Capítulo 10: Vestido

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--¿Hice algo malo Lucas?-- pregunto-- en verdad yo no lo sabía simplemente las fui encontrando mientras viajábamos y como se me hicieron hermosas las guarde todas, por alguna extraña razón ellas me llaman, en verdad lo siento yo no sabía, ten, te las doy todas-- me miró triste.

--Esta bien pequeña-- le di un abrazo-- ¿sabías que casi le das un infarto al señor?-- solté una carcajada-- nunca había visto tanto dinero en su vida.

Nanami

Había sido un día de locos, yo no sabía que tenía una fortuna en la bolsa, para ser sincera las veía como perlas normales, siempre observaba a Lucas pagar con otra cosa, el me enseñó que se llamaban orlines eran como una especie de roca con metal y sabe de que están echos pero el dijo que valían, la verdad me hacían recordar a las monedas. Llevábamos un rato en esa habitación y se veía un poco mejor que las demás en las que hemos estado, tenía una cama amplia con una mesa que sostenía una lámpara de calor, y por muy loco que sonará si se parecía a una lámpara de mi mundo sólo que está tenía lava dentro, nunca me cansaba de todo esto. Lucas seguía observando aquellas perlas con tanta admiración que hasta me daba pena, todo este tiempo pudimos haber comprado cosas más decentes y comida buena pero por mi culpa no lo habíamos hecho.

--En verdad lo siento-- le dije.

--No te preocupes-- me tomo de la mano y me sento frente a el en la cama, todas las perlas estaban entre nosotros, empezó a separar las por color-- te enseñaré las que valen más y las que valen menos. Aunque debo decir que todo esto es una fortuna, en serio.

>Todas las perlas se llaman perlines, las amarillas se llaman amarlines, y son las más comunes, las que se manejan más en los comercios-- asentí-- después siguen las verdes que se llaman verlines también son de las más comunes, sólo que su precio aumenta un poco más-- volví a asentir-- después tenemos las violetas que se llaman vorlines estas tienen el mismo valor que las verlines sólo que son menos usadas por eso la gente aveces las pide-- me estoy empezando a hacer bolas y eso que sólo me a nombrado tres-- tenemos las azules que son las azlines que valen mucho más que las demás pero menos que las anarlines que son las anaranjadas, esas valen más que todas la anteriores Juntas-- volví a asentir aunque la verdad ya me había reburujado.

--Por último tenemos las roslines y dorlines que son las más raras de todas su valor excede a los más lujoso, por ejemplo esas son más conocidas por la gente más adinerada y la familia real, una de esas perlas vale el trabajo de meses de un obrero de clase baja-- o sea que acabo de regalar una fortuna y yo ni en cuanta aunque para ser sincera me sentía bien conmigo misma al darle eso a aquel señor.

--Suena muy feo eso de clase baja-- le dije.

--Aquí hay clases de todo tipo y no todos se pueden dar lujos extravagantes Nanami, no todos son la familia real-- auch, eso dolió.

--Lo siento-- me recosté en la cama, la verdad estaba cansada-- oye compañero ¿y los orlines que son exactamente? ¿También es dinero?

--Si, es lo que más se comercializa, no toda la gente tiene el privilegio de poseer perlas-- pude ver tristeza en sus ojos, desde que nos conocemos yo no le he visto perlas. Ahora me siento peor que antes-- ¿pero sabes cual es la que vale mas de todas, la que causaría guerras, la perla más hermosa y valiosa del océano?-- negué-- la que llevas en el cuello Nanami, hay personas malas en este mundo que no se apiadarían de ti por ser pequeña, te matarían para conseguirla-- lleve mi mano al cuello donde se encontraba la perla y la aferre a mi mano.

--¿Por qué?-- fue lo único que dije.

--Hay una leyenda en el océano se dice que hay siete perlas que no pueden ser encontrada por nadie, dicen que tienen el poder de curar cualquier mal; son mágicas-- me asombra-- no se muy bien la historia sólo se que esas perlas llevan años perdidas hasta que hace años apareció una.

--¿Fue la que tu hermana encontró?-- el asintió-- lo siento-- me miró extrañado, por alguna razón me sentía extraña.

--Iré a conseguir algunos víveres espérame aquí y no le hables a nadie--dijo de pronto.

--Que  poca fe tienes en mi-- le hice un puchero.

--Lo digo porque serias capas de regalar toda nuestra fortuna-- soltó una carcajada.

--Yo voy contigo-- le dije autoritaria-- ¿recuerdas? No conozco y deseo hacerlo.

--No-- le hice ojitos tristes-- ni se te ocurra-- me advirtió y yo puse cara triste-- esta bien, vamos-- se rindió.

--Gracias Lucas-- lo abrace-- eres una amor-- salí de su agarre y emprendi mi viaje.

Pude ver aquel señor esperando en la entrada a futuros clientes o a los que ya tenía cuando me vio me sonrio y inclinó su cabeza, casi le di un casi un infarto al mostrarle toda esa fortuna ahora que pasaría si viera mi verdadero rostro.
Una vez fuera le susurre a Lucas.

--Ha de pensar que soy una ilusa por darle esa perla.

--La verdad es que no, siente admiración por ti, le regalaste algo hermoso-- le di una cálida sonrisa, ha decir verdad me hacía feliz que dijera eso.

Recorrimos todo el lugar a pesar de que llevaba mucho aquí no podía dejar de asombrarme, este mundo es increíble y estaba agradecida por poder ser parte de el...por conocerlo. El comercio aquí no es tan diferente a mi hogar parecía un mercado donde los vendedores tenían todas sus pertenencias, había de todo tipo algunos tenían cosas antiguas en su poder, cosas de barcos y ropa muy hermosa, eso sin duda era el paraíso; quería comprar todo.

Lucas empezó a buscar nuestra comida mientras yo lo seguí de cerca y admiraba el lugar. Se detuvo delante de un señor su cabello era castaño con ojos cafés, el ligero movimiento que hizo para recibirnos pude ver su cola también café, seguía maravillada, todos tenías colas hermosas de todos los colores al igual que sus ojos, en algunas ocasiones logré ver chicas con cabellos de colores; obviamente usaban magia.

--Señor, son 6 azlines-- dijo. No recordaba bien lo que significaba pero sabía que no era nada barato.

--Esta bien-- se dirijo a mi bolsa-- ¿puedo?-- pregunto.

--Son tuyas lo olvidas-- me miró y supe que decía que eran mías-- esta bien son de los dos, gasta lo que desees son para nuestros víveres--  Pago todo y después nos alejamos obviamente le dije que fuéramos a ver el lugar y el aceptó.

--Pase, pase estos hermosos vestidos les quedarán hermosos a sus esposas-- grito un hombre-- ¿aún no tiene vestido para el baile real? Aquí está la solución.

--Vestidos-- chille emocionada y arrastre a Lucas este bufo en resistencia.

--Oh ¿que tenemos aquí?-- dijo de pronto-- una bellísima chica-- me observo detenidamente mientras me rodeaba-- joven es muy afortunado, tiene una bella esposa-- no se si se podía ver peor tanto Lucas como yo estábamos rojos de vergüenza, la verdad ya me había acostumbrado aunque seguía siendo un poco raro.

--¿Tiene algo para mi, señor?-- pregunte quitando la tensión en el ambiente.

--Por supuesto, sacó un vestido dorado con hermosas piedras, era cerrado y las mangas llegaban hasta los codos la parte de enfrente era corta que si tuviera piernas llegaría un poco arriba de las rodillas en comparación con la parte de atrás caía hasta la punta de mi aleta... es hermoso.

--¡Me encanta!-- grite de emoción y lo tome en mis brazos. Después de encontrar ropa para Lucas terminamos pagando nuestros atuendos que no fueron más baratos pero valían la pena.

--Eres una gastona-- me reí de su comentario y tomamos el camino de regreso a la posada.

PERLAS DE MAR👑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora