Love Yourself And Love Me. [Yoonmin]

5

— Ahora vamos a tu casa. —exclamó yoongi mientras miraba fijamente al menor.

— Mejor vamos a tu casa. —respondió nervioso. No quería que yoongi tuviera sospechosas de lo que su padrastro le hacia.

— ¿Por qué no?

— Por qué no hay nadie en casa. —susurro.

— ¿Y eso que justifica? ¿Acaso creés que te haré algo malo? —preguntó yoongi mientras plasmaba una mirada preocupada.

— ¿Acaso te importa?

— Lo siento, Jimin. —bajó su mirada—, ¿P-pero como le vamos hacer? 

Jimin tocó su pelo color rosa mientras pensaba en una solución; viendo las cosas, no tenían otra que ir a su dichosa casa, su pesadilla.

— Tienes razón yoongi. Hoy nos vemos en mi casa. —respondió mientras lucia triste, preocupado.

— Bien, hoy nos vemos en tu casa jimin.

—Bueno.

Y así se quedaron de acuerdo, hoy a las 4pm yoongi iría a la casa de su platónico, lo primero que hizó cuando llegó a casa fue bañarse, después comió un poco, finalmente se fue a la casa de Jimin sin antes haber ido comprar el material y algún regalo para su platónico.

Yoongi estaba nervioso, era la primera vez que iría a la casa del individuo, en hora buena, conocerá a sus próximos suegros.

Mientras que Jimin en el transcurso de su viaje desde la escuela hacia su casa, estaba suplicando que su padrastro no estuviera, al menos que se hubiese ido con su madre o algo así, pero no quería verlo.

Es una lastima que su padrastro si estaba, y sólo.

— Al fin llegas, muñeco. —exclamó el señor mientras se acercaba hacía el menor y mordía su labio interior.

— Hoy vendrá un compañero. —respondío a secas.

— ¿Que dices, imbécil?

— Haremos una tarea juntos. —aclaró.

— No me gusta que traigas amigos y lo sabes, ¿te gusta hacerme enojar niño tonto? —habló con tono alzado y fuerte apuntó de darle una cachetada al menor pero este logra esquivar—, Con que esquivas mi cachetada pedazo de basura. Me las pagarás.

Dicho esto se fue, Jimin tenía un poco de alegría ya que no fue golpeado; pero dejó ese asunto en el olvido y arregló bien su cuarto para recibir a yoongi como se debía. Por una extraña razón, se había arreglado de más, ni el mismo entendía el por qué lo había hecho. 

Finalmente yoongi llega.

—Llegaste muy puntual, yoongi. —exclamó jimin mientras sonreía.

— Gracias, supongo. —río apenas, mirando curiosamente las pinturas negros y amarillos que era pintada la casa—¿Puedo pasar?

Jimin asintió; indicó que tenía que pasar hasta su cuarto, la casa no era ni fea pero tampoco se podría sentír una alegría severa, todo estaba solo un triste.

Llegaron al cuarto de Jimin, muy bonito por cierto, y ambos se sentaron enfrenté de la tele y empezaron hacer su trabajo.

— Ten Jimin —saca una cajita y se la a su platónico.

— Gracias yoongi. —mostró felicidad cuando vió el objeto—, Me gustan los regalos.—aclaró mientras se sonrojaba.

— Cuando pueda te daré regalos.

— ¡Genia! —dió un brinco de felicidad, sin duda a Jimin le gustaba los regalos, no importaba cuanto era el precio, simplemente le gustaba que la gente tuviera detalles con el.

— Iré por unos dulces. —habló Jimin mientras de paraba en seco.

— No, yo iré. —respondió yoongi mientras que también se paraba—, Al fin y a cabo ya se por donde está su cocina.

— Bueno.

Dicho esto, yoongi bajó las escaleras y curiosamente notó que alguien estaba en la cocina, así que decidió hablar para que notarán alguien su presencia.

— ¿Hola?

— ¿Quien demonios eres?

— Soy el amigo de Jimin.

—Ah, pasa.

Yoongi asintió, primero le dio curiosidad en quién era la persona pero luego se quitó las dudas.

— ¿Usted es el padre de Jimin?

— Su padrastro.

— Oh, mucho gusto señor. —habló seriamente—, Me gustaría saber en donde está los dulces que Jimin compró.

— Me los comi.

— Oh, oh. Bueno.

— Voy a romper esta tensión, mira estúpido, no me caes bien y vas vale que te alejes de el, Jimin no merece tener amigos.

Yoongi se queda desconcertado, indignado por lo que le habia dicho el padrastro.

— ¿Es encerio, señor? —fruncio el ceño y su voz era como si no creyera lo que estaba escuchando.

— ¿Acaso me vez que estoy bromeando?

— No. —susurró.

— Ya te lo advertí, más vale que me hagas caso, niño pálido.

— Mi nombre es Min Yoongi señor, no hay necesidad de ponerme apodos. Que pase buena tarde. —dicho eso se dió la vuelta y con el puño cerrado camino nuevamente al cuarto de Jimin.

Yoongi debió que admitir que no le cayó nada bien el padrastro de Jimin, pero para evitar problemas no le dijo nada a su platónico. Yoongi estaba muy enojado cuando salió de la cocina, demasiado enojado para notar que el dichoso señor se estaba masturbando mientras veía pornografía infantil.

Y finalmente yoongi se fue, pero sabía que en esa casa se ocultaban cosas, no sé quedará con las manos cruzadas y investigará muy a fondo lo que estaba pasando. Sabía que en esa casa no marchaba bien.

En cuanto Jimin se despidió de Yoongi; rápidamente se subió a su cuarto para no toparse al viejo, pésima idea, el viejo ya estaba en su cuarto.

— Al fin solos, pequeño. —exclamó mientras cerraba la puerta con seguro.

El viejo toma a Jimin y desabrocha el pantalón de este para sacar su miembro y lo empezó a masturbar mientras con la otra mano tapa la boca de Jimin para que no gritara. Para el infeliz era placentero ver como Jimin lloraba mientras intentaba gritar, eso alimentaba su lujuria. Después de dejarlo de masturbar, empezó a besar todo su cuerpo dejando huellas de quien era el dueño de ese cuerpo.

Por fortuna no llegó a la penetración, pero después de haber hecho sus porquerías, empieza a golpear a Jimin de una forma violenta y desconectada.

— Estos golpes van por el imbécil de tu amigo, dile que eres mío pedazo de basura. Ni para tener sexo sirves. —exclama el viejo mientras le escupia al menor y le dió los dos últimos golpes. Después de eso salió de la habitación como si nada hubiese pasado.

Jimin no tuvo remedio, se fue al baño para bañarse sin antes haberse cortado.

— L-lo siendo yoongi, traté de evitarlo. —susurró Jimin mientras lloraba y veía como su brazo empezó a llenarse de sangre pero aún así se seguía cortando.

Lo que faltaba, aparte de violador, golpeador resultó el padrastro.

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