03: ¿Te vas del país?

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—¡Despierta carajita!—escucho el grito de mi fabulosa madre.

Coño, estaba apunto de caerme a besos con Shawn.

—Ay ma, dame unos minutos más—me quejo adormilada.

—No, levántate ya, hoy es el día—me da una nalgada.

Mierda, creo que vi el infierno.

—Por cierto, te compramos un reproductor de música y tus amigos nos ayudaron a llenarlo con tu música favorita—dice cuando finalmente me siento en la orilla de la cama.

—Ma, muchas gracias, no me lo esperaba—le agradezco y le doy un beso en la mejilla.

Ella procede a abrazarme.

—No puedo creer que hoy te vas, mi pequeña—murmura con un tono de voz apagado. 

Se que le duele mucho, nunca pensamos que me iría primero, pensábamos en irnos juntas.

—Te voy a extrañar muchísimo.

Sentí como mi camisa se humedecía, efectivamente ella estaba llorando.

—Mami, no llores, por favor. Sé que es difícil, pero volveremos a estar juntas. No estaremos separadas para siempre y si así fuera nuestros corazones siempre estarán juntos.

Asiente con la cabeza y sonríe ligeramente.

—Es momento de que te arregles, te llevaremos al aeropuerto.

—Coño, ¿Vas a gastar gasolina en mi? Eso si es amor vale.

Salí directo al baño, esta es la última vez que me vengo a fregar la canoa en mi mugroso baño, ay que dolor. 

Me vestí y fui a la sala con mis maletas. 

Al salir me las encuentro a las tres sentadas mirándome. Mi hermanita, mi abuela y mi mami somos las que quedamos, todos se han ido del país. Mis tíos ya se han ido, yo me voy y ellas serán las siguientes, tengo fe.

—Bueno, es el momento—anuncia mi mamá tomando las llaves de carro.

—¿A donde vas?—pregunta mi hermana.

Suelto un jadeo de asombro. Me sorprende que mi mama aun no le haya dicho.

—Voy a viajar, y te prometo que cuando llegue a mi destino te voy a enviar muchos dulces.

—¿De verdad?—pregunta emocionada y hago un sonido de afirmación.

Toqué la punta de su nariz con mi dedo indice haciendo que ría.

Procedimos a montar las maletas al carro para luego arrancar.

Mi abuela carraspea fuerte para llamar mi atención.

—¿Llevas todo?—pregunta y yo asiento.

—Será un viaje algo pesado.

—¿Crees que estarás bien?—me pregunta mi mamá mirándome por el retrovisor. 

Lo dice porque le tengo algo de miedo a las alturas. Bueno, no a las alturas específicamente, es a los aviones. 

—Eso espero—murmuro.

Llegamos finalmente al aeropuerto y justo ahí comencé a sentir nervios. Coño de la madre vale.

Mencionaron por el altavoz que el avión estaba listo para abarcar.

—Mira, mi gorda—comienza a hablar mi abuela mientras se acerca más a mi—Por allá te irá muy bien, no te preocupes por nosotras que también nos iremos pronto, nuestra separación no será permanente. Te vamos a extrañar a ti y a tus loqueras en la casa. Te amo mucho, mi gorda. Nos avisas cuando llegues. Por cierto, usa condón y no bebas tanto—añade para finalizar y yo suelto una carcajada.

LATINA ―5SOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora