Esta desquiciada, tonta y rara antología

Relato #1 La bella Muerte

Te vi llegar, más callada que el silencio, tan fría como el hielo, o tal vez más.
Extraño, eres hermosa, con la noche en ti, toda su oscuridad arcana en tus ojos, ojos de misterio, pero también de esperanza.
Extraño también es el hecho de que no siento ningún temor. ¿Por qué? Dime, ¿por qué tienes esta apariencia? ¿Por qué no siento ningún temor al verte? ¿Será acaso que tú traerás la paz que tanto anhela mi alma?
La pálida beldad de negra túnica solo sonrió, una sonrisa que hubiera sido capaz de iluminarlo todo, de no ser por la frialdad de su mirada.
—Veo que solo has visto la apariencia horrenda de mi hermana —dijo ella.
—¿Qué quieres decir? —Le pregunté.
—Mi hermana y yo tenemos cada una dos apariencias —me explicó—, una horrenda y otra hermosa. Pero para que alguien pueda ver mi apariencia hermosa, es que solo ha visto la apariencia horrenda de mi hermana. Si alguna vez alguien vio la apariencia hermosa de mi hermana, entonces sólo podrá ver mi apariencia horrenda.
—¿Será por eso que te veo hermosa, Muerte, por qué a la Vida siempre la he visto terrible? —Le pregunté.
—Exactamente —dijo ella—. Dame tu mano y te llevare a un lugar de paz.
Le di mi mano y fui con ella, deje atrás todas mis angustias y sufrimientos, y por fin habito un lugar donde mi alma está en paz.

Inspirada en el poema A la muerte de Guillermo Blest Gana, y dedicada a este gran autor del siglo XIX