Momentos.

Gabriel.

Dejo los lineamientos de siempre.

Aclaraciones:

Narración.

— Diálogo —

"Pensamientos".

Advertencias:

OC.

Género: Romance | Drama | Humor | Erotismo.

Clasificación: T | M.

Disclaimer: el juego y sus personajes no me pertenece a mí, sino a ®Claire Zamora.

Nota de Autor:

Esta vez ha sido rápido, ¿eh? Bueno, de repente se me ocurrió la idea para esta historia, me pidieron algo romántico, al final me ha salido dramático... Espero que la dueña de este corto esté por lo menos un poco satisfecha, yo he disfrutado mucho escribiéndolo la verdad. 

Dejen sus opiniones o impresiones por medio de un comentario. Las opiniones son importantes, nos ayudan a mejorar, y también motiva al escritor a continuar.

PD: cualquier falta de ortografía o gramática la corrijo luego. 

Momento XXIV.

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‹‹La vida siempre te trae sorpresas, y muchas veces son las más lindas››.

Anónimo.

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IMPORTANTE.

La situación con Gabriel después de su ruptura se volvió tan insostenible en la oficina que terminó por renunciar. Ahora trabajaba en una empresa más pequeña, con jornadas más extensas. No se quejaba, de hecho, estaba agradecida que le ofrecieran esa oportunidad de trabajo; considerando su «estado». Además, necesitaba el dinero, lo necesitaba mucho.

Aisha soltó un suspiro al mismo tiempo que acomodaba algunos mechones de cabello negro detrás de su oreja, que se habían desacomodado de su moño gracias a la fuerte brisa que azotaba esa noche. Abotonó su abrigo para evitar el frío y frotó su vientre con gesto cariñoso, estaba cansada. Lo único que deseaba era llegar a su apartamento, cenar ligero y echarse a dormir.

Sus planes se vieron frustrados al reconocer la alta figura masculina al final del pasillo, frente a la puerta de su vivienda.

— Gabriel...

El nombre se escapó de sus labios sin permiso. El hombre, que tenía la mirada en el piso, la elevó hasta clavarla en sus ojos turquesa. Los orbes azules se desplazaron perezosamente a lo largo de su rostro con devoción, como si no la hubiese visto en años. Cuando solo habían pasado un par de meses de su renuncia a Carter Corp.

— Hola — murmuró él.

En el tono de su voz había una mezcla de alivio y anhelo que golpeó fuertemente su interior. Su corazón latió atribulado.

Por un momento se dejó inundar por esa agradable sensación de bienestar que le producía verlo, sentirlo cerca... Luego recordó porque ya no estaba más en su vida.

— ¿Qué haces aquí, Gabriel?

Trató que su inflexión sonara indiferente, molesta, incluso hiriente; pero se vio bastante deficiente. La alusión de aquellas grandes manos recorriendo su cuerpo, de labios finos besando la delicada piel de su cuello, de su voz sensual murmurándole palabras dulces al oído... Todo eso la golpeó como un yunque, a tal punto que se sintió mareada.