Camina el lobo solitario bajo la luz de la Luna, al amparo de las sombras, donde no es visto ni sentido. No eligió ser lo que es, pero aun así lo acepta. Es un cazador, un depredador que solo caza para vivir.
Sin compasión, sin remordimientos, solo instinto de supervivencia, por eso debe matar. La soledad es su pago y la vida su condena. Matar para vivir y vivir para matar, su rutina día a día.
Esta noche matara, no tiene opción, debe hacerlo. Hoy saldrá la Luna, hoy es el día de la sangre.
Ella todos los días sale en su búsqueda. Ella también siente sed de sangre y hambre de carne. Ella es su alma gemela. Ella sabe que él existe. ¿Qué otro ser sería capaz de tal carnicería? Ella sabe que es él. Lo sabe porque es igual, solo que más sanguinaria. Ella mata por placer.
Ella soy yo. Esta noche mataré, porque con cada muerte, con cada sangre derramada le estoy mostrando que existo. Que existe otro ser como él. Cada muerte nos acerca. Cada vez nuestros territorios son más cercanos y finalmente se cruzaran. Estaremos juntos para siempre. Cazando juntos, matando juntos.
Dos lobos solitarios que ya no lo serán más. Dos lobos solitarios que por siempre se amaran.
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Esta desquiciada, tonta y rara antología
Gizem / GerilimEsta es una serie de relatos cortos que tienen en común una gran carga emocional, donde la mayoría están narrados en primera persona. Algunos tienen influencia de Poe y Lovecraft, otros bien podrían ser los delirios de un loco, o de un no tan loco...
