—Y por eso estaréis castigados lo que queda de viaje, solo podréis salir a desayunar, comer y cenar.— Dijo el profesor enfadado. —¿Entendido?—Si profesor...— Dijimos los dos al unísono.
Segundos después salió de nuestra cabaña y yo solo pude irme a la habitación corriendo a llorar. Le había jodido el viaje a Carlos sin el haber hecho nada.
—Soy una imbécil.— Murmuré debajo de las sábanas de la cama.
—No lo eres.— Se escuchó. Saqué mi cabeza por las sábanas viendo a Carlos apoyado en el marco de la puerta. —¿Estás llorando?— Se acercó a mí quedando frente a frente. Yo solo negué con la cabeza y pasé mis brazos por su espalda acurrucándome a él.
—Val.— Susurró rompiendo el silencio. Yo levanté mi cabeza. —No se como agradecerte todo esto.
—¿Agradecer? Te he jodido todo el viaje Carlos, por favor. Ahora mismo deberías estar con tus amigos rodeado de chicas.— Dije admitiendo la realidad.
—Val... No ves que si no hubiera querido quedarme aquí encerrado no te hubiera perseguido hasta el lago.— Confesó.
—¿Qué?
—Que yo ya sabía que nos podían castigar pero sabes lo peor, que me daba, me da y me dará igual.
—Soy una consentida que te está jodiendo Carlos... Todavía no entiendo porque te molestas tanto en mí.
—Serás una consentida pero mi consentida.
—Carlos.— Logré decir.— Esto se nos está yendo de las manos.
—Tú crees, yo creo que se nos fue hace mucho.
•••
Empecé a abrir mis ojos dándome cuenta qué estaba encima de Carlos. Llevaba el pelo despeinado y sus ojos cerrados, señal de que seguía durmiendo. En ese momento suena su móvil y por curiosidad lo cojo, viendo que es un mensaje de Carla.
"Al final detrás del comedor, ¿no?"
Desbloquee el móvil de Carlos, para así poder leer toda la conversación, que se resumía en que iban a quedar al anochecer a hacer algo, no sé el qué.
Apagué el móvil y me volví a acostar, esta vez separada de él, pero minutos después paso su brazo por mis caderas pegándome a él.
No logré conciliar el sueño hasta que noté como se levantaba de la cama y como después cerraba la puerta saliendo de la cabaña.
Después salí yo dirección al comedor, donde supuestamente habían quedado.
Avanzaba lentamente y sin hacer ruido hasta el comedor y nada más llegar me escondí detrás de unos arbustos lo bastante grandes como para que no me vieran.
—Quiero que nos dejes en paz a Val y a mí.— Dijo Carlos serio.
—¿Porque ella y no yo?— Preguntó la niñita acercándose de más.
—Porque Val no es como tú.— Le respondió Carlos.— Ella es diferente.
—Ella es una imbécil.—Le respondió la zorra, a lo que Carlos no se cortó y le pegó una bofetada.
—Te he dejado las cosas claras, quiero estar con Val y contigo no llegamos a ningún lado.
—Muy bien pero con una condición.— Pidió la niña de los cojones. —Quiero un beso tuyo.— COMOOOOOOOOOOOO.
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La típica chica ruda ||Cupito||
Teen Fiction-Y esa chica.- Me preguntó Perales dándome un codazo Desvíe mi mirada hacia la chica misteriosa, era ella, había vuelto. -No lo sé.- Dije cómo si no supiese quién era. -Pues se ve que es conocida de Álvaro.- Dijo Perales presenciando como su amigo...