¿Reto o verdad?

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Ión conducía por primera vez después de cinco años y eso le parecía excitante. Mel tenía un Audi A3 cero kilometro que le habían regalado sus padres para su último cumpleaños. Se notaba que a esa chica le iba bien y que sus padres no le hacían faltar nada, Ión iba a tener que esforzarse mucho  con ella.

Mel lo miraba y no podía creer lo que estaba sucediendo, un semáforo hizo que él detenga la marcha del auto por unos  segundos, la miró a los ojos y ella aunque era algo incomodo sostenerle la mirada, no dejó de mirarlo  intentando descifrarlo. Eso hizo que él aparque el auto a un costado de la calle, se desabroche el cinturón de seguridad haciendo que la alarma suene sin consuelo a un volumen altísimo y la abrace con fuerza para luego  besarla dejándola nuevamente sin aire y haciéndola sonreír, era en verdad muy dulce lo que hacía, parecía desesperado por estar con ella y ella moría por hacer  ese momento eterno. Luego de esa demostración alocada de interés que duró varios minutos, él le dijo:

―No puedo creer lo que me está pasando. No lo puedo controlar y hay cosas que siento y necesito hacerlas, sin razón o bueno, quizás vos seas la razón, no lo sé. ―Ión sonrió y Mel lo abrazó y volvió a besarlo, ella no tenía nada para decirle,  le pasaba lo mismo, pero ella hacía diez años que deseaba hacer eso que para él era tan novedoso en ese momento.

Ión volvió a conducir tomando su mano, intentando mirarla cada vez que podía sacar la vista de la calle, la ciudad estaba desolada, pero conducir sin mirar era imprudente y él llevaba a su lado a la primera chica que le importaba en verdad en toda su vida.

Luego de servirse café y buscar algo de comer en las heladeras del bar del lugar, los siete amigos se ubicaron en unos sillones cerca del vidrio que dividía el salón de la pileta. Gian propuso jugar a reto y verdad y a todos les pareció muy tonto, menos a Sophie que amaba esos juegos, él y ella, sin registrar las quejas,  continuaron con la idea y él comenzó mirando a Mel:

―¿Reto o verdad?

―¡Reto!― respondió ella picara, no pensaba responder ninguna verdad frente a tantos desconocidos.

―¡Iba a preguntar si era cierto que has estado enamorada de Ión Cameron cada día desde noveno grado... pero no me dejas opción!, te gusta jugar fuerte ―dijo Gian asustándola un poco. 

Mel lo miró a los ojos y se dio cuenta que jugar a eso era muy peligroso, la única persona que le importaba de todos ellos era Ión y él ya sabía la verdad sobre lo que Gian preguntaba, pero no le gustaba estar expuesta.

―Quiero que beses a Ión en los labios―dijo Gian sonriendo con suspicacia.

― ¡Ok! ― respondió ella y besó a Ión sin dudarlo, ya estaba familiarizada con sus labios y aunque sus amigas no entendían en qué se había convertido Mel, la fóbica y miedosa número uno en ese corto tiempo, la aplaudieron. Sophie sonreía como loca, el sueño de Mel se había cumplido, y ella se sentía genial por lo que le estaba pasando a su amiga.

Mel una vez que había terminado de completar su reto que en verdad había sido una simple y dulce caricia para su alma, tenía que preguntar, realmente se le hacía difícil, decidió decir mirando a Lucca:

―¿Verdad o reto?

―Reto siempre, pocos saben mis verdades ―dijo él sonriendo con soberbia.

―Nadar tres largos en la pileta en ropa interior.

―¡Me encanta!― dijo Lucca decidido y comenzó a caminar al vestuario que comunicaba con la pileta.

Todos se dirigieron al lugar, las luces del espacio se encendieron al percibir el movimiento y Lucca sin demorar se tiró a la pileta que según él estaba genial. Luego de cumplir su reto dijo mirando a Ión:

Después de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora