10: ¡Estás en llamas!

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Parpadeo un par de veces para acostumbrarme a la dolorosa luz antes de levantarme y rectificar si de verdad estamos en Las Vegas. 

Intento sentarme pero un brazo me lo impide, lo quito de mala gana haciendo que la persona se caiga.

—Auch—escucho que se quejan.

Suelto un bostezo y ojeo quien es.

—Lo siento, Crystal. Es que me duele mucho la cabeza y siento que voy a vomitar mi hígado—me acuesto de nuevo y abrazo una almohada.

—Yo también me siento muy mal—se recuesta a mi lado—. Nos pasamos un poquito de copas—añade riendo bajito.

—Si un poco—ironizo soltando otro bostezo—. No vuelvo a beber tan a lo loco. 

Naguevona' de pana yo soy una alcohólica, necesito ayuda médica para que porfa.

—¿Y los chicos?

De repente mis neuronas se acordaron de esos locos.

—Mmh, no lo sé. Revisemos la suite—sugiere la peliteñida y abre la puerta de la habitación.

Abro los ojos en demasía y se me escapa un jadeo.

—¡¿QUE DEMONIOS PASO AQUÍ?!—giro mi cabeza y observo todo el panorama. 

¡LA SUITE COMPLETA PARECE UN HURACÁN!

Mano, ni mi cuarto en Venezuela estaba así, bueno, un poquito si. Es que me daba pereza arreglarlo jeje.

—Creo que todos nos pasamos un poco.

—Si, un poquito no más—suelto con sarcasmo.

—¿Recuerdas algo de anoche?—inquiere con curiosidad.

Empezó a morderse las uñas luego de preguntar, eso significa que está nerviosa.

Mmh, a ver. Repasemos.

Primero, estábamos en la fiesta. Segundo, nos aburrió la fiesta y viajamos hasta acá a Las Vegas. Tercero, fuimos a un club de nudistas. Cuarto, fuimos a un casino y por último fuimos a un club y empezamos a beber.

Okey pero luego de eso estoy en blanco total.

—Recuerdo hasta donde fuimos al club y comenzamos a beber—respondo a su pregunta—. Luego todo esta en blanco. ¿No hice nada malo, verdad?—pregunto rascando mi nuca.

Ella me sonríe nerviosa. 

Algo me quiere contar, ya la conozco.

¡POR LA PELOTAS DE MADURO! ¿Que hice anoche, diosito?

—Volvamos adentro y te cuento—me jalo de nuevo a la habitación y nos sentamos en la cama—. Bueno, luego de que fuéramos al club tú te pasaste un poco de copas y..—soltó un suspiro y luego tomo una gran bocanada de aire.

—¿QUE HICE, MUJER?—pregunte ya exasperada.

—Tú besaste a Luke.

—Ah, creí que había matado a alguien o algo así- ¿POR QUÉ ME DEJARON HACER ESO?

Caigo en cuenta y me exaspero. 

—Fue de un momento a otro, solo porque una chica le estaba coqueteando llegaste y lo besaste—relata y se ríe—. Pero el muy idiota se dejo llevar.

¡AH, EL MAMAGUEVO ME SIGUIÓ EL BESO!

Que perra soy.

Bueno no. 

QUE PERRO ÉL.

—Creo que debo disculparme, aunque yo no lo recuerde, debo hacerlo—digo tratando de dejar de pensar en el asunto.

LATINA ―5SOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora