Ella vino suave y silenciosa. Me saludó con una reverencia y me abrazó, envolviéndome en su frío. Era un frío glaciar. Cuando ella me dijo que teníamos que partir, yo solo asentí. Sabía que era mi hora. Cruzamos la barrera que divide los planos y entonces, me hallé de pie, en el umbral del reino de la Muerte.
Me encanta hacer microrrelatos como este
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Esta desquiciada, tonta y rara antología
Mystery / ThrillerEsta es una serie de relatos cortos que tienen en común una gran carga emocional, donde la mayoría están narrados en primera persona. Algunos tienen influencia de Poe y Lovecraft, otros bien podrían ser los delirios de un loco, o de un no tan loco...