Capítulo IX

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Ethan le mencionó a Shera que le harían una fiesta sorpresa a su madre, organizada por su tía, irían solo familiares, algunos de sus primos, amigas de su madre, su hermana que no ve hace años, y sus tíos. Susan no sabía nada Ethan sería el encargado de pasarla a buscar en la casa de Cielo, una de sus amigas que también estaba involucrada en la fiesta — ¿Estás seguro de que yo deba ser parte de la celebración? —él asintió— es que no sé... No me sentiré bien ahí sabiendo que no soy nadie.

Le puso los dedos sobre sus labios — Lo eres —exclamó serio— eres parte de mi familia, por eso quiero que estés ahí.

Ella bufó tenía miedo de no ser aceptada, no tiene ningún tipo de trabajo, sus estudios son básicos y su apellido fue borroñado por el horfanato en el que antes vivía, ¿Qué podría deciles a los demás? ¿Cómo reaccionarían al saber la verdadera historia detrás de todo esto? Y más aún cuando se enteren de su enfermedad, no quería ningún tipo de problemas para Ethan, no quería que él sufra ni se pelee con su familia — ¿al menos me dirás los resultados? —susurró algo decepcionada. Quería ir a verla, pero temía a las reacciones de los demás.

—Lo haré —confirmó— pero no ahora. —Shera se moría por dentro, cada minuto que pasara, cada instante, con solo saber que él tiene la respuesta que estuvo buscando por años no puede  simplemente estar tranquila. —Confía en mi —le murmuró— ahora ve a vestirte, tenemos que ir a por mí madre —ella sintió una punzada en el pecho, le hizo dudar ¿Sería un problema o solo un dolor pasajero por respirar mal? Descartó la primer opción y fue a vestirse, no quería ir con un vestido pero sabía que en el fondo por Susan valía la pena ir así.  Ethan fue a bañarse, dejó su celular en la mesita de luz, comenzó a sonar mostraba un número que desconocía —Amor, atendé.

Dudó un poco al hacerlo, pero al ver que ese número seguía insistiendo tomó la llamada para dejarse oir la voz de una chica exaltada  —Eith, soy Carla ¡Hasta que al fin me contestas! Me dijiste que volverías a verme, ¡Aún te sigo esperando! —Sher no entendía nada, ¿Qué estaba pasando? ¿Acaso ella es alguien en la vida de Ethan? — ¿No te gustó lo que hicimos? ¡Te extraño!

Shera colgó, no pudo oír más apesar de que prometió no involucrarse sentimentalmente era demasiado tarde... Oir lo que oyó simplemente le partió el corazón aún más de lo que ya estaba herido. ¿Realmente tendría que ir al cumpleaños de Susan? Ella no es nada suyo, nadie es nada suyo, y solo quería irse para siempre sin importarle más nada, la vida se estaba volviendo oscura para ella. Ya no quería seguir sufriendo, quería estar bien, pero eso parecía imposible. —Sher —dijo Ethan moviendo su mano cerca de la cara de ella, lo mira pérdida, sin ganas de hablar—te pregunté ¿Quién era?

Pestañó un par de veces antes de responder —No lo sé, número desconocido —él subió los hombros con indiferencia, no era nadie importante ni siquiera fue capaz de ver su celular. Ambos se subieron al auto, pero a diferencia de otras veces ninguno hablaba se sentía la tensión en el aire Shera tenía los ojos vidriosos y rojos, trataba de contenerse para no decirle nada, ni preguntarle, ellos solo eran parte de un contrato nunca debió involucrarse sentimentalmente. Suspiró, el ambiente era cada vez más pesado, Ethan esperaba que ella pudiera decirle que le pasa pero eso es imposible. — En un par de kilómetros debemos bajar, tendré que cargar combustible.

Ella asintió ¿Algo más que debía decirle? No sabía si decírselo o no, su cara se puso colorada de la rabia ¿Por qué la traiciona de esa manera? — ¿Quién es Carla? —exclamó y se sintió aliviada, lo estaba conteniendo hace mucho, ya no aguantaba.

Ethan se rió ¿Acaso estaba celosa? —Una compañera de trabajo —ella bufó ¿La estaba bromeando? — ¿Qué pasa? ¿Por qué tanta rabia?

—¿Tú crees que yo bromeo? —ella miraba su rostro, él solo dirigía la mirada hacia delante atento a todo lo que pudiera encontrar— ¿Compañera de trabajo? ¡Tú solo cantas! ¡Ni que fueras a una oficina! ¿Sabes qué? Quedate mejor con ella, jamás podré darte nada, seguro por eso te fuiste a pasarla bien porque yo no te di lo que tanto buscabas. —Shera giro el rostro hacia la ventana cubrió con su pelo el resto de su cara mientras sus lágrimas caían una por una en silencio.

Él no sabía que decir jamás había hecho nada inusual con Carla ¿A qué se estaba refiriendo? —Yo no la quiero a ella —Shera seguía negando— ¡No estuve con ella! ¡Shera, lo juro, no estuvimos juntos!

—Lo que digas —exclamó sarcásticamente— tres meses y me largo para que puedas estar cómodamente con ella.

Ethan prefirió no decir nada, sabía bien que Shera estaba enojada con él quería dejar que se calmen un poco las cosas. Tenía en claro que discutir no solucionaría nada, solo empeoraría las cosas, tendría que contarle la verdad y con eso se perdería la sorpresa que tiene preparada — tendremos que bajar, debo cargar combustible. —unas chicas lo reconocieron, solo murmuraban cosas a sus espaldas. Shera no lo miraba, su semblante era serio revoleaba los ojos y suspiraba cuando lo veía a él; ellas sospechaban de su "amor". —Ire a comprar algo dulce. ¿Quieres algo?

Negó con la cabeza no tenía ganas de hablar con él ni con nadie, solo quería estar sola, observó a un hombre vestido de una manera muy llamativa entrar al autoservicio al ver sacar su mano del bolsillo notó la pistola que poseía dentro de su saco. "Ethan..." Pensó mientras corría hacia el mercado, escuchando a las chicas decirle "falsa, no lo mereces" tomó al hombre del brazo cuando sacó el arma —¡Suéltala! —gritó ella con furia, Ethan le decía "¡No, déjala, no!" Tratando de meterse en ese forcejeo. —¡no podrás ganarme, me he criado con puros hombres!

Un hombre entra a ayudarlo, empuja a Shera y mira a Ethan — ¿Es el cantante? —él otro asiente, le apunta a la cabeza con ganas de disparar —¡Por tu culpa! —se oyó el ruido de la bala saliendo del arma, las chicas quienes se habian escondido gritaron al mismo tiempo, otro disparo más, se suicidó.

—¡Shera! —gritó Ethan tocándola lo menos posible— ¡Amor, por favor! —el otro hombre sonríe toda la escena con satisfacción, apretaba con fuerza sobre la herida para contener la hemorragia— ¡Pagarás caro todo esto! — seguía riéndose de la escena le saca el arma a su amigo y la mira un rato.

—¿Tú crees? —exclamó sonriente mirando a Ethan — Ella debe morir, como sus padres —mira a Shera en el suelo — así como Keira murió por tu culpa, mi pequeña hija... ¡se suicidó! ¿Sabes por qué? ¿Lo sabes? —se agachó para amenazarlo, Ethan negó— porque tu música la deprimía, estar con esta mujer la deprimía, te odio— se disparó en la cabeza. Ethan con la voz entrecortada gritó que llamen a una ambulancia que llegó junto con la policia en seguida.

—Perdió mucha sangre—gritó uno de los paramédicos— ¿Vienes con nosotros o nos esperas allá? —no lo pensó dos veces, se subió a la ambulancia llamaría luego a Jacob para que fuera a buscar su auto, en cuanto llegase al hospital llamaría a su madre, los paramédicos le habían puesto un respirador y contenían sus heridas. Todo era culpa suya, por ser una persona conocida, por no querer tener un guardaespaldas, por no ayudarla. Shera movió uno de los dedos, Ethan le tomó la mano acariciándosela.

—Saldrás de esta —murmuró aún sosteniendo su mano— conocerás a tu hermano, aunque ya lo conozcas, podrás estar con él, aún te queda mucho por vivir. No te vayas, Sher, por favor.

Contrato para un noviazgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora