Capítulo III: Un Aedi peligroso.

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Emily había decidido emprender un largo camino para controlar su magia, había nacido con una afinidad al fuego o eso es lo que ella quería pensar, no recordaba mucho de su pasado antes de aparecer a los ocho años junto con Emiliano en una ciudad de Diakon, poco después Serón mantuvo comunicación con ella y parecía ser una parte de ella aunque actuaba independientemente, Emily gustaba de decirle consciencia, pues en muchas ocasiones la traía de vuelta a la realidad y cuidaba de que no se lastimara o eso hacía ahora.

— ¿Emily? Es tu turno —Emily salió de su trance y miró como un chico llamado Suichi había terminado con varias heridas y caminaba con dificultad, al estar cerca de Naomi intentó sonreír y dijo— vaya, ahora entiendo por que nadie quiere venir a esta ciudad —el chico se tumbó al lado de Naomi y miró el cielo despejado, satisfecho con su primera victoria contra un virus nivel 15.

— Emily, no quería decirlo antes pero debes tener una idea de lo que es el dolor en esta ciudad, verás, este espacio es único en Sanal Yasam, en esta parte podemos sentir el dolor que en cualquier otra ciudad se anula junto con la capacidad de moverte por un rato pero aunque es incomodo no se siente nada más. En nuestro caso es diferente —Emily negó con la cabeza y entró en el domo confiada, respiró hondo y miró al interior,— recuerda, el virus es nivel 20, al menos la mitad de lo que venciste anteriormente pero aquí tienes que aprender a contenerte, ¿de acuerdo? —Emily asintió al momento en que un código dañado apareció dentro del domo, apretó los puños y del código salió una especie de dinosaurio con patas extremadamente largas y picos por todo el cuerpo, no pudo ni moverse cuando el código la derribó como si nada, Suichi se había levantado interesado en la batalla, Emily se levantó como si nada y sonrió ante tal reto, generó su espada de fuego pero el virus la había vuelto a derribar y rápidamente apagó la espada de Emily.

— Imposible —pronunció mirando como el virus generaba una especie de corriente a su alrededor y perdía el equilibrio, se aferró como pudo al suelo y apenas levantó la mirada para contraatacar el virus se encontraba con sus garras tan cerca de su cara, sin poder reaccionar e instintivamente todo el domo se cubrió con una ráfaga de llamas que incluso agrietó el domo, Naomi dio un paso atrás y estuvo por entrar al domo cuando las llamas se calmaron y ni rastro del código infectado se encontró, Emily estaba inconsciente y Naomi decepcionada del primer intento se la llevó a ver a un Aedi.

Para cuando Emily despertó divisó un techo blanco con una lámpara colgando, movió un poco su cabeza para mirar a un chico de cabellos desaliñados de espaldas, parpadeó un par de veces e intentó levantarse cuando escuchó la voz cansada del muchacho— No te levantes —parecía más una orden pero no le quedó más remedio que acatarla. En una situación incomoda Emily habló nerviosa, ella casi no tenía contacto con otras personas y en condiciones normales llegaba a ser tímida— ¿S-sabes que desperté por mi código? —preguntó juntando ambas manos, el muchacho suspiró y con un tono de voz molestó se resignó a contestar.

— Se pueden saber muchas cosas por el código —el sonido de la vibración de las teclas era lo único que se escuchaba y eso ponía mucho más nerviosa a Emily.

— ¿Estoy bien? —el sonido se detuvo y escuchó otro suspiro de cansancio, al escuchar que la vibración volvió también una respuesta del muchacho.

— ¿Eres tonta? Si estás consciente entonces estás bien o ¿te refieres a cómo estoy yo? —el tono confundido del muchacho hizo sonreír a Emily que se sintió mucho más en confianza, le hizo pensar que tal vez aquel chico tampoco tenía muy buenas habilidades sociales.

— Soy Emily Thompson, ¿y tu? —preguntó amablemente mientras miraba de mejor ánimo el techo y la lámpara con detalles grises que colgaba de el.

— Ya lo sé. Sobre mi nombre no se si sea seguro decírtelo, progamer nivel 2 —recalcó las últimas palabras haciendo desaparecer de un segundo a otro las ganas de ser amable de Emily, se levantó de la cama con rapidez y ganas de gritarle algo cuando— te dije que no te levantaras —Emily reaccionó y se sintió enojada, se limitó a callarse y volverse a recostar.— Soy Marco —dijo y se levantó de su silla, al voltearse dejó ver sus ojos oscuros y fijos en algún lugar, sus labios serios y esa expresión de desinterés. Emily se levantó de inmediato y abrió la puerta del consultorio que al echar un vistazo atrás supo que en realidad era la habitación de Marco.

— Con su permiso —apenas cerró la puerta detrás de ella soltó un suspiro y levantó la vista aliviada cuando la sonrisa de Naomi la espantó.

— Le agradas a Marco —rió entrando a la habitación, Emily no dijo nada pero no creía que eso fuera cierto, tenía los ojos de alguien que odia algo a la distancia. Comenzó a caminar fuera de las instalaciones hasta llegar al domo, era ya tarde y el ocaso comenzaba a terminar. Entró al domo y retiró su hechizo— Ilusión —pronunció tomando el código del virus entre sus manos y guardándolo en su bolsillo, apenas dio la vuelta miró a Marco en la puerta del domo mirando su mentira.

— Una ilusión eh, creía que tu afinidad solo era el fuego pero cuando vi tu código y miré que faltaba la mitad me sorprendí, no podía creer que alguien con la mitad de información pudiera vivir. No tengo intención de delatarte, incluso podría ayudarte, claro, si tu me ayudas a mi —Emily frunció el ceño, no creyó ser descubierta tan pronto, de su chaqueta sacó un arma y lo apuntó, seria y visiblemente molesta contestó.

— No necesito tu ayuda y sea lo que sea que quieras de mi no te lo daré, hasta ahora he sobrevivido sola y si es para protegerme no me importa matarte aquí y ahora —Marco sonrió levemente y se cruzó de brazos.

— Entonces solo tomaré tu código —dijo acercándose a ella peligrosamente, estaba por disparar cuando los pasos de alguien interrumpieron a ambos chicos— pero por ahora dejaré que te des cuenta de un par de cosas —Emily bajó el arma y se ocultó en el domo dejando escapar a Marco, pensó en lo que ella diría si la viera en esa situación, se preguntó si ella fuera diferente hubiera disparado sin dudar y entonces se vio inmersa en una pequeña duda, recordó << A menos que seas tan estúpida para creer que puedes ganar sola >> suspiró conteniendo su frustración.

— Entonces solo tomaré tu código —dijo acercándose a ella peligrosamente, estaba por disparar cuando los pasos de alguien interrumpieron a ambos chicos— pero por ahora dejaré que te des cuenta de un par de cosas —Emily bajó el arma y se ocultó en ...

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Imagen: Marco

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Imagen: Marco.

[Capitulo editado: 19/04/19]

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