— ¿Alec? —dijo Natalie.
— Sorpresa — sonrió Alec.
— ¿Cómo...? ¿Qué haces aquí?
— Yo... — Alec se acercó un poco — Perdoname por haberte mentido... Pero quería que fuera una sorpresa.... Le pedí a Amanda que te trajera aquí para verte y darte la sorpresa... Mis padres si me habían dejado venir...
— Pero... Pero no había necesidad de mentirme... No sabes la desilusión que me llevé cuando me dijiste que no vendrías.
— Lo siento. En verdad lo siento, después me arrepentí, pero por eso te lo dije ayer, para que no tuviera que esperar demasiado para verte... Justo te lo escribí antes de subir al avión... Espero que me perdones — Natalie abrazó a Alec. Él no se lo esperaba, pero igual la abrazó.
— Bueno, al menos estás aquí — sonrió — Te perdono — Alec igual sonrió. Los dos se quedaron viendo por un rato mientras seguían abrazados. Adrián se acercó.
— ¿Y el beso? ¿Dónde está el beso? — dijo — ¿Acaso jamás han visto ni una sola película romántica? Se supone que tendrían que estar llorando de emoción y besándose. Ustedes son los peores actores que he visto en mi vida.
— ¡No es una película romántica! — dijo Alec.
— ¡Aunque no lo sea! — Amanda se acercó — Después de tanto tiempo que estuvieron esperando este momento, deberían estar besándose y diciendo lo mucho que se quieren y todo eso.
— ¿Y tú por qué no lo haces con Adrián? — Dijo Natalie. Amanda se sonrojó.
— Mejor hagan lo que quieran — Amanda se giró. Alec sonrió. Miró a Natalie, cuando ella lo miró, Alec la besó de inmediato.
Amanda y Adrián miraban la escena. Amanda fingió que lloraba.
— ¿Qué te pasa? — preguntó Adrián.
— Es que... Es que... ¡Crecen tan rápido! — Adrián sonrió. Amanda dejó de fingir que lloraba y lo miró — Bueno, yo ya hice mi trabajo. Quiero mi paga.
— ¿Paga? — asintió — No quedamos en eso.
— Yo no hago las cosas gratis.
— Pero... Jamás dijiste eso. Además, fue por el bien de tu amiga.
— ¡Sí, pero no sabes lo que me costo traerla! Es muy necia, tuve que sacarla de su casa arrastrándola porque no quería salir.
— Pero que ella sea tan necia no es mi culpa.
— ¿Entonces habré hecho todo esto sin recibir ninguna paga? — Adrián rodó los ojos y sonrió.
— ¿Cuánto quieres?
— Mhm... Lo suficiente para un vesti... — Adrián la tomó de las mejillas y la besó. Ella cerró los ojos y le siguió el beso. Alec y Natalie vieron todo, ambos sonrieron.
— Hacen linda pareja, ¿no? — dijo Natalie.
— Sí, pero no tanto como nosotros — respondió Alec y sonrió — Me alegra tanto al fin estar contigo — Natalie lo miró — Estos dos meses se me hicieron eternos. Moría por verte. Cuanto más pensaba en ti, más y más ganas tenía de venir...
— Y intentaba no pensar mucho en eso, pero no podía. Me emocionaba la idea de verte... Varias veces soñé con este momento.
— ¿Cumplí con tus expectativas?
— Bueno, yo me imaginaba corriendo a ti a abrazarte nada más bajaras del avión. Como en las películas, como dice Adrián — sonrió — Pero de esta manera esta excelente... Superaste mis expectativas.
— Bueno tortolitos. Que bueno que ya están juntos, pero sólo tenemos dos semanas. No vamos a desaprovechar el tiempo en el aeropuerto, ¿o sí? — Adrián tomó su maleta y con la otra tomó a Amanda de la mano. Ella sonrió y se sonrojó de nuevo — Te ves muy linda así — le dijo al oído — Vámonos de una vez — dijo mientras caminaba.
Alec abrazó nuevamente a Natalie. Pasó saliva y sonrió. Al fin le diría lo que esperó por tanto tiempo.
— Natalie... Sé que no es el lugar más bonito, pero no quiero esperar más... ¿Quieres ser mi novia? — ella sólo sonrió y asintió.
— ¡Por supuesto! — lo abrazó con fuerza. El corazón de Alec se aceleró nuevamente. Quizás la respuesta era evidente, pero igual se emocionó al escucharla.
— Te amo, Natalie — después de eso, la besó.
Disfrutó de cada segundo de ese beso como si fuera el último que daría en su vida. Disfrutó de cada segundo con ella, como si fuera la última persona que podría abrazar, con la última que pudiera hablar. Como si el mundo se acabara al día siguiente. Lo mismo hizo con todos los demás días. Los disfrutó como su fueran los últimos.

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Número equivocado
RomanceSiempre que llamamos o le escribimos un mensaje a un número desconocido, las personas "normales" suelen disculparse y no le vuelven hablar. Pero él es Alec. Es demasiado curioso como para hacer eso. Además, ¿quién sabe?... Puede que esa persona term...