— Alec... Lo siento... — Alec se sorprendió. Miró a la computadora y se dio cuenta que la llamada seguía.
— Adrián... ¿Qué hiciste? ¿No habías colgado ya? — Alec se sonrojo.
— Colgué, pero no podía dejar las cosas así... Tú dijiste que era una mala idea llamarle y no te escuché... Se arruinó y había sido por mi culpa, así que le llame a Amanda de nueva para que apagara el micrófono y Natalie te escuchara. Sé que si te escuchaba, ella cambiaría de opinión.
— No... Adrián... ¿Escuchó todo? — Adrián asintió. Alec se sonrojó aún más. Se tapó la cara con las manos.
— Alec, en verdad lo siento. No creí que fuera tan malo dejarte de hablar tan de repente. Sabía que no estaba bien, pero tampoco tenía el valor para mandarte un mensaje diciéndote que ya no quería hablarte. En realidad solo estaría mintiendo, te quería hablar, todos los días me aguantaba las ganas de entrar en WhatsApp y responderte. Lo que te dijo Adrián es la verdad... Me gustas, te quiero mucho, pero me da miedo enamorarme de ti y luego tenga que olvidarme porque estas al otro lado del mundo.
— Pero eso se puede solucionar — Alec se sentó en la silla frente a la computadora y acomodó la cámara — Ya escuchaste lo que le dije a Adrián. Puedo pedirle a mis padres que me paguen un boleto de avión. Al fin y al cabo pronto cumpliré los dieciocho y ellos dijeron que me pagarían un vuelo a Francia para estar con mis abuelos, pero puedo pedirles que me cambien el vuelo.
— Así que tienes diecisiete años — Natalie sonrió — Al fin sé tu edad exacta. Además, no creo que debas hacer algo así... Si te pagan un boleto para ir a ver a tus abuelos, deberías ir.
— Por ellos no hay problema. Siempre vienen unas tres o cuatro veces a vernos. Ellos querían mostrarme Francia, pero ya habrá tiempo para eso. Por cierto... Ya que sabes mi edad, tú también deberías decirme cuantos años tienes, ¿no?
— Nop, lo siento mucho, pero eso no lo podrás saber jamás.
— Eso es injusto. Yo también debería saber tu edad.
Adrián se alegro de que pido solucionarlo. Le escribió un mensaje a Amanda
Me alegra que se soluciono :)
Amanda:
A mi igual.
No sabes la de gritos que me pegó Natalie, pero se calmo al ver a Alec.
Al menos ahora sí están hablando tranquilamente.Creo que deberíamos de darles algo de privacidad, ¿no?
Amanda:
Totalmente de acuerdo.— Eh... Natalie —dijo Amanda — se me olvidaron algunas cosas. Voy por ella al super rápido. No me tardo — Amanda salió de la habitación.
— Oye Alec, voy por los refrescos y las palomitas. No las compré. Para que más tarde veamos las películas.
— ¿No los habías comprado?
— No. Pensé que no querrías ver películas y decidí no comprar nada, pero ahora que te veo más animado, supongo que sí querrás. Vuelvo enseguida. No hagan cosas sucias — Alec sonrió y negó con la cabeza. Adrián salió de su casa a comprar las cosas.
Al fin, parecía que las cosas se arreglaron entre Natalie y Alec. Él estaba feliz, pero aún tenía un poco de miedo de que Natalie se sintiera insegura y le deje de hablar nuevamente. Pero él se convenció a sí mismo de que haría cualquier cosa para que eso no pase.
Natalie se seguía sintiendo mal con Alec. Sabe que estuvo mal dejar de hablarle sin darle ninguna explicación. Pero ahora no lo haría. No podía. Cualquier cosa que se sienta incómoda con Alec, se lo diría de inmediato.
El resto de la noche Alec estuvo pensando cómo convencer a sus padres para que le paguen el boleto a donde vive Natalie. Sabía que tenía que esforzarse demasiado, pero estaba seguro que al menos valdría la pena.

ESTÁS LEYENDO
Número equivocado
RomanceSiempre que llamamos o le escribimos un mensaje a un número desconocido, las personas "normales" suelen disculparse y no le vuelven hablar. Pero él es Alec. Es demasiado curioso como para hacer eso. Además, ¿quién sabe?... Puede que esa persona term...