Ión: una nueva vida

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Ión caminó solo por las calles que había recorrido del mismo modo durante casi toda su vida, lloró bastante, no creía lo que estaba sucediéndole, se odiaba por ser tan irresponsable, aborrecía a sus padres por no haberlo cuidado mejor, lo enojaba haber perdido su vida de un modo tan horrible, lo espantaba no haber tenido un funeral, no ser recordado ni buscado por nadie en semanas, no haber sido sepultado, era insoportable lo que sentía.

¿Qué clase de vida era esa, que le demostraba que nadie lo había querido ni siquiera para despedirlo correctamente? Sentía deseos de vomitar, su cuerpo no funcionaba conrrectamente y sentía que podía desvanecerse ante esos pensamientos tan desgarradores.

En ese momento apareció Zack para hacerle simplemente compañía, él tenía que intentar soportar la realidad, eso era  parte del proceso,  estar solo y pensar en lo que le había ocurrido, en  lo que le estaba ocurriendo y adoptar una postura respons...

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En ese momento apareció Zack para hacerle simplemente compañía, él tenía que intentar soportar la realidad, eso era  parte del proceso,  estar solo y pensar en lo que le había ocurrido, en  lo que le estaba ocurriendo y adoptar una postura responsable y madura  al respecto.

Ión  se tranquilizó al verloy comenzó a realizarle  a él los planteos que se le venían a la cabeza,  Zack respondió con calma y cautela:

―Tus padres se sintieron tan culpables y responsables de tu muerte que jamás la aceptaron en definitiva y jamás pudieron despedirte. No estaba dentro de sus posibilidades, por eso ambos decidieron terminar con sus vidas. Aunque parezca una paradoja eso ha hecho que tengas una segunda oportunidad de vivir, si ellos te hubieran despedido no tendrías esta oportunidad, si quieres verlo de otro modo, ¡ellos te dieron la vida dos veces!

― ¿Pero ellos se van a enterar de esto? ― dijo Ión con lágrimas en los ojos.

― ¿Tú qué crees? ―respondió Zack, que no tenía autorización para hablar más que de la tierra y el segundo nivel.

― Creo que si Zack, si yo volví de la muerte, significa que mi mamá que ya está muerta sabrá de mi en este proceso y de mi papá, que está a punto de morir, se enterará cuando finalmente se muera, me imagino que si yo volví de la muerte todo puede suceder en este mundo― dijo Ión razonando un poco.

―Si crees eso ten fe en tus creencias. Intenta concentrarte en lo que hay que resolver ahora y no pienses en nada más. Volviste a la vida y tienes que intentar vivir tu segunda oportunidad. Tus padres son pasado y ellos vivieron su vida ― dijo Zack con tranquilidad.

―Gracias por ayudarme Zack, no debo perder la calma, pero hay momentos en que no puedo soportarlo y me abruma.

―Es difícil y no tienes que agradecer, este es mi trabajo― dijo Zack con seriedad.

―Quiero agradecerte, eres bueno en lo que haces y me gusta decírtelo― Ión sonaba compasivo y agradecido, envuelto en un atractivo cuerpo, si que era un ser muy especial, Zack jamás había conocido a un rescatado con esas características. Mientras caminaban las últimas cuadras para llegar a la casa Cameron, Zack recordó las palabras de la doctora Perry sobre Ión: la doctora que asistía el caso de Ión tenía una creencia sobre él fundada en las vibraciones de su cuerpo, Ión era un niño Índigo por su fecha de nacimiento y tenía características de niño Cristal, esa frecuencia de vibración de energía lo hacía más consciente que otros niños, por eso su cuerpo, sin un solo signo de vida por casi cinco años vibraba como si él estuviera más vivo que un vivo, y hasta podía decirse que sufría, Ión tenía una capacidad empática enorme.

Todo esto la hacía suponer a ella que Ión era un niño mixto, del cual no habían registros a la fecha, no se sabían características precisas, si se dejaban llevar por las características de él en la vida humana sería fácil, ya que Ión era pacificador, empático y mediador como los Cristal, aunque a veces era guerrero, disconforme e hiperactivo, características propias de los Índigo.

La doctora había estudiado el caso con detenimiento y había encontrado en su legajo del jardín de infantes informes que confirmaban su singularidad, Ión no había tenido el sostén simbólico necesario para desarrollar todo su potencial. Así y todo había vivido dieciocho años en la tierra afrontando con entereza la vida humana casi sin la ayuda de sus padres, que aunque lo amaban lo dejaban bastante solo. Las características relacionadas con lo afectivo en él estaban casi sin desarrollar, aunque siempre se había rodeado de amigos y de gente que lo admiraba de uno u otro modo y jamás había sufrido desprecios aún le faltaban aspectos a desarrollar.

Era un diamante emocional en bruto, según las especulaciones de la doctora Katherine, era un hallazgo inaudito y sorprendente, y en caso de que aceptara su segunda oportunidad algo cambiaría en el mundo con él de nuevo en la tierra.

Regresarlo suponía todo un desafío para ella y un ascenso para Zack el rescatista seleccionado.

― ¿Cómo te fue con Mel? ― dijo Zack interesado en el caso luego del recuerdo que acababa de tener sobre los detalles de Ión.

― ¡Mel Perry!, es una maldita locura, hablamos mucho, parece que estaba loca por mí en la secundaria, pero ahora no quiso besarme. ¡Me gusta!, hubiera querido besarla para saber qué se siente, me imagino que cuando pueda hacerlo entenderé que esa bella chica, envuelta en ese hermoso cuerpo, es el sublime "amor de mi vida", pero si tengo que decirte la verdad, yo no creo que exista eso o al menos nunca creí en eso ― Ión sonaba incrédulo y soberbio.

―Tiempo Ión, tienes tiempo, puedes ir de a poco y ya verás, el amor sí que existe― dijo Zack cuando habían llegado a la puerta de la casa.

Entraron sin hacer demasiado ruido para no alertar a los vecinos con los movimientos nocturnos, pasaban de las tres de la mañana.

Hablaron por unas horas, Ión habló de su tristeza por ser hijo único, de su soledad en esa casa enorme, del abandono de sus padres por llevarse mal entre ellos, de su abuelo y lo importante que había sido para su vida, de lo poco que le costaba la escuela, de lo enfermizo que se había puesto con las drogas en su último tiempo de vida y de la hermosa sensación que le había producido conocer a la Mel esa mañana.

Era irreproducible en palabras el sentimiento que ella había dejado en él. Pero no estaba seguro, tenía miedo de usarla para vivir, tenía miedo de estar exagerando sus sentimientos, eso no sería justo para ella.

Ión luego de hablar por un buen rato se durmió en su habitación. Zack durmió en la habitación de huéspedes, no quería dejarlo solo en esa casa. Era la primera vez que necesitaba dormir en la misma casa que un rescatado y aunque eso no era recomendable según las autoridades del segundo nivel, prefiero hacer caso a sus sentidos.

Durmieron durante más de diez horas y no voló una mosca por el caserón. Habían tenido un arduo primer día en la segunda vida de Ión Cameron.

Después de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora