PRÓLOGO

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Han pasado varios meses desde que Jack y yo confesamos que íbamos a ser jefes, aunque él de la organización y yo de "Los Águilas", y así es, ahora ya lo somos, ya hace poco más de un mes que estamos a cargo.

Nuestra relación ha seguido su curso, estamos bien y somos, o por lo menos lo parece, felices, aunque aún tenemos alguna que otra discusión, aunque eso es porque nuestras personalidades chocan entre sí, al fin y al cabo siempre me ha gustado contentar sarcástica, y eso le saca de quicio aún estando saliendo. Eso sí, por ahora lo estamos manteniendo en medio secreto, lo saben nuestros amigos más cercanos pero no muchos más, por lo visto es "lo mejor" para nosotros ahora que él es jefe, aunque ambos estamos cansados de esconderlos... y pronto es la fiesta de febrero.

Sigo asistiendo a clase, igual que Tyler, y no hemos podido lograr que Mark y los otros se alejen de nosotros, aunque Jeremy estaba tan calmado y callado que investigué un poco... resulta que se ha ido del país, pero seguro que a por refuerzos, y volverá a por mí, pero ya lo sabe, aquí le espero. No voy a esconderme de alguien como él, no le temo. Tenerlos cerca, a Jules y compañía, a veces es pesado, tener que fingir y esas cosas... pero por lo menos así puedo asegurarme de que nadie se les acerca para hacerles daño, y por ahora aún no ha pasado nada. Mejor.

El cuerpo de Hanna aún no ha aparecido, y empiezo a preguntarme si no es verdad que siga viva, aunque si es con Jeremy, es capaz de haberla vendida como esclava o prostituta, o tenerla para su propia diversión, es así de rastrero y asqueroso, pero en parte me da lo mismo, mientras no haya pruebas en mi contra, la policía no va a acercarse a mi, y hablando de policía, me siguieron un par de días, pero acabaron por rendirse ya que mi vida era "normal"... lo que no saben es que evitaba los sitios peligrosos al darme cuenta que iban detrás mío... No es que supieran fingir, iban en gabardinas y gafas de sol, con diarios y todo, lo típico que se ve en la tele, vamos, por lo que incluso era estúpido y había gente de la calle que también les miraban extrañados, aunque no les decían nada.

Mi amistad con Scott está completamente muerta, me evita todo lo que puede, incluso en las actividades de la banda, pero es mejor, porque sino terminaríamos por pelearnos, o algo peor, lo que resulta innecesario.

Y...creo que no ha cambiado nada más...¡ah sí! una cosa. Ahora trabajo como camarera en el bar de la organización. En un principio Jack me lo prohibió, por lo que discutimos, pero al final acabó cediendo, pero con una condición, él me recogía en la salida, y tuve que aceptar. La verdad es que no está mal trabajar aquí, salvo por los borrachos que no son de la sede que intentan de todo, pero hay que soportarlo, aunque no importa mientras me paguen. El uniforme no es nada del otro mundo, tejanos negros y una camiseta blanca, aunque la mía es de tirantes, mientras que la de los demás es de manga corta, pero claro, todos los demás son chicos, de la organización y muy amables conmigo.

Así que así están las cosas ahora por Nueva York... 



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¡MUY BUENAS!

Como podéis ver empieza la segunda parte de mi primera novela, "Volver a Sentir". 

Espero que la disfrutéis y sigáis leyendo mi obra.

¡Gracias!

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