43: Narrado

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El sábado en la tarde, Adrián quedó con Alec. Sabía que él no tenía ganas de salir a la calle, así que le dijo que vería películas en su casa.

   Adrián insistió demasiado y terminó convenciendo a Alec, pero aún así él seguía sin ganas.

   Amanda citó a Natalie para pasar la tarde juntas haciendo locuras, como cada fin de mes. Ella realmente no tenía muchas ganas, pero no le podía quedar mal a Amanda.

— Alec, al fin llegas. Tardas demasiado — dijo Adrián al recibir a Alec.

— Adrián, sabes que ni siquiera quería venir. Tú me obligaste.

— Es para subirte el ánimo. Sé que quieres mucho a Nat y todo eso, pero no debes pensar tooodo el día en ella — ambos fueron a la habitación de Adrián. Nada más legaron, Alec se acostó en la cama boca abajo. Adrián se sentó en la silla que estaba frente a su computadora y la encendió. Faltaban unos minutos para llamarle a Amanda.

— Adrián, ¿sabes qué me vendría genial ahora?

— ¿Qué?

— No lo sé, por eso te pregunto. Por alguna razón tú siempre tienes la respuesta a todo — Adrián suspiró.

— Lo que necesitas es hablar con Natalie...


   Amanda había preparado todo para que Natalie no sospeche.

— Cariño, ya llegó Natalie — dijo su madre desde afuera de la habitación de Amanda.

— Voy — Amanda se levantó y abrió la puerta. Allí estaba su mamá con Natalie. Cuando la vio, la abrazo.

— Las dejo, debo ir por tu hermana a sus clases. No hagan travesuras que las conozco.

— ¿Nosotras? — dijeron al unísono — Pero si somos unos ángeles — la mamá de Amanda negó y se despidió de ellas.

   Ambas pasaron a la habitación. Natalie se sentó en la cama y Amanda en la silla frente a la computadora.

— Espera que termine un trabajo. Es rápido, no tardaré mucho.

— Está bien — Amanda espero un rato. Sólo unos pocos minutos más y Adrián la llamaría.


— No, no vine aquí para eso — Alec se alejó de Adrián. Él se levantó y se acercó a él.

— Lo estoy haciendo por ti. Puede ser la única oportunidad que tengas, Alec... En unos minutos debo llamarle a Amanda, por favor Alec... Habla con ella. Si está Amanda allí, Natalie no podrá apagar nada y tendrá que escucharte.

— ¡¿Y qué se supone que le diga?!

— La verdad. Lo que sientes por ella. No tienes que hacer nada más.

— Sólo lo  voy arruinar más, no quiero. Deja las cosas así como están.

— ¡No, Alec! Maldita sea... No puedes dejar las cosas así. No sabes lo que Natalie siente. Si no lo haces, podrías arrepentirte por siempre — Alec se acostó en la cama boca abajo — Eres un maldito necio...

   Adrián abrió Skype y le escribió a Amanda: "No digas nada de que te estoy llamando, sólo responde". Cuando Amanda le respondió, él le llamó. 

   La cámara de Amanda alcanzaba a apuntar a su cama, donde estaba Natalie. Ella estaba con el celular y unos audífonos.

— Alec, en verdad necesitas hacerlo — Natalie miró a la cámara y vio a Adrián. Se acercó lentamente se la computadora. Aún no podía ver a Alec porque la cámara no apuntaba a esa dirección.

Número equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora