Capítulo tres

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Al llegar vieron como a un chico haciendo acrobacias con la patineta de una manera muy fluida y relajada, el olor del alfa de cabellos negras disminuyó, pero de la nada las hormonas del alfa de cabellos blancos delataban algo que el de cabellos ne...

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Al llegar vieron como a un chico haciendo acrobacias con la patineta de una manera muy fluida y relajada, el olor del alfa de cabellos negras disminuyó, pero de la nada las hormonas del alfa de cabellos blancos delataban algo que el de cabellos negras ya sospechaba.

-Komaeda- Todos al escuchar la voz del imponente alfa se apartaron para que el receptor y emisor se vieron de cara a cara, extrañamente su cabello empezó a moverse aún más por el viento y solo producía una vibra más amenazadora- Lo lastimas y no verás la luz del día- Y ahí fue cuando el alfa de poca fuerza se dio cuenta de lo que se refería.

Su omega era el de la patineta.

Su omega era el hermano de Izuru Kamukura

Su omega es... Hinata Hajime.

De la nada ese nombre en su mente le provocaba pura felicidad y asintió ante el pedido del alfa y solo se quedó mirando al omega que al parecer no se percataba de las feromonas de felicidad que desprendía su destinado.

Después de unos minutos el chico sobre la patineta paro y se dio la vuelta para después acercarse a los estudiantes y dar una pequeña reverencia y sonreírles. El alfa albino sintió como su corazón era flechado y como sus piernas perdían su equilibrio. Su corazón latía al compás que su lado alfa aullaba al encontrar a su amado omega.

-Un gusto soy Hinata Hajime y soy el hermano mellizo de Izuru, pero él me ganó por unos segundos- Informo para después acercarse a su hermano.

Pero algo extraño a Komaeda. Su omega no actuaba de alguna forma ante su aroma ¿No que los omegas al sentir el aroma de su alfa se sienten atraídos al instante? Porque él ni le dirigía su mirada.

-Chicos podrían informale sus razas a mi hermano- Izuru al terminar de decir eso todos les quedaron mirando de forma extrañados. Supuestamente que por medio de la esencia de cada persona se puede descifrar su raza- Verán, hay muchas cosas que catalogan a los omegas y alfas como defectuosos y entre ellas mi hermano tiene uno de esos problemas- Susurro algo desanimado, pero no lo hizo demostrar fácilmente.

Todos se comenzaron a presentar, pero el albino no podía. Su cuerpo temblaba ante la idea de hablarle al castaño y decirle que él es su alfa ¡No! La vergüenza no le dejaba ni siquiera levantar la mirada.

-Un gusta Hinata-kun, soy Nanami Chiaki y soy una alfa- dijo de forma relajada la chica que estaba al lado de Komaeda- Y este chico es Komaeda Nagito y también es un alfa ¿No crees que es atractivo?- Preguntó de forma pícara mientras sostenía el brazo del nombrado que solo atino a sonrojarse y al fin levantar su mirada y dejar a la luz sus ojos verde grisáceos.

-¿E-eh? ¿Y porque tan de repente eso?- Sus mejillas se tiñeron de vergüenza.

-Mmm... ¿Es que acaso no lo encuentras así?- Dijo Nanami de forma inocente falsa, solo quería que el chico se acercara a su amigo y comenzarán el amor que tanto espero Nagito.

-No me refería a eso. Komaeda-kun es alguien de buenas facciones, pero algo extrañas para un alfa- Susurro lo último.

-¿Pero no es eso que más desean los omegas? Un alfa que no tenga los clichés que tiene la gran mayoría- Informo haciendo que todos los alfas miraran a sus omegas que solo se hacían los que no entendían de lo que hablaba la muchacha.

-¿Qué? Ni que Komaeda-kun fuera mi alfa- Dijo el chico mientras rascaba su mejilla para después suspirar algo cansado.

Hablar sobre quién es su alfa es algo que siempre le ha desanimado, en su antigua escuela ser omega era ser igual a una mujer. Ponerse vestidos, maquillarse y ser engañados ante las emociones, pero él cayó una vez en eso y fue la vez que un alfa le mintió que era su destinado, después descubrió que el verdadero destinado de ese chico era un omega que estaba comprometido. Ese recuerdo llegó y con semblante serio chisto su lengua llamando la atención de todos.

-Lo siento, me debo ir a mi habitación- Con firmeza dijo esas palabras mientras era acompañado por su hermano que solo buscaba entre sus talentos algunas forma de alegrar a su hermano, pero no.

Él fue engañado y si él le dice que su destinado es su compañero de clase seguro el comenzaría a negarlo y se alejaría de él, pero entre su pensar llego la solución para que el omega y alfa terminen juntos. Komaeda deberá conquistarlo, no cortejarlo como lo hacen los demás alfas. Obligadamente debía hacerse amigos después enamorarlo y declararse. Lo de contarle si es su destinado será si su hermano quería verificar si ese amor será para siempre para esforzarse o no para que sea duradero.

-Que mala suerte es ser tu Komaeda- Susurro el pelinegro mientras abría la puerta de la habitación que compartirá con su hermano por esa semana entera.

-Que mala suerte es ser tu Komaeda- Susurro el pelinegro mientras abría la puerta de la habitación que compartirá con su hermano por esa semana entera

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Gracias por las leídas UwU

Nos vemos en el siguiente capitulo.

La esperanza huele a fresas con chocolate //Komahina//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora