55: ¡Feliz cumpleaños!

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Hoy es mi cumpleaños, finalmente. 

He estado muuuuy emocionada, pero también he estado un poco distante a la vez. Los chicos han actuado extraño los últimos días y creo saber que sucede.

¡Feliz cumpleaños, cara de orto!—grita mi hermana y mi mamá le jala un mechón de cabello—. Auch, ma—se queja y hace media mueca—. Espero que la pases bien y mi deseo para ti es que me des un sobrino—añade y sonríe inocente.

Mi familia de verdad está chiflada.

¿Que harás hoy, princesa?—me pregunta mi abuela mientras me sonríe.

Mmh, creo que saldré con las chicas. Desde hace días tengo pensado cortar mi cabello y hacerme otro tatuaje—digo y mi abuela chasquea la lengua—. Ya abu, se que piensas que me voy a llenar de tatuajes, y probablemente sea así, pero que más puedo hacer—me hago la inocente.

Ya no puedo hacer nada, eres igualita a tu mamá—se queja cruzándose de brazos y mi madre se ríe.

Recuerdo cuando a los 19 le llegué con mi primer tatuaje, su cara desencajada no tenía precio—recuerda mi mamá y nos echamos a reír.

Mi abuela nos da una mirada desaprobatoria y dejamos de reír.

¿Ya te llamaron los come moco?—me pregunta cambiando el tema.

Nop, probablemente me llamen en cualquier momen...—no terminé de hablar porque empezó a vibrar el celular.

Anda, contéstales. Nosotras iremos a almorzar, cuídate mi amor. Pásala bien—mi mamá me lanza un beso y corta la llamada.

Contesto la llamada y lo primero que veo es a mis amigos con pitos en la boca y los ojos llorosos.

¡Feliz cumpleaños!—gritan todos al unisono.

Gracias, mis amores hermosos—agradezco frotándome un ojo.

¿Te despertamos?—me pregunta Cesar quitándose el pito de la boca.

Niego con la cabeza.

Mi mamá me despertó, ustedes saben la manía que ella tiene de levantar a la gente a las 6 de la mañana cuando es su cumpleaños—respondo mientras ellos sueltan una carcajada.

Me acuerdo cuando tu mamá me levantó a esa hora para felicitarme—cuenta Juan cuando deja de reír.

Mano, si. Verga, si que hace falta la doñita—dice Silvio haciendo un puchero.

La extrañamos, era nuestra compañera de chismes y la que nos aconsejaba, a parte de ti, cuando la cagábamos con algo—le sigue Emely con melancolía.

¿Como han estado todos? ¿Y los chicos?—me pregunta Maikol acercándose a la cámara.

Deben estar durmiendo todavía, no sé. Ni siquiera he salido de mi cuarto aún—respondo y me encojo más en mi cama.

Son unos flojos, naguevonada, y tú más—me regaña Marie negando con la cabeza.

Mana, ¡SON LAS 6 DE LA MAÑANA!—vocifero y ellos ríen.

Bueno, nojoda. Te dejamos seguir durmiendo, carajita del diablo—dice Miguel rodando los ojos—. Cuídate esas nalgas, esperamos que tengas un gran día hoy.

¡Te amamos!-gritan al unisono y cortan la llamada antes de que responda.

De pana que yo amo a esos estúpidos.

LATINA ―5SOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora