Al siguiente día, Yesung había mandado un mensaje justificando su desaparición de la nada. Aprovechando que HeeChul se había ido a bañar antes de que fueran con aquel doctor.
Este le había dicho que era un simple resfriado debido a alguna bacteria que a lo mejor ingirió sin darse cuenta. Así que después se vio lleno de medicinas que el mayor no había pasado en desapercibido para poder comprar. Y aunque fue bastante exagerado, Yesung solo lo seguía en silencio y notando la mirada de la chica de la farmacia quién veía a ambos, no sabía si era por la medicina o por lo guapo de los dos.
En fin, cuando salieron: HeeChul decidió qué comerían algo antes de ir a casa. El trato de que comieran algo ligero, y por suerte el mayor había aceptado. Puesto que decía que estaba engordando. Al fin se dignaba de cuidar del él. Más de lo que hacía.
Ahí se hallaban en un restaurante de comida vegana, ni uno ni otro lo eran pero tenían curiosidad de saber que tan deliciosa era como algunos decían. Ambos habían pedido una hamburguesa.
Tomaba del jugo de piña, sintiendo pequeños escalofríos en su espalda. Tal vez era porque aún seguia un poco enfermo. Así que lo dejaría pasar hasta ese momento.
Miró a su alrededor para notar a HeeChul quien estaba parado en aquella fila para obtener su comida. A veces se sentía como si fuera su hijo, o si bebé, desde que tenía memoria. Se la pasaba cuidandolo por demasiado tiempo. Algo que agradecía, pues quién sabe en cuántos problemas se pudo haber metido si no fuera por este quién llegaba en el momento oportuno.
—Vamos a comer —el mayor llegó al fin, poniendo su charola enfrente suyo.
Asintió mientras tomaba este y olía lo delicioso de aquella hamburguesa, ojalá cuando la probará, su opinión no cambiará.
Así que retiró el papel de esta para poder probar de está, pero notó como HeeChul se quedaba mirando hacia afuera del local. Así que también hizo lo mismo, solo mirando a la gente que pasaba con bolsas en mano por sus compras o acompañados por alguien más, puesto que aquél restaurante estaba adentro del centro comercial, pensó que tal vez vio a alguien conocido o alguna tienda que tenía algo de su gusto.
Pero no veía nada, así que volvió a verle. Ahora tenía el cejo fruncido, demasiado. No, no era algo que le agradaba, era algo que parecía detestar.
Decidió ignorarlo, iba a darle una mordida a su comida. Pero notó a HeeChul quien se había puesto de pie.
—Vamos a casa, Yesungie.
— ¿Eh? —dijo demasiado confundido, pues todavía no habían comido nada.
—Llevaremos esto para la casa —notó sus acciones de como en una bolsa echaba su hamburguesa y después le quitaba la suya para ponerla también—, de un momento a otro no me siento bien.
—¿Acaso te he pegado el resfriado?
—No, no es eso —mencionó antes de dedicarle una pequeña sonrisa, así que sólo asintió—, pero me choca demasiado estar entre tanta gente, recuerda.
—Ah, es cierto.
Entonces se puso de pie, tomando sus cosas y asegurándose de no dejar nada. Así no perdió de vista al mayor que había dejado en la mesa el dinero para pagar la cuenta. Aunque estuvo a punto de decir que él quería pagar aunque fuese la mitad: HeeChul volvió a verle.
Se veía preocupado y podría decirse que un poco desesperado, tanto que le dió miedo; jamás lo había visto de aquella manera.
Ni siquiera las palabras salían de su boca por el sentimiento extraño qué se había presentado.
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• Yuanfen; { Kyusung}
Fanfiction缘份; Predestinados a estar juntos. Está bien amar y ser amado, pero habrá algo qué siempre impedirá eso, las complicaciones en las relaciones siempre pasarán. Pero el destino ya tiene escrito lo que quiere. Ambos están destinados, a pesar de las reen...