocó su cuerpo, inmediatamente percibió a sus músculos distenderse y un ardor se instaló en su zona íntima, haciéndola soltar un pequeño gemido. Cerró los ojos y dejó caer su cabeza en el filo de la bañera, se sentía física y mentalmente agotada.

Las manos de Ryan masajeaban las zonas más tensas de su cuerpo, consiguiendo una relajación digna de un orgasmo. Se quedó dormida.

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El siguiente día por la mañana ella consiguió salir del departamento sin tener que abordar esa vergonzosa plática. En ese instante, daba gracias ser tan buena en su trabajo. La insistente llamada en su localizador no les dio tiempo para nada más que acelerar el proceso de despedirse.

— Si crees que me voy a olvidar que tenemos que hablar estás muy equivocada, Anel.

El tono serio de Ryan, le recordó que no llegó a ser líder de una empresa tan importante a nivel mundial porque fuese alguien fácil de engañar. Él era un hombre demasiado determinado, demasiado exigente. Y si quería obtener algo de su parte, lo obtendría, aunque estaba claro que fácil no le saldría.