El sábado en la tarde, Adrián quedó con Alec. Sabía que él no tenía ganas de salir a la calle, así que le dijo que vería películas en su casa.
Adrián insistió demasiado y terminó convenciendo a Alec, pero aún así él seguía sin ganas.
Amanda citó a Natalie para pasar la tarde juntas haciendo locuras, como cada fin de mes. Ella realmente no tenía muchas ganas, pero no le podía quedar mal a Amanda.
— Alec, al fin llegas. Tardas demasiado — dijo Adrián al recibir a Alec.
— Adrián, sabes que ni siquiera quería venir. Tú me obligaste.
— Es para subirte el ánimo. Sé que quieres mucho a Nat y todo eso, pero no debes pensar tooodo el día en ella — ambos fueron a la habitación de Adrián. Nada más legaron, Alec se acostó en la cama boca abajo. Adrián se sentó en la silla que estaba frente a su computadora y la encendió. Faltaban unos minutos para llamarle a Amanda.
— Adrián, ¿sabes qué me vendría genial ahora?
— ¿Qué?
— No lo sé, por eso te pregunto. Por alguna razón tú siempre tienes la respuesta a todo — Adrián suspiró.
— Lo que necesitas es hablar con Natalie...
Amanda había preparado todo para que Natalie no sospeche.
— Cariño, ya llegó Natalie — dijo su madre desde afuera de la habitación de Amanda.
— Voy — Amanda se levantó y abrió la puerta. Allí estaba su mamá con Natalie. Cuando la vio, la abrazo.
— Las dejo, debo ir por tu hermana a sus clases. No hagan travesuras que las conozco.
— ¿Nosotras? — dijeron al unísono — Pero si somos unos ángeles — la mamá de Amanda negó y se despidió de ellas.
Ambas pasaron a la habitación. Natalie se sentó en la cama y Amanda en la silla frente a la computadora.
— Espera que termine un trabajo. Es rápido, no tardaré mucho.
— Está bien — Amanda espero un rato. Sólo unos pocos minutos más y Adrián la llamaría.
— No, no vine aquí para eso — Alec se alejó de Adrián. Él se levantó y se acercó a él.
— Lo estoy haciendo por ti. Puede ser la única oportunidad que tengas, Alec... En unos minutos debo llamarle a Amanda, por favor Alec... Habla con ella. Si está Amanda allí, Natalie no podrá apagar nada y tendrá que escucharte.
— ¡¿Y qué se supone que le diga?!
— La verdad. Lo que sientes por ella. No tienes que hacer nada más.
— Sólo lo voy arruinar más, no quiero. Deja las cosas así como están.
— ¡No, Alec! Maldita sea... No puedes dejar las cosas así. No sabes lo que Natalie siente. Si no lo haces, podrías arrepentirte por siempre — Alec se acostó en la cama boca abajo — Eres un maldito necio...
Adrián abrió Skype y le escribió a Amanda: "No digas nada de que te estoy llamando, sólo responde". Cuando Amanda le respondió, él le llamó.
La cámara de Amanda alcanzaba a apuntar a su cama, donde estaba Natalie. Ella estaba con el celular y unos audífonos.
— Alec, en verdad necesitas hacerlo — Natalie miró a la cámara y vio a Adrián. Se acercó lentamente se la computadora. Aún no podía ver a Alec porque la cámara no apuntaba a esa dirección.
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Número equivocado
RomanceSiempre que llamamos o le escribimos un mensaje a un número desconocido, las personas "normales" suelen disculparse y no le vuelven hablar. Pero él es Alec. Es demasiado curioso como para hacer eso. Además, ¿quién sabe?... Puede que esa persona term...