Capítulo XVI

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La semana se hizo bastante corta en comparación con las demás los tres habían llegado a Miami hacia un par de horas aquel lugar era magnífico; Shera no podía estar más fascinada, más contenta. Se realizó los estudios, unos días antes de viajar, que le habían mandado y ahí estaba su pequeño poroto de casi dos meses, ninguno de los dos podía creer eso, estaban ansiosos por saber que sexo tendría aunque estaban completamente seguros de que sería una nena.
Su hermano los felicitó, él solo deseaba la felicidad de ambos y que ella estuviera feliz.

-Tú habitación está un piso más alto que la nuestra -exclamó Ethan tomando de la mano a Shera, al verle la cara de perversión le agrega:- no había otra más cerca.

-Ustedes quieren hacer sus cochinadas y no quieren que yo los escuche eso pasa-Shera se puso completamente colorada, por suerte nadie lo había escuchado- ¡es una broma! ¡te quiero hermanita! -exclamó abrazándola al notar que la vulgaridad que dijo estaba fuera de lugar.

-Yo me iré a bañar para que se me quite el sueño, nuestra pequeñita quiere que su mamá duerma como un koala pero ahora no. -Ethan carcajeó al oír "nuestra pequeña" sentía que no se merecía tener a Shera a su lado por todas las cosas que tuvo y tiene que vivir.

-Vé, te amo -le murmuró en la oreja mientras ella entra para bañarse, ven a lo lejos la silueta de una persona conocida, ambos se quedan confundidos cuando la logran reconocer ¿Habían visto bien? - es Emma, ¿Verdad? -Jack asiente con la cabeza ¿Qué harían ahora? Las vacaciones más esperadas se arruinaran por ella, ¿Qué debería hacer para que deje de entrometerse en sus vidas?

-Hay que ignorarla, hagamos que Sher pase las mejores vacaciones sin importar lo que pase. -Jack se prometió a sí mismo hacer feliz a su hermana y eso estaba dispuesto a hacer. Emma los ve y se dirige hacia ellos; su aire de superioridad se siente con cada paso que da.

-¡Que sorpresa encontrarlos acá! -exclama con una sonrisa en su rostro- ¿Quieren beber algo? -hizo aquella pregunta como si todos fueran los mejores amigos del mundo, Jack rodo sus ojos con indignación, no podía creer que ella no se quiera a si misma para comportarse así.

-Vete a tu habitación, Emma. -exclamó Ethan con voz gruesa y seria- Tu simple presencia molesta, ¿No eres capaz de darte cuenta de eso?

En cuanto Shera salió del baño la discusión se hizo presente, los murmullos antes inentendibles comenzaron a comprenderse poco a poco, ella creyó que alucinaba ¿Emma estaba en el mismo lugar? Salió de la habitación para encontrarse con una escena desagradable; Emma besando a Ethan obviamente él la corrió, ¿Cómo es posible que no tenga ni un poco de respeto por ella misma? Su hermano la miraba con su cara completamente roja pero en cuanto vio a Shera trato de impedir que ella hiciera alguna locura.

-Amor... -exclamó Ethan al verla, Emma solo sonreía apoyada en la pared, sorprendida porque parecía que los rumores eran ciertos ¿Estaba embarazada Shera? El pequeño bulto que se le formaba en su remera lo confirmaba- no es lo que parece...

-¿No es lo qué parece? -preguntó irónicamente Emma- nos estábamos besando y tu hermano nos vigilaba la puerta, pero bueno parece que se le olvidó decirnos porque, bueno, nos acabas interrumpir -Shera iba directo hacia Emma pero Jack la detuvo, si ambas pelean la situación se agravaria aún más y quizás termine en una desgracia.

-Sé lo que ví -afirmó Shera- Vete de aquí Emma, vete. -la chica tiró un beso en el aire y entre risas se iba dirigiendo hacia su "supuesta" habitación mientras lo deja a Ethan peleando con Shera. Ella no se quedaría con él, eso lo aseguró, haría lo imposible para que ambos se separen ¿Por maldad? ¿Por envidia? Quién sabe, le molestaba que Ethan pudiera olvidarla y ahora esté apunto de ser padre.

Contrato para un noviazgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora